Tiene mucha carga simbólica el escenario de esta entrevista con el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro en el Museo López Torres, justo en la antesala de las ferias y fiestas de la ciudad.  La cultura volverá a tener un papel relevante en la programación, el recinto acogerá la exposición del Certamen de Pintura y Dibujo y el ilustre pintor que da nombre al museo será reclamo principal en la ochenta edición de la Fiesta de las Letras. La concejala de Cultura, Inés Losa, acompaña al primer edil en una mañana en la que el calor parece dar una pequeña tregua. Por las calles ya asoman esos rostros menos conocidos de  tomelloseros que buscaron su sustento en otros lugares, pero que  se empeñan en volver en fechas tan señaladas, mientras otros vecinos adecentan las fachadas de sus casas para que luzcan impecables estos días.

—Estamos ante la feria que será la primera que organice íntegramente el equipo de gobierno del PP y Vox ¿entraña por ello una mayor responsabilidad?

—La vivo con la misma ilusión, responsabilidad y temor porque  nuestra feria que tiene que ser un referente regional, y aunque compites con localidades mayores, la feria de Tomelloso siempre es una de las que mayor afluencia de personas que registra. Hemos programado una fiesta para todos, para esos que deciden pasar sus vacaciones en la feria de Tomelloso, pensando en esos tomelloseros que regresan a casa y también para los vecinos de otros municipios que nos visitan. Por tanto, los actos tienen que ser para todos los públicos con actividades infantiles y otras que toquen la cultura, el ocio, las tradiciones, la agricultura o el deporte, que nos va a traer treinta actividades en la segunda quincena de agosto. Hablamos de una feria muy completa.

—Una feria es un acontecimiento muy visible que siempre da pie a valoraciones y análisis por parte de los ciudadanos, ¿no cree?

—Sí, es cierto. Si la feria sale bien es  mérito de todos, pero si sale mal la responsabilidad, evidentemente,  es del equipo de gobierno con su alcalde a la cabeza. Hablamos de una fiesta que durante diez días acoge eventos de todo tipo, que no se solapen unos a otros, para que los vecinos puedan elegir e ir a todo. Es la semana más esperada para mucho vecinos, empezando por los que deciden pasar sus vacaciones disfrutando de la feria y eso nos obliga a los responsables públicos a ofrecerles la mejor feria posible. Si el año pasado, dentro de la premura con la que tuvimos que prepararla, funcionó muy bien, la de este año, que llevamos preparando desde septiembre, tiene que ser un éxito.

—¿Qué destacaría del programa que se ha confeccionado?

—Destacaría que es una fiesta equilibrada. En los años anteriores, el grueso de la actividad se concentraba el fin de semana y en el resto del día la oferta de actividades era más pobre. Esta feria, desde el 23 por la noche que empieza el concierto de Medina Azahara, hasta la traca final del 30, hay actividades todos los días. Hemos preparado una oferta de conciertos para todos los gustos y sensibilidades musicales y también se ha producido un incremento de actividad en el deporte, en los espectáculos infantiles o en esas actividades donde las asociaciones, los colectivos y las personas tendrán su merecido protagonismo

— ¿Qué momento de la feria le resulta más atractivo a Javier Navarro?

— Me gusta y me emociona mucho ese momento de ver la imagen de la Virgen salir de la parroquia en la tarde del 24 de agosto para dirigirse al escenario de la plaza donde tendrá lugar la Fiesta de la Vendimia. Es un momento de mucha cercanía de la Patrona con el pueblo. Y luego hay otros dos momentos que me resultan muy especiales. Primero, la Gala de los Viñadores, por el recuerdo de su creador e impulsor, Ramón González y también porque significa el reconocimiento de la sociedad tomellosera a personas y colectivos que llevan una trayectoria muy meritoria. Y luego está la Fiesta de las Letras que es uno de los certámenes literarios con más solera de nuestro país, que ha ido aumentando sus premios económicos y que se ha mantenido muchos años, por encima de crisis y otras vicisitudes, algo que reconocen abiertamente los escritores y artistas que participan en ella.

—Una Fiesta de las Letras que este año cumple 80 años, nada más y nada menos…

—Tenemos alguna sorpresa preparada con motivo de esa efeméride. Pocos certámenes culturales pueden presumir de tanta longevidad y de una evolución al alza en los premios y en el prestigio de los miembros del jurado, como Antonio López, o los propios galardonados. Todos los equipos de gobierno que han pasado por el Ayuntamiento han cuidado al máximo la Fiesta de las Letras para que sirva como broche de oro. Nadie ha tenido la intención de aminorarla y, mucho menos, de suprimirla.

—Damos un giro en la entrevista para analizar lo que ha sido el primer año de la legislatura, ¿cómo enjuicia estos catorce meses de mandato?

