El comercio de Tomelloso vestirá este viernes sus mejores galas con la llegada de una nueva edición de la Noche del Comercio. Una jornada muy especial para un gremio que, a  pesar de las crecientes dificultades, sigue dando vida a las ciudades y ofreciendo un impecable servicio a los consumidores. Un buen ejemplo es Agora la tienda de moda de caballero que regentan Inmaculada Carretero e Inés Navarro desde hace más de catorce años. Iniciaron su andadura en plena crisis y se cambiaron de local justo una semana antes de la irrupción de la pandemia, pero ahí siguen manteniendo un establecimiento que se ha ganado la fidelidad de su clientela y un merecido prestigio. 

En Agora, ubicada en la céntrica esquina de Belén con calle Don Víctor, se ha presentado La Voz de Tomelloso para tomar el pulso al sector y conocer más de cerca un proyecto que siguen impulsando con ilusión sus dos socias. Serán Inmaculada, que derrocha simpatía y cercanía por todos sus poros, quien responda a las preguntas de esta entrevista. 

-Llega una nueva edición de la Gala del Comercio en Tomelloso ¿Qué supone este día para Agora y el conjunto del comercio de la ciudad?

-Para nosotros es importante ya que nos ubicamos en el pleno corazón comercial de la ciudad. Ya estamos organizando el producto y poniendo precios un poco más llamativos. Este día la gente sale a la calle buscando descuentos. Como siempre esperamos una buena afluencia de público y esperemos que el tiempo acompañe. Al fin y al cabo, el comercio es vida.

-¿Le convence como está planteada o añadiría algunas cosas?

-Cada gobierno le intenta dar su toque. Los comerciantes siempre queremos algo más, pero la programación contiene muchas actividades para niños y adultos y la verdad es que es una tarde ideal para disfrutar y pasárselo bien en familia. Se cortarán las calles y habrá mucha y buena música. Me  da un poco de pena que no haya pasarela este año, aunque tengo entendido que se montarán varias pasarelas más pequeñas. La pasarela fue espectacular y atrajo a mucha gente, no solo de Tomelloso, pero en la reunión que tuvimos se nos dijo que costaba mucho dinero. Yo tuve oportunidad de participar y fue un buen escaparate para nuestros artículos. 

-¿Preparará algo especial Agora para la ocasión?

-Nos vamos a decantar por los descuentos que es lo que la gente busca. Pondremos también algo de chuches para los niños. Otros años hemos servido vino y aperitivos, pero al final es un comercio textil y si no se tiene cuidado con los vasos y demás pasa lo que pasa. Hay gente que contrata personal específico para ese fin o lo hacen fuera, cada establecimiento busca su propia fórmula.

-¿Cómo analiza la coyuntura actual en el comercio?

-La cosa está algo floja, pero ahora es una época buena para tiendas como la nuestra por todo lo que generan las comuniones y las bodas. Después pasa y vuelve a decaer. Las bodas y las comuniones mueven mucho: tiendas de ropa, fotógrafos, hostelería…Pero bueno hay que tirar hacia adelante y tratar de aprovechar estos meses de bonanza.

-Agora lleva ya una trayectoria de más de catorce años ¿se sienten satisfechas con el camino andado?

-A pesar de que no lo hemos tenido fácil, estamos contentas. Nuestro mejor activo es una clientela fiel con la que tenemos un trato directo y cercano, nos conoce desde hace muchos años y nos produce alegría que reconozcan nuestra labor. Luego claro, como en cualquier de negocio, tienes esa presión de los pagos a los que hay que hacer  frente, dar salida al género…pero esa alegría que nos transmiten los clientes permite afrontar con mayor optimismo todas las dificultades. Aquí en el centro hay tiendas emblemáticas como Los Muchachos, la mercería de Tere Pelayo, Martel’lo y otras somos tiendas de toda la vida y la gente nos conoce. No es lo mismo que esas otras tiendas que traen las grandes cadenas donde no hay esa cercanía. Estamos muy agradecidas a nuestros clientes de Tomelloso y también de poblaciones como Socuéllamos, Ruidera, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana o La Solana. 

-Justo antes del pandemia cambiaron de local y fue un momento importante para la tienda ¿no cree?

-Sí, claro porque la ubicación es mejor y la tienda es más grande. También ha traído más gastos (risas), pero nos vinimos a una de las esquinas más bonitas de la ciudad. Era un paso que teníamos que dar sí o sí. 

-¿Cuál es el sello distintivo de Agora?

-Esa amabilidad y cercanía con el cliente. Hay representantes que nos dicen que Agora es Inés e Inma.  Reconociendo que el precio sigue teniendo una gran importancia, es clave prestar también un buen servicio. Con grandes cadenas y la venta on line es difícil competir con precio, entonces tienes que darle ese toque y dar todas las facilidades para que la gente se lleve el producto, se lo pruebe en casa, aunque ahora hay que tener algo de cuidado porque las cosas ya no son como antes.  Estamos trabajando muy bien la sastrería, con una buena relación calidad-precio y luego algo de sport que es algo más complicado porque existe mucha competencia. Vamos cogiendo marcas nuevas, enfocadas a un público más joven que, al fin y al cabo, es la que más se arregla y pide esos productos.