La mesa de esta tarde contiene una bandejita de papel con adornos perforados al modo de tapete de ganchillo. Un pastelito de chocolate ocupa el centro y una vela encendida incrustada por la base. Por supuesto Ciri sentado en su correspondiente silla se ha puesto de pie al verme, me da un abrazo y me canta a media voz: “Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz…”. Ha procurado ser suficientemente calmado para que solo lo oyeran los vecinos de cafetería, que se han unido al aplauso con silenciador del final.

Me ha pedido que sople la vela, con aviso de que trae mala suerte dejarla encendida después del primer intento. Tampoco se le ha pasado por alto decirme que era simbólica, porque a vela por año no cabrían en una tarta de tamaño natural y por supuesto en el pastelito presente. No sé por qué me dice eso…, somos de la misma edad y podría aplicarse el comentario a sí mismo; ya lo conozco y comprendo que es su modo de bromear.

A fuer de ser sincero, confieso que me ha encantado el detalle de mi amigo, es de buen corazón este Ciri.

—¿Cómo te sientes después de haber cumplido ese haz de años?—me pregunta.

—Pues me siento igual, en una silla y si tengo a mano un sillón poniendo las posaderas en descanso.

Nos reímos los dos a carcajadas por la simpleza de la respuesta. El camarero ya ha aportado los cafés con sendas esferas amadalenadas. ¡Qué cursi me he vuelto con el cumpleaños llamar “esferas amadalenadas” a un par de magdalenas!

De pronto siento la necesidad de comunicar a mi amigo una de las apreciaciones que vengo sintiendo desde hace un tiempo y quiero comentar con él.

—Ya en serio, —le digo—. Con la edad percibo, amigo Ciri, un relativismo en variadas situaciones de la vida. Quiero decir que no me tomo los sucesos como si fueran verdades completas. No podemos aceptarlos si no es con un sinfín de condicionantes, que ayudan o velan, según el interés de quienes los presentan o a quienes aprovechan.

El compañero me mira atento a la vez que toma el tenedor con un trozo y se lo acerca a la boca, antes añade.

—Amigo te estás poniendo de un “serio” filosófico difícilmente inteligible. Continúa que por ahora te sigo.

—Me explico: Tal relativismo no lo aplico a los valores de las personas o de las ideas o conceptos importantes. Me refiero a que las críticas, las opiniones, las consideraciones de otras personas, de periodistas, políticos, profesores, no me afectan como lo hacían antes. En tiempos anteriores escuchar alguna autoridad académica, política o de opinión me influía de tal modo que me sentía convencido por sus argumentos. Ahora en multitud de ocasiones, las atiendo, pero ni me afectan ni me conmueven; les aplico mi juicio crítico sin piedad alguna y adelante. Es más las considero como humo de paja para ocultar problemas que de verdad afectan a las personas. O por el contrario minimizar acontecimientos, logros, triunfos extraordinarios de gente con muchos valores, deportistas, intelectuales, músicos…

Ciri me observa y escucha en silencio mi monólogo, aseguraría que comparte todo lo que estoy diciendo; interviene para pedirme algún ejemplo.

—Como me gusta la plenitud simbólica del tres te voy a poner tal número como representantes de tres líneas importantes: una religiosa, otra deportiva y la tercera de inmigración:

1.     Las monjas de Belorado, Clarisas de clausura que tienen un problema grave de relación con su orden y con el arzobispado de Burgos posiblemente originado por la madre abadesa del momento. Las informaciones se han reducido a la figura de un tipo que se dice obispo, que se hace respetar como tal, con vestimentas tridentinas, más propias de tiempos carnavalescos. Otro individuo que también se llama así mismo cura y que lo presentan como “el cura coctelero” de fama. Declaraciones de uno de los dos en las pantallas de televisión, pero ¿alguien sabe lo que en verdad ha ocurrido?

2.    Deportiva: La selección femenina española de futbol consigue el campeonato mundial. Acontecimiento extraordinario de alcance internacional, que se ve eclipsado por la importancia y el tiempo de información que los medios le dan al beso de Rubiales. Dígase lo mismo con la selección española esta vez masculina, que consigue ganar con mucha honra la Copa de Europa 2024, pues también hay informadores y políticos que se fijan más en que si el portero Unai Simón opta o no por una opción política o pide o no el voto contra la derecha o Carvajal que no saluda al presidente como se merece,

3.    El problema sangrante de inmigración que son los menas (menores no acompañados) huyendo de países en guerra y de la hambruna. En vez de controlar con efectividad las fronteras, hacer un seguimiento de esas personas…, se reducen a una pelea entre partidos políticos y la solución que ofrecen es repartirlos por las Comunidades Autónomas como si fueran, con perdón, ovejas.

 

—Pues chico, —responde Ciri— ya tenías guardados información y juicio crítico en esa mollera. Me estás haciendo pensar en opciones que no había tenido en cuenta anteriormente. Comparto casi todo lo que dices, pero tendríamos que discutirlo con más tiempo y paciencia.

—Por supuesto que sí, compañero, sabes que nunca pretendo imponer lo que pienso ni lo que opino, solo te doy plataformas para ejercer el juicio crítico y entre los dos conseguir una opinión más certera.

—A propósito de opinión certera…, traía yo en mi cabeza que como ayer fue tu cumpleaños te toca invitarme, incluso al helado, que va siendo costumbre.

—Elevo tu opinión certera a verdad contrastable desde este momento, —qué suerte tener cerca personas como Ciri, escucha mis afirmaciones, las discute con sinceridad y seguimos siendo amigos.