Nos cuenta el artista que ha visitado este año la maravillosa joya del Adriático “que es la ciudad de los acuarelistas, Turner, Sargent y tantos y tantos”. Y es que Méndez tenía ganas de ir a la ciudad de los canales y ha sido una experiencia maravillosa y mágica, “cada sitio que veía era un cuadro”.

Durante su viaje, el pintor se dedicó a tomar apuntes del natural, libreta mediante, que luego ha trabajado en el estudio. Y es que, nos señalaba, la cantidad de gente que hay continuamente en Venecia “impide pararte a realizar un cuadro” por lo que hacía bocetos a lápiz “de los que han salido muchas acuarelas”.

Animado por el responsable de la taberna, Méndez, ha colgado una quincena de rincones venecianos en El Rinconcito. Unos cuadros en los que destaca la frescura de un estilo nada recargado, preciso, casi impresionista, en la línea de los grandes acuarelistas que le han precedido en plasmar la ciudad de los canales. “Mi forma de trabajar es esa, prefiero captar la luz y la sensación más que dedicarme al dibujo”.

Continúa Tomás Méndez, como la última vez que hablamos con él, participando en certámenes de pintura rápida “mañana estoy en Herencia y el domingo en Mota del Cuervo”.