Por fin ha llegado una película de terror con una de las criaturas fantásticas del folclore popular y que por desgracia han sido fruto de burlas a lo largo de la última década: Nosferatu. Escrita y dirigida por Robert Eggers y con un elenco formado por Bill Skarsgard, Lily Rose Depp, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Ralph lneson, Simon McBurney, Emma Corrin y Willem Dafoe, esta nueva adaptación nos sitúa en Alemania, en el siglo XVIII donde conocemos a Thomas y su esposa Ellen. Cierto día Thoma s decide vender una casa al misterioso conde Orlok y a partir de ese momento sucederán cosas extrañas que pondrá en peligro a nuestra pareja.

Robert Eggers es quizá en la actualidad de los mejores cineastas de cine de terror. Sus trabajos previos con La Bruja y El Faro son quizá lo mejor del género en los últimos tiempos. Eggers destaca por varias cosas pero sobre todo se destaca en el trabajo de investigación a la hora de abordar sus metrajes. Pese a que Nosferatu sea la tercera vez que se adapta a la gran pantalla, más que un remake es una nueva visión o una reimaginación del mito.

El trabajo de Eggers es de lo mejor aún sin superar a Murnau teniendo en cuenta que la cinta origina l viene del Expresionismo A lemán, el director toma elementos ya vistos de ese movimiento como el uso de sombras y la luz y también juega mucho con la paleta de colores tanto calidad como fría. Me atrevería a decir que la puesta en escena es preciosa, cada fotograma parece un cuadro de Caspar Friedrich y si sois tan jugones como un servidor, os va a recordar mucho al Bloodborne, juego que me encanta y que actualmente estoy disfrutando de nuevo.

Respecto al trabajo de investigación, Eggers plasma de maravilla a través del vestuario y  escenografía la Alemania del siglo XVIII, pero también no duda en meter folclore sobre el vampirismo y teniendo en cuenta que mi tío, Francisco Pérez Fernández, publicó un libro relacionado sobre ese tema (La sangre de la Gorgona), algo me dice que el director ha podido leerlo y tomar nota sabiendo de sobra que un vampiro es un muerto viviente que se alimenta además de la sangre, de la energía vital. Creo que Eggers entiende perfectamente que es esta criatura de la noche y da a este nuevo Orlok un aspecto decrépito, como un zombie. Orlok representa la histeria femenina en las mujeres de la época y me parece una mejor elección que la típica historia romántica que muchos directores han contado cada vez que adaptan Drácula, aquí hay algo más oscuro, no es amor, es el deseo pasional y el sexo.

Las actuaciones son soberbias. Bill Skarsgard ha tenido un año peculiar con cintas como Boy Kills Wor ld y su nueva visión de El Cuervo demuestran que sabe actuar más allá de ser un monstruo, pero creo que esta nueva versión de Orlok os juro que me ha dado escalofríos. Su versión no se difiere a la del actor Max Schreck, de hecho su look es parecido aunque el director lo pinta más como un conde húngaro del siglo XV y con un acento muy marcado a la hora de hablar y si a eso le sumas la producción de sonido, entonces más de uno se quedará aterrado, incluyendo la banda sonora de Robín Carolan con ese arreglo de cuerdas para meter tensión. Hablando de la voz de Bill, el actor tuvo a un profesor de opera para bajar el tono y así tener una voz más profunda y sombría, eso se nota machismo aun habiéndola visto doblada al castellano. De Lily-Rose Depp poco puedo decir, es el corazón de la película y su actuación más que hacerlo a base de diálogo, lo hace más a lo físico como por ejemplo Nell Tiger Free en La Primera Profecía o Isabelle Adjani en Possession. Sin duda la mejor interpretación femenina que he visto este año en cuanto al género de terror y por supuesto no puedo olvidarme a Willem Dafoe, como siempre mejorando la película cada vez que sale haciendo de esta versión del profesor Van Helsing muy fanático del Ocultismo.

Ahora, la pregunta que muchos os haréis: ¿es Nosferatu una película de terror? Diría que es más de horror. Veréis, el terror es un miedo intenso pero el horror es un sentimiento. Esta película pese a no tener los típicos jumpscare o sustos que tanto me agotan, genera mucho suspense y estrés. Tiene algún que otro susto pero está muy bien metido, la cinta funciona por esa incomodidad mientras la ves y saber que una criatura acecha en las sombras. Por comparar con otra película como Alien Romulus, esa película es un tour de force donde es susto tras susto y en ocasiones dan taquicardias.

Nosferatu no va por ahí, todo es tensión constante y me parece más aterrador eso que estar abusando de jumpscare cada dos por tres y ojo que la última entrega de Alien me parece maravillosa.

Como consejo a la hora de ver esta película diría que os olvidéis de todo lo que conocéis de Drácula, especialmente si sois fans de las versiones de Bela Lugosi y Christopher Lee, sobre todo, si tenéis cariño a la adaptación realizada por Francis Ford Coppola y de la versión de Murnau y Herzog, es una nueva visión y si es vuestra primera vez os ruego que ignoréis estas cintas mencionadas.

Nosferatu me parece muy buena película, es una cinta de vampiros hecha como tiene que ser, sin florituras y buscando atemorizar al espectador para dejarle con mal cuerpo. No es mi favorita del director, eso se lo dejo a su mágnum opus como es La Bruja, pero Robert Eggers es un milagro en cuanto al terror se refiere y por supuesto estaré al tanto de sus siguientes proyectos. Está claro que no hay que perderle la pista a esta promesa.