—Ha sido un año intenso, no exento de dificultades. Me he referido en repetidas ocasiones a una situación económica que no era tan boyante como otros la quisieron vender. No pongo en duda la del periodo 2015—2019, pero en los últimos 18 meses se les fue la mano en el gasto para salvar esa segunda legislatura de desapego con la sociedad. En cualquier  caso,  quiero centrarme en la ilusión que tengo en proyectos muy importantes que solicitaba la sociedad de Tomelloso. La acción de gobierno tiene que ir mucho más allá de embellecer la ciudad, se trata de solucionar problemas y dar respuesta a las demandas de los ciudadanos.  En septiembre empezarán a funcionar dos nuevos comedores escolares, vamos a programar las obras para desarrollar la avenida de Niort que hará posible aligerar el tráfico de la avenida Antonio Huertas y contar también con colectores de mayor diámetro, vamos a mejorar el servicio de limpieza con un contrato que se verá incrementado en 100.000 euros más, la ciudad va a contar con un nuevo pulmón verde, el de mayor superficie de todas las zonas verdes que existen en la ciudad y también los primeros pasos para la construcción de un pabellón ferial. Son obras de envergadura, que exigirán trabajo para buscar la financiación, pero que ayudarán a que los vecinos vivan mejor. Como los vecinos del Barrio San Juan que se va a municipalizar, de hecho ya puedo anunciar que el convenio de municipalización del barrio irá en el pleno del mes de septiembre.

—En las preocupaciones de los ciudadanos siempre aparece la sanidad, ¿tendremos buenas noticias en su segundo curso político como alcalde?

—Nunca dejaremos de solicitar a la Junta de Comunidades la apuesta definitiva por el Hospital de Tomelloso y por la apertura definitiva del nuevo Centro de Salud. Por otro lado, al Ministerio del Interior le pediremos el incremento de efectivos de la Guardia Civil porque la seguridad es uno de los temas que más preocupa a los vecinos. También pediremos que devuelvan las competencias de Extranjería a la Policía Nacional.

—Muchos de los proyectos que explica, necesitan el apoyo financiero de administraciones superiores que tienen otro color político ¿cómo están las relaciones institucionales en estos momentos?

—Son cordiales en lo personal. Aunque otros digan que me amilano —no voy a decir la expresión— en presencia de los dirigentes de su partido cuando los tengo delante. Considero que las cuestiones pendientes se solucionan en las reuniones… De los que me han querido recibir, claro, porque en los quince meses que llevo de alcalde todavía no me ha querido recibir el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, pese a que somos la octava ciudad de la región. Con todos los que me he reunido les he manifestado, con claridad, las necesidades de Tomelloso. Unas se han podido atender, como es la cesión del suelo del IRIAF para el parque del V Centenario, y el resto no.

—Las administraciones están para ayudarse, donde no llega una ahí está la otra, ¿no le parece?

—Eso se lo expuse al vicepresidente segundo, cuando una administración dispone de un recurso que necesita otra debería cedérselo. Y eso vamos a hacer nosotros con los dos mil metros cuadrados que tenemos de suelo dotacional cerca del nuevo centro de salud como aparcamiento. Entiendo que, con una falta de previsión tremenda, la Junta que es quien está construyendo la infraestructura debería haber contemplado un parking. A pesar de ser un proyecto que se lleva desarrollando desde 2016.

El caso contrario es la cesión de cinco mil metros cuadrados en los terrenos del IRIAF por parte de la Junta al Ayuntamiento, liderado por un equipo de gobierno socialistas, para la construcción de un pabellón ferial. Meses más tarde, se deniega la cesión, con la excusa de plantar brócoli, simplemente por el cambio de color político. Yo creo que es indigno de quienes dicen atender las necesidades de sus vecinos.

—Usted decía no hace mucho que la Junta consideraba a los Tomelloso como ciudadanos de segunda, ¿mantiene esa afirmación?

—Es necesario atender las necesidades de los vecinos, gobiernen unos u otros, gobierne la izquierda o la derecha. Somos ciudadanos de Castilla-La Mancha y nos merecemos el mismo trato que otros. Las relaciones institucionales no pueden ser buenas pues el Ejecutivo regional no está invirtiendo en Tomelloso. Si vemos los cuadros de inversiones de los presupuestos, nuestra ciudad no figura en ninguno de ellos. Y más allá de las promesas que tenemos, todo se resumen en que el centro de salud está ahí, todavía sin abrir.

—La conexión ferroviaria es una reivindicación de Tomelloso que se ha ido enfriando con el paso del tiempo. El Ayuntamiento aprobó una moción para pedir la incorporación de la ciudad al PITVI. ¿El equipo de gobierno de Javier Navarro va a enarbolar la conexión ferroviaria de Tomelloso?

