“Nos preocupaba que esta idea no garantizaba el respeto a la dignidad de los migrantes y ya el pasado lunes mostré mi convencimiento de que este centro no se iba a llevar a cabo por cuestiones humanitarias”, ha explicado Caballero. El vicepresidente segundo ha incidido en la firme postura mostrada por el Gobierno de Castilla-La Mancha en torno a este asunto y ha remarcado el carácter solidario y acogedor del Ejecutivo autonómico “desde el que defendemos otros modelos que ya hemos comprobado como sociedad que funcionan en otras crisis migratorias”.

El vicepresidente segundo también ha afeado que “haya habido quienes irresponsablemente han mercantilizado políticamente este tema pensando antes en posibles votos que en los derechos humanos”. Caballero ha llamado la atención sobre el peligro de los mensajes negativos que se han lanzado en los últimos días en torno a la inmigración y ha advertido de “la hipocresía de posturas humanitarias en ciertos representantes públicos que en el día a día ponen trabas a las personas inmigrantes y lanzan mensajes de odio y discriminación”.

Colaboración para abordar la inmigración desde la integración y la solidaridad

José Manuel Caballero ha mostrado la disposición del Gobierno regional, tal y como afirmó ayer el presidente Emiliano García-Page, para colaborar con el Gobierno de España en materia de inmigración. “La crisis migratoria debe abordarse desde el diálogo y la colaboración entre el Gobierno central, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y la sociedad en su conjunto”; ha señalado, al tiempo que ha explicado que “desde el Gobierno de Castilla-La Mancha proponemos avanzar hacia modelos de colaboración en materia de inmigración en los que la integración, los derechos humanos y la solidaridad sean las piedras angulares”.

“No podemos mirar para otro lado porque estamos hablando de seres humanos que huyen de sus países donde viven en situaciones de extrema pobreza o guerra”, ha incidido el vicepresidente segundo y ha remarcado que “debemos respetar los derechos humanos de las personas que llegan a nuestro país y dejar atrás posibles intereses partidistas”. José Manuel Caballero ha concluido que se debe apartar el odio para poder comenzar a abordar la inmigración “demostrando el carácter acogedor que caracteriza a la sociedad española y los valores de solidaridad y libertad sobre los que se fundó la Europa en la que hoy vivimos”.