En el puente de la Inmaculada se inician las visitas al tradicional belén de la Residencia San Víctor, sin duda, un referente entre los muchos y cuidados belenes que se montan en Tomelloso. Este año se ha colocado a menos altura, con una superficie de unos ocho metros cuadrados, pero mantiene ese exquisito gusto en su elaboración que lo hace tan especial, respetando cuidadosamente todos los momentos de la Natividad desde la Anunciación a la Adoración de los Pastores y Reyes Magos, pasando por la huida a Egipto o la Matanza de los Inocentes.
Un belén montado con todos los detalles en el que las figuras, de gran valor artístico, guardan la proporción que les corresponde por cercanía o lejanía. Algunas se mueven, algo que causa una honda impresión en los niños que visitan este hermoso Belén. El centro es el Nacimiento y aparece la Anunciación del Ángel a los pastores.
En la elaboración del Belén se ha utilizado muchos elementos naturales en su elaboración como musgo, tierra, corteza alcornoque que componen un bellísimo diorama. Llama la atención el majestuoso castillo de Herodes, que ocupa el punto más alto, un molino que aparece justo al lado y otras casas que albergan distintos oficios como carpinteros, alfareros, leñadores, pastores, cuidadoras de gallinas, tenderos, comerciantes…Un belén para contemplarlo horas y horas, de hecho en sus primeras días de apertura han sido muchos los tomelloseros que han podido admirar esta obra de arte.
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Miércoles, 18 de Diciembre del 2024
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