El Museo Infanta Elena de Tomelloso va a inaugurar este
jueves la exposición “Ángel Pintado,
1974-2018”. La muestra, que se va a poder contemplar hasta el 6 de mayo, reúne 70
obras del reconocido artista que abarcan 44 años de trabajo. Es la primera vez
que Ángel Pintado realiza en Tomelloso, su ciudad, una exposición antológica de
esta envergadura.
El artista nos atiende amablemente en medio de las tareas de
montaje de la exposición. Mientras dos trabajadoras del museo cuelgan los
cuadros, Pintado acompaña a un electricista, cuadro por cuadro, buscando la
iluminación más perfecta para el mismo. Además, el teléfono no para de sonar,
ni Ángel de moverse por la sala. El periodista lo sigue en su deambular
acelerado. La obra de pintado ilumina la sala de exposiciones, hay cuadros de
todos los tamaños y temáticas, trenes, bodegones, paisaje urbano, figura
humana, dibujos…
Pintado es un artista que ha sabido evolucionar y lo ha
hecho muy bien. Eso queda reflejado en esta espectacular muestra antológica que
no da respiro. Es difícil encontrar una concentración tan alta de belleza,
tanto que llega a embriagar. Hay que admirarla poco a poco, paladeándola, sintiéndola,
admirándola.
Pintado lleva «más de
un año preparando la exposición». Desde que surgió la idea ha tenido que «preparar obras, pedir cuadros, más de un
año, como digo, hasta que por fin, hemos visto junta la obra». Dado que se
ha editado un catálogo de la exposición «ha
habido que fotografiar todo y componerlo». Y, después, nos cuenta «traer los cuadros al museo y colgarlos uno
a uno, armonizándolos estéticamente y ahora lo que estamos haciendo es darle la
luz que necesita cada una de las obras».
Ángel Pintado nos cuenta, mientras caminamos, que «en el catálogo la obra está colocada en
estricto orden cronológico pero la exposición no». En las paredes del
Infanta Elena los cuadros de Pintado están colgados «según la estética, buscando la armonía entre distintos cuadros y
buscando la comparación entre una de hace treinta años y otra del año pasado». La
retrospectiva de Ángel Pintado iba a
ser, en principio desde que el empezó a dedicarse profesionalmente al arte en
1984, «pero como he rescatado 10 o 12 cuadros anteriores he
podido llevar la exposición hasta cuando empecé a hacer mis primeras
incursiones en la pintura. Copias que hacía en la Casa de la Cultura de
Tomelloso de cuadros de Leonardo o de esculturas de Miguel Ángel».
En la antológica se nota la evolución de Ángel Pintado «para bien o para mal. Es la idea de la
exposición que se pueda apreciar mi trayectoria pictórica, asumiendo todas las
consecuencias que pueden ser no pocas». Le cuestionamos a Pintado si cuando
ha visto la mayor parte de su obra junta ha asumido esas consecuencias que él
dice «hay cuadros muy atrevidos que
están hechos cuando yo no tenía conocimientos para llevarlos a cabo… y eso hay
que asumirlo».
Prácticamente toda la obra que se expone en “Ángel Pintado,
1974-2018”estaba en manos de coleccionistas privados y al artista le ha
supuesto un trabajo ímprobo «pedir las
obras y recogerlas. Algo muy complicado». También —nos cuenta— la
preparación de la exposición le ha supuesto una experiencia muy curiosa «ha habido quien, literalmente, me ha dicho
que no me dejaba el cuadro».
El artista ha querido poner juntos cuadros de la misma
temática y con varias décadas de diferencia «es que son treinta años que han pasado por mí y eso se tiene que
reflejar en la obra». En ese sentido nos interesa saber si Pintado está
satisfecho con la evolución que ha tenido «satisfecho,
satisfecho es mucho decir. Cuando lo he colgado en esta exposición es porque se
pueden defender, pero siempre te quedan tus reservas».
Asegura, mostrándonos un cuadro de la década de 1980 que «lo haría de otra manera. Evidentemente yo
no soy el mismo que hace treinta años. Pero está hecho en su momento».
Y ahora trae su obra al Museo Infanta Elena, un espacio
singular que le permite llevar a cabo una gran exposición «que tuve que proponer y que
fuese aceptada por el comisariado de la pinacoteca». Pintado destaca la
apuesta «más que evidente» de la
Cooperativa Virgen de las Viñas por el arte y la cultura. «Además del importante Certamen Cultural que organiza cada año, la
Cooperativa lleva a cabo varias exposiciones temporales al año en este museo. Insisto,
es una apuesta decidida de la entidad por el arte y la cultura».
Ahora que Pintado ha visto todos los cuadros colgados y
situados «estoy muy contento con la
exposición». La muestra es la primera retrospectiva de Ángel Pintado en
Tomelloso «ya hice otra en Ciudad Real
en el año 1994 por medio de la Diputación». La exposición alberga algunas
obras de Ángel Pintado sin acabar «para
que se vea lo último que estoy haciendo».
Tenemos el privilegio de caminar con Ángel contemplado la
muestra. El artista nos explica dos cuadros de la calle Doña Crisanta de
Tomelloso, hechos desde una perspectiva distinta y con tres décadas de
diferencia. Lleva al periodista a otra zona de la muestra, en ella hay dos
cuadros de personas mayores, descarnados, sin ningún atisbo de dulzura, junto a
otros dos que muestran la luminosidad de la maternidad. En uno de los primeros
se puede apreciar la artrosis en las manos de un anciano, en otro, que
representa la maternidad se ve como una madre sujeta a un bebé con fuerza y es
de una hermosura sobrecogedora.
Dejamos a Ángel Pintado dando los últimos retoques —literalmente— a la exposición. Estamos seguros de que la muestra que se va a inaugurar mañana va a ser uno de los acontecimientos culturales más importantes de Tomelloso en mucho tiempo.
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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