Tomelloso

Tonino Tarquini: claves para superar una ruptura amorosa. Desamor

Hoy con el psicólogo sanitario, sexólogo clínico y experto en terapia de pareja abordamos el tema de cómo superar una ruptura sentimental

La Voz | Domingo, 21 de Julio del 2024
{{Imagen.Descripcion}}

Todos o casi todos hemos sufrido o sufriremos a lo largo de nuestro propio proceso vital un desamor o una ruptura sentimental. Cada fin de una relación es exclusivo con su propia idiosincrasia y sus singularidades. Los desencadenantes que la generan como las consecuencias que producen son únicas y exclusivas. Una de las pocas cosas que comparten todas las rupturas o fin de una relación amorosa, es que, si son orientadas o reenfocadas de la forma adecuada pueden representar una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo. 

Las relaciones amorosas o de pareja representan en ciertos ámbitos sociales la realización de un sentido de identidad. Precisamente la perdida de este estatus social adquirido en el seno de un contexto comunitario simboliza uno de los factores o variables principales que refuerzan o perpetúan el duelo consiguiente a una ruptura. 

Aunque se ha escrito mucho sobre el tema, libros, artículos etc., llegando hasta a ofrecer manuales de intervención o protocolos para superar este duelo tan especifico, hay que ser honesto y considerar que cada ruptura es un mundo. En cada quiebra amorosa entran en juego una infinidad de parámetros, de causas, de circunstancias, de creencias y valores que tienen que ser antes de nada individualizados y seguidamente tratados, renfocados o sintetizados de forma adaptativa. Una ruptura puede llevar consigo una serie de alteraciones y respuestas psicofisiológicas no siempre placenteras. En circunstancias extremas por ejemplo y como remarca la misma Organización Mundial de la Salud en un articulo del 2019, las personas jóvenes, que a veces carecen de recursos adecuados para enfrentarse a eventos traumáticos como puede llegar a ser una ruptura sentimental llegan hasta generar conductas de depresión y ansiedad. 

Como antes señalaba Tarquini, los desencadenantes o los factores precipitantes son aspectos claves que pueden dar muchas indicaciones en referencia a la duración o intensidad del duelo consiguiente a una ruptura.  Es diferente por ejemplo, sufrir o descubrir una infidelidad por parte de uno de los miembros de la pareja, que llegar a un punto de ruptura consensuada entre las partes, reconociendo por ejemplo el desgaste de la relación en el tiempo. 

-¿Qué porcentaje hay de rupturas amorosas?

-Antes de entrar en temas puramente estadísticos con sus fríos y asépticos números, seria conveniente aclarar que aunque estamos preparados biológicamente para enamorarnos a lo largo de la vida varias veces, no todos experimentan esta fase con la misma intensidad, la misma pasión el mismo entusiasmo o ilusión.  Dicho de otra forma cada proceso o estado de enamoramiento es único, y muchas de las diferencias se hallan en la etapa vital en la cual se encuentra cada sujeto. 

Por ejemplo, los adolescentes y los joven adultos, suelen enamorarse con más pasión, generalmente son más impulsivos, lanzados y enérgicos. En la etapa central de la vida los enamoramientos suelen ser menos pasionales ya  que en este trayecto se suele buscar una persona con la cual compartir gustos, ideas, y aficiones. Mientras, en la tercera etapa vital, fruto de la experiencia y madurez aprendida, la aceptación  llega a ser el solido cimiento  sobre la cual construir una relación amorosa funcional. Solo en este momento de la vida, en esta etapa más reflexiva y sabia, es cuando se genera una sana aceptación de las diferencias y una plena consciencia de las virtudes y defectos recíprocos. 

En la sociedad actual las rupturas de parejas se han normalizado, el mito de la pareja para siempre o amor eterno parece haber dejado espacio a una serie de relaciones conscientes de que nada, y sobre todo el amor, es para siempre.  

