Hasta San Antón, Pascuas son, y el Belén de Higinia, se puede ver en la entreplanta de su bar, El Madrugón, en la calle Estación.

Nos cuenta Higinia Moreno que  la mayoría de las figuras las ha ido adquiriendo en Papelería Lassere “pero también he comprado algunas en Madrid, también en Murcia, donde hay mucha tradición de belenistas y en otras poblaciones que he visto figuras. Este año mis hijos me han regalado la Virgen meciendo al niño”.

El Belén representa todos los pasajes de la Natividad. Llama la atención la huida a Egipto por la majestuosidad de las edificaciones. “Algunas las han hecho mi cuñado y mi hermana, y otras las he ido comprando. Este año tuve la oportunidad de hacer un viaje a Egipto y me traje también algunas figuras. Y años anteriores estuve en Roma y en Jerusalén y también aproveché para traerme más figuras”. Higinia no sabe el número exacto de figuras que tiene el belén, pero haciendo un cálculo somero hay varios centenares. “Lo vamos montando con muchos elementos naturales como cortezas de tarugo, piedras de la vereda “que era donde mis padres tenía las viñas”, serrín, arena y chinas. No lleva unos tres días, pero son tres días a base de bien”.

El Belén se puede ver en el mismo horario que está abierto el  bar. “Sea la camarera o yo misma, cualquier persona que lo quiera visitar lo puede hacer, desde las seis y media de la mañana hasta las diez de la noche, menos los martes que descansamos. Lo pienso tener todo el mes, hasta la Candelaria que es cuando la Navidad acaba oficialmente. Cuesta mucho montarlo y por eso alargamos un poco más”. Sus hermanas también montan belenes grandes, y de este modo la tradición que iniciara San Francisco de Asís, allá por el siglo XIII; está a buen recaudo en la familia.