El presidente de la Asociación, Jesús Andújar, y los directivos Alfonso López Oliva y Manuel Casero han explicado que “nosotros seguimos haciendo cosas para ver qué aceptación tienen. El bus de las cuevas desde Madrid fue una de ellas, pero se presentó en un momento en que los grandes operadores de turismo ya habían hecho sus programas. De todos modos, se retomará en otoño y ese proyecto dio lugar a que viniera mucha gente por libre. El pasado mes de mayo llegaron varias autobuses y  está claro que el interés por las cuevas sigue aumentando. De hecho en un año, Tomelloso ha recibido cerca de nueve mil visitas”.

La Asociación agrupa actualmente a  más de una veintena de socios  y tiene como objetivo “difundir un patrimonio único e irrepetible, pero hasta ahora nos hemos centrado más en las chimeneas y en los bombos, ue en el patrimonio de las cuevas”, subraya Andújar, que también recalca que la asociación es financieramente autosuficiente y que gradualmente ha ido tomando empaque y cuerpo.

Por otro lado, la Asociación Amigos de las Cuevas de Tomelloso está en  proceso de registrar su marca, “para evitar que alguien se aproveche del trabajo que estamos haciendo porque  ya hemos visto que venden por ahí imanes con las fotos de nuestras cuevas”. La directiva de la Asociación ha llegado a un acuerdo con Isabel Lara para firmar un contrato de cesión de uso de la cueva que tiene en la calle Oriente, “una cueva que se conoce como de Los Pinillas que está muy bien conservada y decorada y la queremos poner como buque insignia en lugar de la que teníamos antes en la calle Persiles”.

Elemento de Interés Cultural

Igualmente, la Asociación trabaja para conseguir la denominación de Elemento de Interés Cultural para las cuevas. “Estas joyas arquitectónicas podrían encajar perfectamente en esta figura. La arquitecta, Ana Palacios, lo está moviendo y la idea es que se acojan a esta denominación las cuevas que cumplan unas condiciones y características, siempre con la autorización y permiso de los propietarios evidentemente”.

Las ideas y proyectos afloran en una Asociación que sigue trabajando intensamente. “Nos estamos moviendo con la administración, que tiene sus tiempos,  con la ilusión de que la gente conozca este rico patrimonio, no solo los de fuera, sino también algunos de aquí que todavía no lo conocen. También enseñarlas a los niños de los colegios y realizar actividades en las cuevas para que alberguen espectáculos de música, literatura y teatro. Ya tenemos pensados los nombres, Música en las cuevas; Poesía entre tinajas y Relatos desde el empotre- Hay que aprovechar ese talento artístico que tenemos en la ciudad y mostrarlo en las cuevas. Serían actuaciones de quince o veinte minutos, que sea algo dinámico, y tenemos previsto iluminar las cuevas con candiles. Con los medios que tenemos a nuestro alcance, desarrollaremos toda la actividad que podamos”.