A nivel estadístico se calcula que menos de la mitad de las parejas superan la etapa de enamoramiento ( la etapa idílica, donde todo o casi todo es maravilloso). Y de las parejas que pasan a la fase de amor y que asumen un compromiso de perpetuar su relación en el tiempo, más de un sesenta por ciento de ellas romperán en el plazo de los siguientes 10 años. 

-¿Las rupturas sentimentales se pueden equiparar a un proceso de duelo?

-Sí, bien dicho, las rupturas emocionales son “procesos” de duelo, pero no tan estandarizado, más que de duelo yo hablo de desamor, y el desamor también presenta sus fases. En un proceso de ruptura o desamor las dos variables principales que influyen en su pronostico son: el grado apego  y los recursos propio de cada individuo. Como en todos los procesos de duelo lo que hace la diferencia es el nivel de apego que se había generado con la persona perdida, a mayor apego, duelo o desamor más complejos. Al mismo tiempo, la autoestima ( mejor dicho una sana autoestima) es uno de los factores protectores más poderosos en los procesos de ruptura sentimental. 

Las emociones  básicas primarias que se experimentan en un desamor suelen ser la tristeza acompañada de una cierto grado de ira. Las dos emociones se van repitiendo y sobreponiendo, reduciéndose con el paso del tiempo y de forma paulatina su intensidad, hasta la consiguiente aceptación de la nueva realidad. 

La tristeza y la ira se alimentan de todo lo que hubiera podido ser y no ha sido, de los sueños, las ilusiones o proyectos futuros que no se han podido materializar. Todo este torbellino o vórtice emocional producido por la perdida de la persona tan amada, suele terminar en la gran mayoría de los casos con una beneficiosa aceptación de lo sucedido. 

La mayoría de las rupturas sentimentales  tiene una función adaptativa y ofrecen a medio -largo plazo a los componentes de la pareja una gran oportunidad de crecimiento y progresión. Siempre y cuando el proceso de desamor se lleve a cabo de forma sana, sin que las emociones se enquisten llegando a transformar la ira en resentimiento u odio, y la tristeza en una apatía o peor aún, en una depresión. 

-¿Qué sugiere a las personas que sufren una ruptura, cuando pedir ayuda, cuales son las claves para superar una ruptura?

-Como he dicho antes y vuelvo a remarcar ahora, cada ruptura es diferente, y no podemos establecer un protocolo de intervención estándar. En líneas generales, en  un primer momento es esencial trabajar en reducir y canalizar  las  alteraciones emocionales, consecuencia del evento traumático. Solo una vez menguada la intensidad de estos elementos se pasa a una etapa de renfoque cognitivo respecto a lo sucedido, bajo una óptica  más objetiva y funcional.  Sin olvidar de tratar la autoestima ( a veces seriamente dañada en un desamor). 

Como suelo repetir en estas circunstancias: La única persona indispensable en la vida de cualquiera es uno mismo. Nunca dejar la propia felicidad en las manos de otra persona, si de verdad queremos construir una relación funcional con otra persona, antes tendremos que aprender a querernos y respetarnos  a nosotros mismos. El final de una relación en si, marca siempre el principio de una nueva etapa. Como aprendí aquí:  se cierra una puerta y se abre una puerta más grande. 

El psicólogo Tonino Tarquini, también hoy se despide de nosotros con una frase que es un poco el resumen de todo lo tratado a lo largo de esta interesante entrevista: 

Estar sin pareja no significa estar solo. 





1474 usuarios han visto esta noticia
Comentarios

Debe Iniciar Sesión para comentar

{{userSocial.nombreUsuario}}
{{comentario.usuario.nombreUsuario}} - {{comentario.fechaAmigable}}

{{comentario.contenido}}

Eliminar Comentario

{{comentariohijo.usuario.nombreUsuario}} - {{comentariohijo.fechaAmigable}}

"{{comentariohijo.contenido}}"

Eliminar Comentario

Haga click para iniciar sesion con

facebook
Instagram
Google+
Twitter

Haga click para iniciar sesion con

facebook
Instagram
Google+
Twitter
  • {{obligatorio}}