Dagur Sigurdsson no tenía otra alternativa que parar el reloj, y fruto de ello sus discípulos se levantaron con coraje para equilibrar (8:8) el choque otra vez. Jordi Ribera no quería conceder terreno, y emulando a su homólogo convocaría a sus hombres. España se había precipitado en los últimos minutos, lo que facilitaría la labor del meta balcánico, Kuzmanovic. 

Los Hispanos regresaron al partido con ánimo redoblado, y pronto Ian Tarrafeta se lucía con una finta al punto débil para dejar a Croacia otra vez en inferioridad y volver a lanzar a los suyos. España, de hecho, respondía con un 4:0 a un conjunto balcánico únicamente sostenido por su meta, Dominik Kuzmanovic. Y como siempre, Miguel Sánchez-Migallón Naranjo se multiplicó en el centro de la defensa para realizar un gran trabajo. Sufrió una exclusión en los primeros minutos del partido, pero se sobrepuso y completó otro excelente partido. 

El equipo de Jordi Ribera completaría 30 minutos excelsos, con Gonzalo Pérez de Vargas perfecto en el marco, y bajo la batuta de Álex Dujshebaev, sublime a la hora de amenazar a la zaga rival y asistir a sus compañeros en el momento preciso. Suyo, precisamente, era el tanto final para marchar al descanso 5 goles arriba. 

Croacia tenía que ir con todo a por la remontada, ya que el empate favorecía los intereses españoles. Y el retorno a pista de los balcánicos era perfecto, con un 0:3 a su favor y, sobre todo, secando por completo a los atacantes españoles durante 7 minutos. 

Aleix Gómez se encargaría de romper la sequía del combinado español, que volvía a recuperar su tono defensivo y sus números en ataque. Kuzmanovic no ejaría de crecer en la segunda parte, pero España volvía a consolidar un colchón cómodo (22:19) de tres tantos. 

El final del partido se cernía sobre ambos conjuntos, y la defensa española cada vez se hundía más, lo que permitía cobrar protagonismo a Luka Klarica, joven de 22 años que se convertía en el inesperado líder del equipo arlequinado. España, por su parte, exprimía cada uno de sus recursos, como la efectividad de sus extremos o el poderío en el uno contra uno de Álex Dujshebaev. Y, sobre todo, la vía diseñada por Agustín Casado para conectar con Javier Rodríguez en el pivote, clave en la recta final firmando tantos vitales para los suyos. 

Croacia, en sus estertores, conseguía empatar el choque desde los 7 metros a 12 segundos del final, pero en una jugada fugaz, el balón lo recibía Aleix Gómez para batir por bajo a Kuzmanovic y sellar el billete de España a los cuartos de final. 

Resultado que permite a los Hispanos culminar la Preliminary Round en tercer lugar del Grupo A y, por tanto, cruzar su camino con Egipto en el estadio Pierre-Muroy de Lille: un choque previsto para el próximo miércoles, a partir de las 9:30 h.