María Morales reflexiona sobre la comida que, en estas fechas, “es mucho más que un placer: es una tradición, un ritual y un acto de amor”. Cada plato “cuenta una historia: del queso manchego que madura con paciencia y dedicación, del aceite que nace del olivo centenario y del vino que guarda en cada gota el sol ardiente de nuestros campos”, señala. “Y en cada bocado, agrega, se encuentran generaciones de sabiduría, de lucha y de alegría”.
Por eso, ha querido crear “un menú que no solo alimente el cuerpo, sino que también nutra el alma. Un menú que sea un homenaje a nuestra tierra y a nuestra gente, a los recuerdos que nos unen y a los sueños que nos inspiran”.
La chef tomellosera regala a los lectores de La Voz, unas bellas palabras y un sorprendente menú.
Había una vez un pueblo en el corazón de La Mancha, un Lugar
donde Los campos de viñedos se extendían hasta donde alcanzaba La vista,
acariciados por un viento que Llevaba consigo el aroma de La tierra trabajada
con amor y sacrificio.
Ese pueblo, nuestro querido Tomelloso, no es solo un punto
en el mapa, es un corazón que Late al ritmo de sus gentes, de sus tradiciones y
de sus sueños.
En Navidad, ese corazón brilla con una Luz especial, una Luz
que se alimenta del calor de sus hogares, de La bondad de sus habitantes y del
espíritu indomable de quienes saben que compartir es vivir.
En Tomelloso, La Navidad no se mide en regalos ni en Luces,
sino en abrazos sinceros y en mesas Llenas de historias. Es La época en La que
Los recuerdos cobran vida: Las abuelas amasando dulces con manos sabias, Los
abuelos narrando cuentos al amor de La Lumbre, y Los niños corriendo por Las
calles con mejillas encendidas y corazones Llenos de ilusiones. Es también el
momento en el que Las puertas se abren de par en par; porque en esta tierra
nadie celebra solo y todos son bienvenidos.
Ser manchego es mucho más que un gentilicio. Es un Legado,
una forma de ser que se plasma en cada gesto y en cada palabra. Significa
trabajar con esfuerzo pero también disfrutar de Las pequeñas cosas, significa
mirar al horizonte y ver no solo Los campos, sino el fruto del esfuerzo
compartido. En Navidad, esta esencia se multiplica: nos reunimos para recordar
de dónde venimos, para honrar a quienes nos precedieron y para soñar juntos con
un mañana Lleno de esperanza.
La comida, en estas fiestas, es mucho más que un placer: es
una tradición, un ritual y un acto de amor. Cada plato que Llevamos a La mesa
cuenta una historia: del queso manchego que madura con paciencia y dedicación,
del aceite que nace del olivo centenario y del vino que guarda en cada gota el
sol ardiente de nuestros campos. En cada bocado se encuentran generaciones de
sabiduría, de Lucha y de alegría.
Por eso, he querido crear un menú que no solo alimente el
cuerpo, sino que también nutra el alma. Un menú que sea un homenaje a nuestra
tierra y a nuestra gente, a Los recuerdos que nos unen y a Los sueños que nos
inspiran.
Que este menú sea el motivo de un brindis y de una sonrisa
compartida.
¡Feliz Navidad!
María Morales
Aperitivos:
-. Mini croquetas de pisto manchego con alioli suave de ajo morado Un bocado que captura la esencia de nuestra cocina tradicional, con el toque crujiente y el sabor inconfundible del ajo de Las Pedroñeras. Maridaje: Cava brut de Virgen de las Viñas. Sus burbujas frescas equilibran a la perfección la intensidad del pisto.
-. Tosta de pan de pueblo con paté de perdiz y mermelada de tomate Un equilibrio entre lo salado y lo dulce, con productos que evocan la caza y los sabores de nuestra huerta. Maridaje: Rosado de Virgen de las Viñas. Su frescura realza los matices del paté y la mermelada.
Entrante:
-. Vichyssoise de Pera y Queso manchego con migas crujientes y aceite de trufa Un entrante que combina la intensidad del queso manchego curado con la tradición de las migas. El toque de aceite de trufa añade un matiz sofisticado para abrir el apetito. Maridaje: Chardonnay de Virgen de las Viñas. Su frescura y notas frutales complementan la cremosidad del plato.
Primer plato:
-. Sopa de ajo manchega con huevo a baja temperatura y
virutas de jamón ibérico Un clásico reconfortante de nuestras mesas navideñas,
reinventado con un huevo cremoso que transforma cada cucharada en un abrazo.
Maridaje: Airén LIENZO. Su ligera estructura equilibra los sabores intensos de
la sopa.
Plato principal:
-. Carrillada de cerdo ibérico al vino tinto con puré de berenjena asada y verduras glaseadas. La carne, cocinada a fuego lento con vino tinto de nuestros viñedos, se deshace en la boca. Acompañada de un puré ahumado de berenjena y un toque dulce de verduras. Maridaje: Tempranillo Reserva de Virgen de las Viñas. Su cuerpo y notas especiadas realzan la profundidad del guiso.
Postre:
-. Milhojas de mazapán y crema de almendras con sorbete de
mandarina Un postre que celebra el dulzor tradicional de los mazapanes
manchegos, con la frescura ácida de la mandarina como contrapunto.
Espero que este menú sea una inspiración para vuestras
celebraciones, un reflejo del amor y el cuidado que ponemos los manchegos en
cada detalle de nuestra mesa navideña.
¡Felices fiestas!
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Lunes, 23 de Diciembre del 2024
Domingo, 22 de Diciembre del 2024
Domingo, 22 de Diciembre del 2024
Lunes, 23 de Diciembre del 2024