“Es un orgullo enorme que mi pueblo se acuerde de mí. No creo que tenga méritos suficientes para ello, pero lo agradezco de corazón a las autoridades y resto de personas que lo hayan decidido”, empieza diciendo. Pedro Belda se marchó de Tomelloso en el año 82, más de cuarenta años alejado de la patria chica, aunque no tanto “porque vengo siempre que mis obligaciones y circunstancias me lo permiten. Aquí está mi familia, también la de mi mujer y los amigos y, sobre todo, están los recuerdos de la infancia y la juventud”, señala. 

Belda es apellido de origen levantino, portado por personas que en Tomelloso siempre demostraron un gran espíritu emprendedor. Pedro asegura que “volver a Tomelloso siempre es algo muy especial, sobre todo en el mes de septiembre con ese ambiente y olor a vendimia que resulta tan evocador. Pero en realidad cualquier momento es bueno para regresar a la ciudad”.

Intensa vida la de Pedro Belda que tras su paso por una academia militar, estudió derecho y al obtener el doctorado impartió clases en la Universidad. Opositó después a la judicatura, y tras solicitar la excedencia, ahora ejerce la abogacía. “La vida supone plantearte retos y en mi caso han sido muchos”.  

El Tomellosero Ausente toma el relevo del guitarrista, Óscar Herrero y el cocinero Ramon Jiménez. Confiesa que cuando se reúne con otros paisanos “siempre salta a la palestra Tomelloso, su singularidad, sus costumbres, anécdotas, esa forma de ser de sus gente que lo hacen tan diferente. Todos hacemos gala de ser de Tomelloso. Lo llevamos muy dentro”.

A poco menos de una semana del acto, Pedro Belda reconoce que “aunque suelo dar charlas y conferencias relacionada con mi ámbito laboral, no me gusta ser el centro de ningún acto, pero espero disfrutarlo al máximo, compartirlo con mi familia y pasar un momento agradable. Creo que va a ser un acto entrañable que recordaré siempre”.