A
falta de apenas dos semanas para que la Campaña de Temporeros de Cáritas Tomelloso
llegue a si fin, los periodistas de La Voz visitan las instalaciones de la ONG
de la iglesia. El delegado de la entidad, el sacerdote Antonio López, acaba de aterrizar
con un cargamento de legumbres y arroz de una conocida empresa de Villarrobledo.
Nos unimos a la cadena de voluntarios que descargan garbanzos, alubias,
lentejas y arroz que aliviarán algo la precaria situación de mucha de las
personas que acuden estos días buscando ayuda.
Hay
ajetreo en el Centro Teresa de Calcuta, los usuarios esperan en silencio ser
atendidos, las voluntarias de la acogida suplen con ingenio el desconocimiento
de muchos de los idiomas de los migrantes. Cáritas prevé atender a medio millar
de personas en la campaña de este año, así nos cuenta su directora, Teresa
Requena
La
atención comienza con voluntarios de Cáritas recibiendo en la puerta a las
personas que acuden. Entregan un número a los temporeros que son conducidos a
un amplio salón “para que estén fresquitos con el aire acondicionado. Les damos
fruta, algo de dulce o yogures”. Ahí esperan a ser llamados a uno de los dos
puestos de acogida que se han habilitado, “por la gran cantidad de personas que
recibimos estos días”. Si necesitan del servicio, pasan a Orientación laboral.
Se prevé atender a quinientas personas
Desde
julio, salvo la semana de la feria que Cáritas cerró, se han recibido más de
trescientas personas temporeras, apunta Teresa Requena, lo que ha supuesto cerca
de setecientas actuaciones. Calcula Requena que la Campaña de Temporeros podría
acabar la próxima semana. De las personas atendidas, “ciento treinta y ocho
están en situación irregular”, que se corresponde con las cifras previstas por
la entidad. El martes, apuntaba la directora de Cáritas “tuvimos una gran
afluencia de personas de Venezuela, todas nuevas”.
Parece
ser que este año no hay demanda de duchas, “estamos entregando ropa y calzado,
como en ocasiones anteriores y, sobre todo, alimentos”. Se ha descartado el
comedor, “dado que tendríamos que establecer dos o tres turnos”, explica Teresa
Requena, “y también la comida preparada, no podemos correr el riesgo de
que se ponga mala”.
Apunta
la directora de Cáritas que el lote que se entrega, “al igual que ocurre
durante todo el año”, lo eligen los propios usuarios “de un listado que les
entregamos, dependiendo de sus necesidades y gustos, lógicamente”. En la entidad,
subraya Requena, “no ponemos límite a las peticiones de nadie. Piden lo que
quieren y la cantidad que quieren Tenemos pollo, salchichas… también un
convenio con Consum por el que los lunes y miércoles recogemos los alimentos y ellos
nos apoyan con carne, fruta y verdura. Para nosotros es muy importante”.
Cáritas,
durante la campaña de temporeros, da un máximo de tres ayudas por persona que,
por las cifras que esgrime la directora, la mayoría de los usuarios no llegan a
cubrir. Por las instalaciones de Cáritas pasan unas veinticinco personas a
diario, diez de ellas aproximadamente, viene derivadas de Fundación Ceres que
también hace una primera acogida.
Quince voluntarios
El
perfil de las personas atendidas en la campaña “es muy variado”, señala la
directora de Cáritas, “quienes vienen de Sudamérica tienen un perfil completamente
distinto a los usuarios de África”. La mayoría de los temporeros que están
acudiendo a Cáritas son “hombres solos”, aunque también “aumenta el número de
mujeres no acompañadas”.
Prevé
Teresa Requena que, como el pasado año, en esta campaña se llegue a las quinientas
personas atendidas y señala que la ONG está preparada para alargarla una semana
más “si fuese necesario”. Echa de menos la directora de Cáritas que, dado que
la entidad tiene un departamento de orientación laboral y es, además, una
agencia de colocación que tiene convenios con las organizaciones agrarias,
peticiones de trabajadores por parte de los agricultores de Tomelloso.
Participan
en la campaña de temporeros quince voluntarios de Cáritas, además de una chica
y un chico becados. La campaña de temporeros es posible “gracias a la
solidaridad del pueblo de Tomelloso y al convenio que firmamos con el
Ayuntamiento. Tenemos personas suscritas que nos entregan cuotas mensuales”.
Entre
un 12 y 15 por ciento de las personas que ha atendido Cáritas tiene permiso de
trabajo, eso implica que sean pocos los temporeros que finalmente logran
conseguir empleo. Se han recibido ofertas para “la recogida de oliva y la
recolección de melón y sandía”. Asegura
Natalia Moreno, la responsable del servicio, que todas las personas que tienen
permiso de trabajo se emplean. En el departamento de orientación laboral,
Cáritas ayuda a la búsqueda de trabajo “los inscribimos en una base de datos”. Además de orientación, la ONG ofrece a las
personas migrantes asesoramiento jurídico.
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Sábado, 23 de Noviembre del 2024
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