Veintiún años lleva en el sector de limpieza, Inmaculada Campos, máxima responsable de la empresa Limpiezas y Pulidos Manchegos que se ha ido abriendo hueco en el mercado a base de esfuerzo, seriedad y un trabajo bien realizado. Campos asegura estar muy orgullosa  de la empresa que ha consolidado.  “Me dedico a ella en cuerpo y alma, y aparte de mi familia, es el motor de mi vida”, empieza diciendo con una frase que es toda una declaración de intenciones.

Desde aquel lejano 2003, han transcurrido más de dos décadas. Inmaculada cogió el testigo del negocio que iniciara en Tomelloso su padre, Julián Campos. “Montar una empresa supone siempre mucho esfuerzo y sinsabores. En realidad, los mejores años de mi vida los he dedicado a este proyecto y he ido viendo como las dificultades han aumentado. Hoy en día es complicado mantener una empresa. Yo dejé un trabajo fijo que tenía y lo dejé todo  para que la empresa saliera delante”. La empresaria reconoce que “el hecho de coger la cartera de clientes que tenía mi padre me abrió un poco el camino. Él se dedicaba entonces a pulir terrazo, algo que en esos años daba mucho trabajo. Ahora hay mucho menos porque el terrazo es un tipo de material que ya no se pone  tanto”.

Pero a pesar de obstáculos y dificultades, Campos realiza un balance positivo de su trayectoria. “El hecho de durar tanto tiempo es ya un éxito. Cada vez sale más competencia en el sector, en algunos casos muy desleal. Si todas las empresas estuviéramos unidas, con una misma tarifa de precios, todo funcionaría mucho mejor. Pero tristemente, hay empresas que estropean mucho el mercado tirando los precios, además de no tener las cosas como deberían tenerlas”, lamenta.

Limpiezas y Pulidos Manchegos cuenta actualmente con diez empleados. “El capítulo de personal quizá sea el más complicado, por la creciente exigencia de las normas y demás, pero  hay que adaptarse”. Su ámbito de mercado es Tomelloso y toda Castilla-La Mancha e Inmaculada agradece la fidelidad de clientes que mantiene desde hace muchos años. “Los clientes son nuestro mayor potencial y riqueza. Tenemos que agradecer la confianza de esas empresas que, desde el primer momento, confiaron en nosotros  y siguen ahí”.

Inmaculada Campos tiene muy clara la estrategia para que la empresa haya ido alcanzando sus objetivos. “He mantenido mi propia línea y creo que otras empresas han copiado nuestro sistema, lo que indica que no lo estaremos haciendo tan mal. Lo ideal sería que cada uno nos diferenciamos en algo, pero no es así, nos copian bastante. La ventaja nuestra es que conocemos bastante bien el sector”, asegura la empresaria que también otorga mucha importancia “a que la empresa tenga siempre una cara visible, que se cuiden los detalles y que los clientes vean cercanía y complicidad a la hora de solucionar cualquier problema”.

Considera que no se valora lo suficiente el trabajo de las empresas de limpieza “y eso tiene que ver con el intrusismo y gente particular que no hace las cosas con la suficiente profesionalidad y rigor. Como te decía antes, llevo muy mal el tema de la competencia desleal porque ha denigrado el sector y eso ha provocado que no estemos bien valorados”. Inmaculada recuerda los durísimos tiempos del Covid “donde fuimos esenciales, pero nadie nos dijo gracias”.

En cuanto a proyectos de futuro, la empresaria, se muestra cauta y apuesta por mantener lo que tiene ahora “una cartera de clientes bastante importante, pero nuestra idea es enfocarnos cada vez más a empresas y poder expandirnos y salir algo más fuera. Acabamos de empezar a trabajar con Anro, le hemos prestado servicio también a Vinícola de Tomelloso, a Bodegas Centro Españolas, Glomol…empresas que permiten hacerte un hueco. El pequeño cliente lo tienes que tener también, por supuesto, pero queremos centrarnos más en empresas”. 

Campos valora algunos servicios de la empresa como el de tratamiento de suelos o el de la asistencia a domicilio “que nos permite dar servicio a personas mayores que confían plenamente en nosotros. Ahí tenemos también un buen mercado, pero hay que responder con buena formación y profesionalidad”, concluye.