30 años han pasado desde que vimos al Cuervo inmortalizado
por Brabdon Lee. Ahora con un remake a cargo de la persona que se cargó Ghost
In The Shell, llega una versión casposa del personaje: El Cuervo.
Dirigida por Rupert Sanders y protagonizada por Bill
Skarsgard, FKA Twigs y Danny Houston entre otros, esta nueva versión no vuelve
a contar la historia de amor entre Eric Draven y Shelley Webster, asesinados
por unos tipos sospechosos y con poderes sobrenaturales. Eric resucita para
cobrarse venganza y si cumple dicho propósito podrá resucitar junto con su
amada.
Ya para empezar cuando se mostró la primera imagen de este
personaje, el look se veía horrible y muy parecido al Joker de Jared Leto, sí
al que estaba tatuado y es que parece que para que el personaje conecte con la
nueva generación hay que ponerle como un trapero y yo me pregunto: ¿tanto
costaba no cambiarle nada y dejarle el pelo largo y el maquillaje? La cosa
sigue cuando descubrimos que Eric es un emo con comportamientos depresivos y a
esto se le suma el consumo de drogas porque no hay ni una sola escena donde se
esté fumando un peta. En cuanto a la historia de amor con Shelley, lo que podía
resumirse en media hora de metraje para hacerla breve y concisa, dura una hora
y es aburrida y sin ritmo porque nada más conocerse en 5 minutos ya se enamoran
y no es creíble.
Bill Skarsgard es buen actor y ha demostrado que puede hacer
escenas de acción gracias a Kill Boy pero aquí por mucho que lo intente no lo
consigue porque el guion es malo y perezoso y en cuanto a FKA Twigs no lo hace
mal pero no es actriz y le falta potencial y bueno lo de Danny Houston es de
chiste porque es un villano plano y sin sentido, al menos la némesis del personaje
en la película de Brandon Lee era un capo de la mafia cuyos matones adoraban el
caos y matar a gente.
En cuanto a la temática oscura que tanto caracteriza al
personaje y sobre todo la ciudad donde se desarrollan los hechos, Sanders se
copia de la Gotham de Christopher Nolan en Batman Begins y lo cierto es que la
Gotham de Matt Reeves en The Batman tenía mejor estética y muy parecida a la de
Proyas por lo que podía haberse inspirado del trabajo de Reeves.
Pero sin duda lo que más me duele es el tema principal, el
personaje es movido por la venganza y se ve en el cómic y en la cinta de Proyas
y aquí en cambio sustituyen la venganza por el amor. ¿Cómo?, ¿Por qué? Pero
además lo utiliza fatal y hace que esta historia de amor con temática oscura se
vuelva pesada.
Lo único bueno es el clímax de la película, teniendo una
escena de acción gore y sangrienta que aún sin salvar la película en parte es
entretenida. Eso y las canciones usadas en la cinta aunque en algunas escenas
no pegan ni con cola. Si este Eric Draven es medio emo y edgy y tiene look de
trapero me pregunto por qué no escucha por ejemplo Metalcore o Deathcore o
incluso Trap. Os pongo algún ejemplo: My Chemica l Romance, Bring Me The Horizon,
Lorna Shore, Travis Scott, Post Malone y un largo etcétera. En fin, buenas
canciones que no se adhieren con el tono de la cinta.
El Cuervo de 2024 sin duda es de lo peor que ha dado el
género de super héroes y la prueba que en ocasiones no es necesario hacer una
película con calificación para mayores de edad si el guion no está cuidado y
trabajado. Me duele decirlo, pero el personaje se quedará sepultado durante un
largo tiempo, de la misma manera que le ocurrió a Hellboy y a Conan. Hollywood
debe comprender que en ocasiones no es necesario resucitar películas que en su día
son joyas de culto.
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Domingo, 22 de Diciembre del 2024
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