Su directora, Irene Pardo, realizó el balance de la cuadragésimo séptima edición de este festival “con alma”, vinculada a los clásicos y al territorio donde acontece, y que atrajo a 37.852 espectadores que en taquilla dejaron una recaudación aproximada de 540.000 euros, lo que supone un incremento con respecto al año anterior de 9,5 por ciento, con una ocupación media del ochenta por ciento.

Se trata de unos datos “muy positivos” que indican que “hay un crecimiento exponencial” del Festival, lo que se debe también a haber potenciado un modelo “muy participativo y comprometido con el entorno, la comarca y el tejido asociativo”, expuso Pardo, que resaltó que es “un festival muy a la escucha de todas las personas, instituciones y empresas que quieren participar y sentirlo como propio”.

“Eso ha trascendido a las compañías, a los más de 620 profesionales de todos los ámbitos artísticos que han participado en el Festival”, apreció Pardo, que expresó su satisfacción por esa apuesta de “crear un festival con alma, sentido como propio”.

En un primer balance de resultados, al que seguirán los que reflejen el estudio del impacto económico y social que se está realizando con la UCLM, Pardo señalo que es “un modelo que funciona, que tiene que ver con el origen y fundamento de la Fundación del Festival que es preservar y difundir el teatro clásico pero haciéndolo desde una perspectiva muy colaborativa y participativa, primando la calidad artística y poniendo en muy primer nivel la vinculación con el territorio lo que suma, genera más complicidades y atrae más colaboradores y una manera de entender el festival desde el respeto a las 45 ediciones que nos precedieron”.

“Vamos a seguir manteniendo este modelo” para un festival que “tiene y puede crecer”, con “mucho margen de mejora si incrementamos los recursos” de los que dispone y con actividad no sólo en un mes, sino a lo largo de todo el año. La residencias artísticas que quiere impulsar para otoño o invierno van esa línea, así como la presencia en otras latitudes, apuntó Pardo, que presentó el balance en el Parador de Almagro con la presencia de la viceconsejera de Cultura, Carmen Teresa Olmedo; la vicepresidenta de la Diputación, María Jesús Pelayo; y el alcalde de la localidad encajera, Francisco Javier Núñez.

Pardo, que felicitó a las 120 personas que conforman el equipo del Festival y han logrado que quienes acudieron a los espectáculos disfrutasen y por su difusión en las redes los que no pudieron sintieran una envidia “infinita”, destacó la apuesta por un festival multidisciplinar, incorporando disciplinas como la del circo y una relevante programación de calle, así como por las mujeres creadoras, tratando de visibilizar a las autoras clásicas como Ana Caro de Mallén, María de Zayas y Ana de San Bartolomé pero también aportando la mirada de dramaturgas y directoras contemporáneas como Ana Zamora, Natalia Llorente -ganadora del AlmagrOff-, Laura Ferrer y Paula Rodríguez, además del homenaje a Laila Ripoll, que también se convirtió en la primera mujer comisaria de una exposición del Museo Nacional del Teatro con la exposición ‘Calderón . Un escenario imaginado’.

Así mismo, valoró el refuerzo e incremento en la implicación de la CNTC con el Festival mediante el estreno de ‘El gran teatro del mundo’, la representación de ‘El monstruo de los jardines’, la coproducción con Nao d’Amores de ‘El castillo de Lindabridis’ y el broche de ‘Canciones de amor, desamor y piratas’, a lo que se sumó la proyección del documental ‘Mirar al cielo’ de la Joven CNTC y una participación muy activa en los jurados del Barroco Infantil y AlmagrOff.

Otra de las facetas potenciadas tiene que ver con la recuperación de autores “si no olvidados, escondidos como Bartolomé Cairasco de Figueroa con la programación  de una de su obra ‘La comedia del recibimiento’, una exposición, un debate y la actuación en la Plaza Mayor de verseadores de décimas canarias, a lo que se suma el rescate de Cristóbal de Virués de la mano de Natalia Llorente en AlmagrOff y el pícaro Guitón Onofre por Pepe Viyuela.