—Nosotros vamos a tener como bandera la mejora de los servicios de esta ciudad. Evidentemente la conexión ferroviaria es uno de ellos. Entendemos que tiene que mejorar el número de autobuses, que hay que mantener las autovías y carreteras, en definitiva, hay que mejorar las vías de comunicación. Cuando Europa está apostando fuertemente por el tren, creo que la oportunidad que tenemos como ciudad y como comarca es solicitar al Gobierno que nos incluya en el Plan de Infraestructuras Terrestres y de Vivienda. Ese es el primer paso.

Esta reivindicación se ha enfriado por dos motivos, la sociedad cuando no consigue sus objetivos termina agotándose. Y segundo, hemos tenido un gobierno local que no se ha atrevido a pedirla a un Ejecutivo de su color político. Inmaculada Jiménez era muy de convocar la Comisión de Seguimiento del Tren cuando Rajoy era el presidente, pero en cuanto llegó Pedro Sánchez dejó de convocarla. Nosotros hemos solicitado nuestra inclusión en el PITVI, sin dar mucho ruido. No nos tenemos que poner una medalla por hacer nuestro cometido

—Tras la aprobación de la moción, el portavoz de la oposición se mostraba optimista ante nuestra inclusión en el Plan de Infraestructuras, ¿comparte el alcalde ese optimismo?

—Lo comparto. Si la lógica, el sentido común y los criterios técnicos imperen, que no siempre lo hacen. Insisto en el abandono que como ciudad tenemos del resto de las administraciones. Entiendo que Europa apuesta por este medio de transporte, el tren y al Gobierno de España se le llena la boca de hablar de ferrocarril. No conozco a ningún político que le haya dicho no a la conexión ferroviaria, por lo que no entiendo que estemos fuera del Plan. Pero el hecho de estar, no conlleva la asunción de esa conexión porque en el anterior PITVI han sido muchas las infraestructuras que se han dejado olvidadas.

—¿Cómo creé Javier Navarro que se puede rebajar la tensión que existe en el Ayuntamiento entre el equipo de gobierno y la oposición?

—Me suena haber respondido a esta pregunta de la manera en la que voy a responder. Tengo una magnifica relación con todos los que han sido candidatos y portavoces, de Izquierda Unida o del Partido Socialista en Corporaciones anteriores. Puedo hablar de Ángel Vela, Rafael Quesada, Inocente Andújar o Pablo Burillo. No entiendo lo que sucede ahora. No sé si Inmaculada Jiménez puede decir lo mismo, que tiene una buena relación con Carlos Cotillas, por ejemplo. Creo que el acercamiento tiene que ser bidireccional. Esto seguro que la oposición habla más de nosotros que nosotros de la oposición. Para que se normalice la situación lo primero que tiene que suceder es que el PSOE normalice su derrota. Ya ha pasado casi un año y tiene que dejar de mirar atrás y hacerlo hacía adelante, proponiendo soluciones para el presente y el futuro. No limitarse a que cada vez que el equipo de gobierno hace algo, salir a colocarse la medalla. Y, por otro lado, intervenir en los plenos y no hacerlo de manera grosera o hiriente.

El ejemplo de la tensión que se vive por parte de la oposición es que el Gobierno anuncie la concesión de una licencia de obras y salgan a ponerse la medalla de la gestión. Insisto, para rebajar la tensión, el PSOE tiene que normalizar la situación, que no es otra que el PPO y VOX están gobernando y en 2027 habrá otras elecciones.

—Usted ya tenía experiencia municipal, en el gobierno y en la oposición. Ahora es el alcalde, ¿hay mucha diferencia? ¿cómo está procesando esta nueva situación?

—La diferencia es enorme. En todos los momentos en que he formado parte del Ayuntamiento he tenido ilusión y responsabilidad. Cuando fui el número 13 de la lista y entre como concejal más joven o cuando en 2011 fui primer teniente de alcalde… Pero entonces, ante cualquier problema, tenía al otro lado del teléfono a una persona experimentada como Carlos Cotillas. También he tenido ilusión y responsabilidad en los ocho años de oposición. Y evidentemente, ahora esa ilusión y responsabilidad han aumentado.

Ilusión por estar desarrollando tu manera de entender el Ayuntamiento y Tomelloso. Cuando todo sale a las mil maravillas, insisto, nos felicitamos todos. Pero cuando algo sucede, no de la manera correcta, ponemos el foco en el equipo de gobierno, y en su mayor representante, el alcalde. La responsabilidad, como digo, aumenta y puede apabullar, pero el tener tantos años de municipalismo a las espaldas, contar con un equipo que, pese a ser joven, es muy bueno y trabajador, tranquiliza un poco. Y el saber que yo no descanso hasta que las cosas no salen bien, es una circunstancia que me deja dormir un poco por la noche.