Es profundamente preocupante ver cómo el Ayuntamiento de Tomelloso, que debería ser la casa de todos los vecinos, ha decidido priorizar intereses partidistas por encima del respeto institucional y la neutralidad política que demanda su posición. La modificación de la imagen institucional, claramente inspirada en el logo del Partido Popular, es un acto que degrada la esencia de lo público y convierte a nuestro Ayuntamiento en un símbolo de sectarismo político.
El Ayuntamiento, como institución, pertenece a todos los tomelloseros, independientemente de sus ideologías, creencias o simpatías políticas. Sin embargo, con este cambio de imagen, el equipo de gobierno actual ha cruzado una línea roja que no debería haberse traspasado nunca. La mezcla de lo político con lo institucional es una falta de respeto a los valores democráticos y a todos los ciudadanos, incluidos aquellos que no comparten las ideas del PP.
Además, este cambio de imagen ha costado nada menos que 17.000 euros. Un contrato que, lejos de responder a una necesidad real de los vecinos, parece un pago de favores a quienes diseñaron su campaña para las elecciones municipales. ¿Es esta la prioridad de Tomelloso? ¿Cambiar logotipos para asemejar la casa de todos a la sede de un partido político? Resulta indignante que, en lugar de centrarse en proyectos reales que mejoren la vida de los ciudadanos, se gasten recursos públicos en gestos vacíos que solo buscan satisfacer los intereses del partido gobernante.
En 17 meses de gobierno, el balance es alarmante. No hay nuevos proyectos significativos que hayan surgido del trabajo del actual equipo de gobierno. Todo lo que han mostrado hasta ahora son iniciativas heredadas del gobierno anterior, mientras se dedican a posar para la foto y a rediseñar logotipos para hacerlos parecer propaganda partidista. Lo que debería ser un mandato al servicio de los ciudadanos se ha convertido en una administración dedicada al autobombo y al beneficio político.
Los ciudadanos de Tomelloso no somos tontos. Sabemos distinguir entre lo que es gobernar y lo que es aprovecharse de una posición de poder para perpetuar intereses partidistas. Y también sabemos que este tipo de actitudes tienen un coste, no solo económico –porque esos 17.000 euros los hemos pagado todos nosotros–, sino también moral y ético.
El Ayuntamiento de Tomelloso no es una sucursal del PP ni de ningún otro partido. Es una institución pública que debe servir con imparcialidad y neutralidad a todos los vecinos. Lo ocurrido con este cambio de imagen es una afrenta a esos principios y una demostración de las verdaderas prioridades del actual equipo de gobierno.
Hacemos un llamamiento a todos los vecinos de Tomelloso para que no dejen pasar por alto esta falta de respeto. Exijamos transparencia, responsabilidad y, sobre todo, que se devuelva al Ayuntamiento su esencia: ser un espacio común y plural, ajeno a los colores políticos. Porque Tomelloso no es de un partido, es de todos.
Por el respeto a nuestras instituciones y por un gobierno que realmente se preocupe por Tomelloso.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Martes, 24 de Diciembre del 2024
Jueves, 26 de Diciembre del 2024
Jueves, 26 de Diciembre del 2024