Tomelloso

Rosana Carrión: “Aún estando a dieta, se puede disfrutar del placer de la comida”

La nutricionista de Tomelloso ofrece sabios consejos y recomendaciones en el programa “Fiesta” de Tele 5

Carlos Moreno | Martes, 18 de Junio del 2024
{{Imagen.Descripcion}} Rosana Carrión en el programa Rosana Carrión en el programa

La vida laboral de Rosana Carrión Muñoz (Tomelloso, 1975)  ha discurrido ya por muchos itinerarios, si bien todos ellos han confluido en Madrid.  Trabajó  en la prestigiosa  Andersen, ejercería después como azafata de vuelo en Spanair y tras hacerse nutricionista ha  irrumpido con éxito en varias cadenas de televisión (Cuatro y Tele Cinco) para ofrecer sabios consejos y recomendaciones sobre algo que cada vez interesa más en la sociedad de hoy: comer bien. Experiencia, preparación y una apabullante claridad de ideas facilita su buena desenvoltura en los platós de televisión y en todo lo que se propone una mujer que afronta con valentía y personalidad cualquier proyecto.

“Mi aparición en este mundo de la televisión está siendo una bonita experiencia. Me buscaron y la verdad ha sido todo un placer trabajar en el programa “Fiesta” de Emma García y ayudar a que la gente pueda tener una buena dieta”, empieza diciendo Rosana Carrión que parecía encaminarse por otros derroteros laborales, hasta que un día decidió hacerse nutricionista. “Estudié Administración de Empresas y trabajé en Andersen, llegó después la etapa de azafata en Spanair y luego me metí en el mundo de la nutrición en el que me he implicado de lleno”. 

Confiesa que hablar en un plató de televisión no le impone mucho respeto.  “Se trata de hacer tu discurso y yo estoy acostumbrada a hablar en público. En Bodegas Miguel Abad, en la que está al frente mi cuñado he dirigido catas comentadas y tambien he participado en otros eventos en los que he tenido que hablar delante de mucha gente. Siempre me ha gustado mucha comunicar, mucho más en televisiones donde se busca el entretenimiento y todo resulta muy sencillo y cercano”.

Asegura Carrión que la sociedad ha ido prestando una atención creciente a su alimentación. “Sobre todo la gente joven tiene una cultura de cuidarse más, de culto al cuerpo…Antes nos cuidábamos menos o más tarde, pero hoy día la gente mira mucho lo que come, se preocupa por la salud, practica deporte, procura dormir sus horas, llevar una vida sana en definitiva”.  

La profesión está en auge porque hay mucha demanda, pero sobre ella se ciernen algunos peligros de los que avisa Rosana.  “Hay un aluvión de información sin contrastar. Las redes sociales están llenan de recetas y no todas son igual de saludables o efectivas. Para hacer una dieta equilibrada, con un buen seguimiento, lo correcto es acudir a un buen profesional, entre otras cosas, porque no existe esa dieta universal para todo el mundo. Cada persona, con sus gustos, patologías y estilo de vida, tiene que tener una dieta hecha a medida. En realidad, yo hago trajes a medida en materia de nutrición”.

La nutricionista deshace tópicos sobre la connotación negativa que tiene la palabra dieta. “Es el gran reto que tenemos ahora en la profesión.  No hay que hacer dietas restrictivas, tal y como las hemos entendido en generaciones como la nuestra. Dietas casi espartanas que, sin embargo, no han sido efectivas porque después han tenido un efecto rebote brutal. Solamente consigues que pases mucha hambre y el metabolismo vaya muy despacio”. Este planteamiento queda atrás y lo explica bien Rosana Carrión que subraya la importancia de la educación nutricional. “Es importante enseñar cómo funcionan los alimentos dentro de tu cuerpo, cuáles son las reacciones. Hay alimentos que, dependiendo de las combinaciones, consiguen que se quemen esas calorías y la persona adelgace y otras dietas pueden provocar lo contrario. Pero aunque una persona esté a dieta, puede disfrutar del placer de la comida”.

Mirando al terruño, le preguntamos sobre la gastronomía manchega. “En nuestros pueblos, siempre se ha comido muy bien con esa comida casera  que elaboraban nuestras madres y abuelas. Una cocina artesanal muy agradable, aunque hay que reconocer que algunos platos típicos como las migas o las gachas  son muy calóricos, pero hay que entenderlo en un contexto de economía más débil que hacía que en el campo se consumieran mucho estos platos, porque eran baratos y de gran aporte calórico, muy necesario para el trabajo  de tanto derroche físico que había que hacer después”. En cualquier caso, Carrión se muestra reacia a renunciar a una buenas gachas o migas, “sobre todo cuando visitas tu pueblo porque son platos manchegos que están buenísimos de los que debemos disfrutar, moderamente de vez en cuando, y hacerlos conocer a los demás”. 


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