Los forenses y el equipo psicosocial del Instituto de Medicina Legal de Ciudad Real avalan la veracidad del testimonio de un niño de catorce años (de doce cuando pasó) que denuncia haber sido víctima de agresión sexual de un conocido de la familia A.R.C., en el verano de 2022 en Tomelloso.

El menor, que no ha tenido que declarar este lunes en el juicio (se grabó su declaración como prueba preconstituida para evitar la revictimización), aunque la defensa lo ha pedido, sufre un trastorno adaptativo mixto a raíz de lo que pasó, por lo que la familia pide dieciséis años de prisión para el presunto pederasta y 80.000 euros de indemnización por el daño moral y las secuelas.

El acusado A.R.C., de cincuenta y un años ahora, lo ha negado todo, excepto que tenía relación con el chico porque conocía a la familia y se lo llevaba al campo a ayudarle en algunas faenas agrícolas.

Lo acusan de un delito continuado de abuso sexual

El imputado, en prisión preventiva desde agosto de ese año, cuando chaval contó lo que ocurría, se enfrenta a una grave acusación por delito continuado de agresión sexual en un escrito de acusación provisional en el que se describen hasta diez episodios de tocamientos y agresiones sexuales (con penetración), cometidos supuestamente en julio de ese año, en una caseta de campo anexa a las parcelas.

“Todo ha ido según lo previsto, nadie ha hecho una declaración sorpresa y los peritos han respaldado la denuncia de la familia del menor”, explica el abogado Benjamín de Sebastián, que ejerce la acusación en nombre de la familia del chico, con hermanos mayores de edad.

La fiscalía acusa de delito continuado de agresión sexual, como la familia, pero pide doce años de cárcel y 15.000 euros de indemnización por daños morales. El juicio que se ha celebrado a puerta cerrada este lunes (al segundo intento) ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad  Real ha quedado visto para sentencia.