A sus 32 años, Ricardo Martínez Fernández-Bravo, atesora ya un denso y brillante curriculum. Este tomellosero, afincado en San Juan y que años atrás compitió en carreras de karts con algunos grandes del automovilismo español, cursó la carrera de Derecho en Albacete y llegó a ejercer en un bufete de abogados la misma ciudad. Pero no pasó mucho tiempo para que surgiera una oportunidad que consideró mejor: la de gestor comercial en una entidad bancaria donde empezó como becario. Sin embargo, su buen hacer le permitió alcanzar, solo tres meses después, la condición de  empleado y con 25 años ya era  director de oficina. Trabajó a destajo, pudo firmar operaciones importantes y paralelamente fue ampliando su formación para desarrollar de la mejor manera su actividad profesional.

Martínez permanecería seis años como director, pero una discrepancia con el banco donde trabajaba provocó su marcha. Tuvo ofertas de otras entidades, pero prefirió dar un paso más y emprender su propio proyecto, el de Rima Soluciones Financieras. En Rima juega con las iniciales de su nombre y apellido.

-Dar ese paso no sería una decisión fácil para usted dada la gran proyección que usted tuvo en el sector de la banca ¿no cree?

-Claro que no, pero siempre tuve esa vena emprendedora que hay en mi familia. Cuando estaba en la banca vi que la gente tenía unas necesidades y se le vendían otras. La banca te puede dar, pero sin olvidar nunca los objetivos que le marcan desde arriba. Es así. Aprendí mucho de las carencias y necesidades de la gente y me di cuenta que había mucho mercado para ayudar a las personas a sacar adelante sus proyectos, con buena gestión y asesoramiento.

-¿Qué ofrece usted a alguien que solicite los servicios de RIMA Soluciones Financieras?

-Sobre todo la experiencia de alguien que también ha estado al otro lado, es decir, le voy a asesorar con la experiencia de haber trabajado como director en una sucursal. No es solo la formación, es también esa experiencia de saber cómo piensa el director de la oficina, el analista de riesgo o el formalizador, en definitiva, la ventaja de conocer los procesos.

-¿Hay mucha competencia en este ámbito?

-Profesionales cualificados no hay tantos y, en algunos casos, trabajan con precios desorbitados que no te compensan el ahorro que ellos pudieran conseguirte en una determinada operación. El mercado, desde una postura de cercanía y una filosofía de ayuda, no está lo suficientemente explotado.  La empresa lleva activa tres meses y he invertido  sobre todo en lo digital, puesto que es una tecnología que ahorra tiempo a la gente y que me permite atender a personas de cualquier lugar del mundo, y ojo, procurando siempre que sea una atención de calidad. Pero también atiendo personalmente a quien lo desea en un despacho que alquilo por horas en Alicante. La gente se suele sentir cómoda a través de una videoconferencia.

-¿Cómo han sido los tres primeros meses de arranque de su proyecto?

-Sorprendentemente el inicio ha sido muy bueno, estoy bastante satisfecho. Tenía cierto temor a mostrarme en cámara, no me veía en ese rol de influencer…me gusta más la intimidad y proteger mi vida privada. Sin embargo, la empresa de marketing, la que me creó la marca, me dijo que el mejor potencial de la empresa era yo y acabé atreviéndome. Poco a poco me ido soltando y adaptándome a lo que el público demandaba. El primer vídeo sobre cuál era mi historia alcanzó las 56.000 visitas en 48 horas.  Desde ahí, hemos empezado a subir contenidos, la gente está siguiendo mucho la plataforma e interactuando. Con las redes sociales hemos ido captando a mucha gente.

- ¿Cuál es la procedencia de sus seguidores y clientes?

-Tenemos clientes en muchos puntos de España y también en el extranjero, sobre todo en Latinoamérica en países como Argentina, Chile, Perú, Venezuela…Tengo  también clientes de Tomelloso y otros puntos de la región como Albacete, Villarrubia de los Ojos, Calzada de Calatrava… A ellos, tanto si son personas físicas como jurídicas, les prestamos servicios de asesoramiento, buscando ese producto que mejor se amolde a sus circunstancias y necesidades, hacemos el análisis de la viabilidad y finalmente elaboramos una propuesta con las tres mejores ofertas

-¿Cuál es su mejor herramienta para competir en este complejo mundo de las finanzas?

-Nosotros actuamos entre la entidad bancaria y el cliente con el objetivo de buscarle la operación en las mejores condiciones, evitándole escuchar un lenguaje que, a veces, es  poco entendible o interpretar unos contratos que tienen su dificultad porque vinculan otras cosas y tienen esa famosa letra pequeña.  Negociamos una serie de claúsulas que la gente desconoce y que, en algunos casos, pueden ser abusivas. Vamos negociando para posteriormente decidir cuál es la mejor opción y finalmente tramitarla y gestionarla. Es un proceso desde cero hasta la firma en notaría y la disposición del dinero.

-Siempre es importante el precio de los servicios que prestan ¿qué nos puede decir en este sentido?

-El cien por cien de nuestros honorarios son más bajos de lo que somos capaces que nuestros clientes se ahorren. Y si nos comparas con cualquier otra empresa del sector, somos los más económicos. Y aún así somos capaces de ganar dinero, sin cobrar precios abusivos a nadie

-Ahora van a llevar a cabo unas modificaciones en su página web, ¿no es así?

- Vamos a profundizar en formación que es un producto que todavía no hemos metido en la web porque la gente lo ha demandado. Hay que adaptarse a lo que los clientes piden y esto se refleja en la web que siempre es algo muy vivo. 

-¿Solo está usted al frente de la financiera?

Sí, no tengo a nadie en nomina, pero sí tengo personas que me facturan y me ofrecen determinados servicios. Lo que más domino es la financiación, pero luego hay otras parcelas como las del asesoramiento fiscal, los aspectos jurídicos y otros que hay que tener muy en cuenta a la hora de formalizar una operación bancaria. Es imposible saber de todo y hay que recurrir a profesionales especializados. Las personas que trabajan conmigo son de plena confianza.