Las cuevas enológicas de Tomelloso han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, según ha anunciado la institución en la red X. En su 46ª reunión, celebrada ayer viernes en la ciudad india de Nueva Delhi, la entidad dependiente de la ONU decidió por unanimidad que las singulares bodegas de la ciudad manchega pasen a formar parte de la lista de bienes a proteger en el planeta. Con la incorporación de las cuevas tomelloseras, nuestro país tiene 51 bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial. Junto a las ciudades de Toledo y Cuenca, el arte rupestre mediterráneo y el patrimonio del mercurio en Almadén, las bodegas subterráneas de Tomelloso son el quinto bien castellanomanchego inscrito en la exclusiva lista de la UNESCO.

Ayer culminaba un proceso que se ha llevado completamente en secreto, “para no dar pistas a otras localidades candidatas”, se inició hace unos meses promovida directamente (por primera vez desde 1972 que existe la lista del Patrimonio de la Humanidad) por la Asociación de Amigos de las Cuevas de Tomelloso. Por supuesto que en el proceso ha colaborado el Ayuntamiento de Tomelloso, la Diputación de Ciudad Real y la Junta de Castilla-La Mancha.

En los siete últimos meses, el colectivo de propietarios y amigos de las cuevas de Tomelloso ha tenido que aportar una gran cantidad de información. El presidente de la asociación, Jesús Andújar Lara y el último tinajero, José María Díaz Navarro, han viajado varias veces a París, a la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para resolver las dudas de los miembros del Comité del Patrimonio Mundial. Los artículos que semanalmente publica La Voz de Tomelloso de nuestro tesoro subterráneo y el reciente vídeo de Sergio Moreno, han sido importantes a la hora de la decisión.

Para Javier Navarro, "la UNESCO ha captado el excepcional valor universal de una obra de ingeniería extraordinaria que a lo largo de los dos últimos siglos ha sido esencial para forjar el Tomelloso que conocemos. Es una epopeya de trabajo constante y lucha hercúlea de hombres y mujeres unidos por un objetivo común”. Tiene claro el alcalde que al igual que los tomelloseros y tomelloseras marcharon de la mano, “cuando las instituciones, tanto públicas como privadas, colaboramos unidas, se logran grandes objetivos”. Javier Navarro ha reiterado que “tenemos que creernos todo lo bueno que tiene Tomelloso”.

Ha avanzado, en ese sentido, que se trabaja para que los bombos sean incluidos en ‘El arte de la piedra en seco’, Bien Inmaterial que España comparte con Grecia, Chipre, Francia, Croacia, Eslovenia, Italia y Suiza y en la que “Tomelloso tiene que estar incluida”. Para el alcalde, el reconocimiento va a suponer un impulso inimaginable al turismo de la ciudad.

Jesús Andújar, presidente de la Asociación de Amigos de las Cuevas de Tomelloso, está exultante este viernes “el trabajo bien hecho tiene sus frutos”, ha señalado. Las cuevas, “hechas con el sudor y el sufrimiento de picaores y terreras merecen este reconocimiento universal. Hemos puesto a Tomelloso en el mapa del Patrimonio Mundial de la UNESCO”.

Por su parte, José María Diaz, (que no podía ocultar sus lágrimas de emoción) ha visto culminada una labor hercúlea por difundir un legado que hace única a la ciudad de Tomelloso.