Jesús Ángel Novillo Romo es un joven argamasillero que arbitra en la Liga EBA,  que viene a ser el cuarto escalón de las categorías del basket en España. En esta entrevista, Novillo nos acerca al mundo del arbitraje en una categoría de alto pedigrí y enseña una claridad de ideas y sentido común que hacen que se comprendam mejor sus logros en este complejo mundo. Empezó muy joven y lleva ya diez años en activo. Compagina el arbitraje con su trabajo en la empresa Gráficas Tomelloso y con su labor de técnico con los prebenjamines de la Escuela de Baloncesto de Argamasilla de Alba.

-¿Cómo decidió meterse en el mundo de arbitraje?

-Haber sido jugador antes, estuve hasta juveniles, influye para ir entrando en el mundillo de un deporte que me apasiona. llega un mometo que ves poco futuro como jugador y pruebas con el arbitraje. Antes ejercí de oficial de mesa y ahí fue donde me fui empapando de los detalles del trabajo del árbitro. De este modo, me animé a hacer el curso y con 19 años, en la temporada 2014-2015, empecé a arbitrar.

-Lleva ya diez años en el arbitraje, ¿Qué sensación le deja esta trayectoria de una década?

-Las cosas me han ido bien y he podido llegar a una categoría de cierto nivel. Desde que empecé a la actualidad, vas evolucionando, ya no solo como árbitro sino también como persona. Con el paso del tiempo vas adquiriendo esa madurez y vas focalizando tus prioridades en la vida. La verdad es que no me imagino la vida sin arbitrar. El arbitraje es algo muy importante para mí. 

-Suele tenerse una visión no del todo positiva de los árbitros, en el baloncesto y mayoría de los deportes, ¿cómo se puede cambiar esta errónea percepción?

-Hay que cambiar la filosofía y la mentalidad. No puede ser que un jugador se pueda equivocar perdiendo un balón y no pasa nada, y cuando el árbitro se equivoca en un fuera de banda en el primer cuarto, que es algo irrelevante, ya tenemos licencia criticarle o insultarle. Me parece muy positivo lo que se hace ahora en ACB que se pone el micrófono a los árbitros para que la gente vea que el árbitro no es un bicho raro, es una persona normal y un deportista más dentro del campo. Lo principal es que las aficiones vayan a animar a su equipo y no focalicen la situación en el árbitro.

-Arbitra en Liga EBA que ya es una categoría de cierto pedigrí. ¿Es más fácil pitar a medida que se sube de categoría o ocurre justo lo contrario?

-Arbitrar un partido de minibasket es más complicado que arbitrar un primera nacional, sencillamente porque el número de intervenciones del árbitro es mayor, lo que aumenta el riesgo de error. En categorías como EBA, los jugadores son buenos técnicamente y no hay que intervenir mucho. Eso sí, el juego va más rápido y tienes que aplicarte en el control y en otras muchas situaciones de juego. El árbitro tiene que estar preparado porque te puedes encontrar situaciones que no se te dan antes, porque el nivel de los jugadores sube. Hablando con árbitros amigos míos me dicen que el salto de la EBA a LEB Plata también se acusa mucho.

-¿Qué es lo más complicado para un árbitro de baloncesto?

-Creo que llevar a cabo una línea constante y mantenerse siempre actualizado y preparado. También hay que ser fuerte mentalmente para procesar esos comentarios desagradables o criticas que inevitablemente vas a escuchar o  que se ponen luego en las redes sociales. Antes de los partidos siempre les digo a mis compañeros que lo importante es pasar inadvertido y que cuando salgamos de aquí nadie  se acuerde de nosotros. Porque hay una cosa clara; nosotros siempre queremos hacer bien nuestro trabajo.

-¿Cuál es la vivencia más bonita que ha tenido como árbitro?

-Tengo varias. He tenido partidos muy atractivos en fases de ascenso de primera nacional a liga EBA. He tenido la suerte de arbitrar dos finales de campeonatos de España de cadete femenino…y hay más momentos bonitos ya no solo arbitrando, sino con esa estrecha convivencia que tienes con los compañeros en los campeonatos. 

-¿Hasta dónde cree que puede llegar en el arbitraje?

-Es algo que no piensas, la mentalidad es ir partido a partido, entre otras cosas, porque no todo depende de ti. Yo tengo que trabajar todo lo posible, prepararme y lo que tenga que venir vendrá, pero siempre disfrutando. 

-¿Qué le parece el trabajo que se viene desarrollando en  el baloncesto de la comarca?

-Lo más positivo es que en la zona nuestra hay clubes que están trabajando muy bien la cantera, que es la base sólida de cualquier equipo. Ahí está el caso de Tomelloso que con una base de jugadores muy jóvenes ha ganado la competición zonal y ha ascendido y en el primer equipo los resultados también están siendo buenos en primera nacional, sin olvidar el poderío de un equipo como Socuéllamos que ha acabado ascendiendo.

- ¿Qué árbitro le sirve como referente o modelo?

-Los referentes nuestros son los árbitros top de la comunidad. Tenemos un árbitro en ACB, Emilio Pérez Pizarro, que es de Ciudad Real y es nuestro director técnico. Anoche pitó el Real Madrid – UCAM Murcia. En realidad, hay cuatro o cinco de grandísimo nivel y son los que más nos ayudan a crecer y progresar a los más jóvenes.

-¿Animaría a jóvenes que les gusta el baloncesto a que sean árbitros?

-Claro que sí. Se tienen que animar a pitar cualquier partido o hacer el curso. Si eres entrenador o jugador, el curso de árbitro te proporciona un mayor conocimiento del juego. Si la gente prueba, estoy convencido que le puede acabar gustando.