Volver a Tomelloso para la Fiesta de las Letras es para mí como regresar a la infancia. Tengo a Tomelloso pegado al paladar junto al gusto de las golosinas que tomaba de niña, apiñado en un trozo de sabor a mosto joven, a campo abierto y a libertad. Nada puede hacerme más feliz que recuperar esas sensaciones, refrescarlas en mi alma a través de los ojos, de los olores, del tacto de la presencia viva de sus calles y sus gentes. En mi “noviciado” literario, Tomelloso también está unido a la figura, entrañable y admirada como pocas, de Francisco García Pavón, su insigne escritor, con quien aprendí palabras “manchegas” que me abrieron la puerta a un mundo oculto, excitante y secreto de delicias filológicas, de sonoridades rotundas y campesinas, de misterios sorprendentes (el reino de Witiza y las Sabinas, las hermanas coloradas en una semana de lluvia y otra vez domingo en el hospital de los dormidos…cosas así, maravillosas).
Tomelloso ya era literario antes de García Pavón, no lo dudo, pero después de sus libros, de sus prosa encantandora, cultísima y sobria, se convirtió en mi Macondo sin playas Caribe ni zopilotes, ni laboratorios de alquimia, sólo con sus cielos perfectos y salvajes, sus viñas doradas y la luz de la tarde enjalbegando las paredes de las casas con un cal limpia hecha de sol viejo y sueños nacientes.
Sí. Es hermoso volver.
Gracias.
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Lunes, 2 de Septiembre del 2024
Domingo, 1 de Septiembre del 2024
Sábado, 21 de Diciembre del 2024
Sábado, 21 de Diciembre del 2024
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