En relación con el compromiso de la creación emergente y los nuevos públicos, destacó la puesta en marcha de nuevos proyectos como la Plataforma Corral y sus exitosas funciones de ‘El arte de ser comediante’ y la presentación junto a los alumnos del IES Clavero del programa de mediación cultural y educativa ‘Conectados al Siglo de Oro’, talleres que han propiciado que se haya duplicado el número de alumnos apuntados a la asignatura de artes escénicas en este centro educativo almagreño.

Tampoco Pardo olvidó el ‘espíritu Jedler’ con una programación sobre los clásicos más alternativa y las nuevas miradas de directores jóvenes en AlmagrOff, ni cómo el público familiar pudo disfrutar del Barroco Infantil y de los siete espectáculos de calle que superaron los 9.000 espectadores en sus once funciones.

Respecto a la inclusión, el Festival renovó esfuerzos compartidos con la Once y la Fundación Once, recibió a la compañía mallorquina Sa Boira, rindió homenaje al compositor ciego Rafael Rodríguez Albert y vivió la inmersiva actividad ‘Acaricia un verso’ para comprender desde la experiencia la discapacidad visual y la importancia de favorecer la accesibilidad.

En cuanto al desarrollo de “un modelo profundamente comunitario en el que Almagro, el Campo de Calatrava, sus habitantes, asociaciones, hostelería y comercio” sean fundamentales para arraigar el Festival en la comunidad y asegurar su sostenibilidad y crecimiento, Pardo resaltó que se han desarrollado quince actividades bajo el paraguas Almagro 360 que ha sumado 41 citas vinculadas a la gastronomía, arquitectura y naturaleza.

Además, por primera vez se han organizado rutas fuera de Almagro para conocer almazaras y bodegas promoviendo el territorio que habita el Festival, agregó Pardo, que indicó que la aplicación ‘Sal de Ronda’ con los establecimiento adheridos ha superado las 160.000 visitas, una veintena de comercios decoraron sus escaparates con la gola cervantina y los artesanos de la feria incrementaron sus ventas en un 25 por ciento.

También hizo especial referencia al trabajo artístico comunitario ‘El Picao’, con la participación de las encajeras, una excelente acogida en la Plaza Mayor y sus visos de continuidad; la internacionalización del Festival con propuestas llegadas de países como Chile, Colombia, Japón, Portugal, Reino Unido, Uruguay, Argentina y Corea; y la exhibición de talento manchego, gracias a la Junta, Diputación y Ayuntamiento, con espectáculos de la Ofman, CLM Sinfónica, la Banda Municipal de Almagro, Umbra Teatro, Il Parnaso Musicale, Teatro Cachivaches, Ambulantes Teatro, Euroescena, Abril producciones y La Máquina Real.

Otro pilar fundamental de esta 47ª edición, subrayó Pardo, ha sido la UCLM a través de seis proyectos clave como las Jornadas de Teatro Clásico, Teatro y Educación y Turismo Inteligente, así como el proyecto ‘Conectados al Siglo de Oro’, el estudio del impacto económico y social y el centro de recursos online en la web del Festival. Estos encuentros junto a los de ilusionismo y teatro, en colaboración con el Cdaem, la Fundación Juan March y el Teatro Circo Price, y la segunda edición de ‘La Casa del Verso’ con la Academia de Artes Escénicas siguen fortaleciendo la dimensión académica y formativa del Festival.

También puso en valor la labor de otros “compañeros de viaje” como Acción Cultural Española en la difusicón en el exterior, Aecid en la programación internacional, el Instituto de las Mujeres con el curso por la igualdad de género, instituciones penitenciaras que favoreció la presencia de la compañía de Yeses, el Ayuntamiento de Valladolid para la exhibición de la muestra de cuarenta años de trayectoria de Teatro Corsario, y UGT con la entrega del Premio Lorenzo Luzuriaga a Lola Herrera.