Los tractores entran por la puerta trasera de la cooperativa y se dirigen primero al pincho para determinar el grado de uva y los parámetros de acidez, glucónico y potasio que son los que conformarán la calidad de la uva. Una vez que ha concluido la analítica el viticultor se dirige a los descargaderos, hay doce para las variedades blanca y seis para las tintas. “Ahora está entrando airén en blancos y en el tinto se está recolectando los últimos tempranillos, los syrah, las garnachas, las garnachas tintoreras y cabernet”, explica Treviño. “El departamento técnico va organizando las fechas de vendimia de los socios. Desde el año pasado se hacen también vendimias nocturnas para agilizar las descargas. Ahora con las espalderas entra constantemente uva en la bodega, no como antes que casi todo llegaba por la noche o algo al mediodía”. 

La vendimia en Virgen de las Viñas se encuentra en  torno al 35-40 por ciento. “La entrada media de uva al día es de 4 o 5 millones de kilos en los blancos y un millón en los tintos. Unos seis millones al día, sin contar también la bodega de Arenales de San Gregorio”, señala. Para hacer más llevadera la espera algunos agricultores toman algo en la tasca, que a esta hora de la tarde, empieza a estar muy concurrida. 

La uva está entrando en muy buenas condiciones y llama la atención las grandes dimensiones de algunos remolques. Las denominadas bañeras pueden recoger hasta treinta y tres mil kilos de uva.  Los remolques se van inclinando poco a poco para descargar la uva que va cayendo por su propio peso, antes se realiza el sangrado para que el mosto vaya saliendo Tras la descarga los remolques son lavados. Entre los empleados que trabajan en la campaña hay mucha gente joven, algunos de ellos estudiantes que ganarán un dinero que les vendrá francamente bien para costearse sus estudios.

Son muchos los camiones que llegan para llevarse producto. El final de la vendimia estará muy cerca  del comienzo de la campaña de la aceituna que se iniciará a finales octubre o primeros de noviembre. Así es el ciclo de una entidad de la que depende la economía de miles de familias de Tomelloso.