Uno de los aspectos revelados por el informe tiene que ver con la tasa de reposición del sector. Los cálculos del Colegio de Enfermería provincial, a partir de datos del informe mencionado y de otros estudios previos realizados por el Consejo General de Enfermería, apuntan a que un 33,4% de las enfermeras actuales entrarán en el sistema de jubilación a lo largo de los próximos 10 años. Las vacantes generadas en la provincia debido a la finalización de la vida laboral se situarán en 1.284 enfermeras, hombres y mujeres que actualmente se encuentran en la franja de edad que va de los 55 a los 65 años. Esto va a suponer, según las estimaciones del Colegio de Enfermería, que Ciudad Real necesitará formar a 2.000 nuevos profesionales para hacer frente a la salida del sistema de las enfermeras de más edad. Lo que se convierte, dicen, en un desafío para el sistema universitario, “que debe crear las plazas necesarias para formar a los jóvenes profesionales para desempeñar su trabajo en nuestra región, evitándoles la tentación de buscar trabajo en otras regiones de España”.

El futuro del sector pasa, además, por resolver algunos problemas estructurales que, según la valoración del Colegio de Enfermería de Ciudad Real, tienen que ver con la presión asistencial, la falta de adaptación de las especialidades que, salvo la de matrona, no acaban de encajar en las necesidades del sistema sanitario actual, la precariedad laboral y la redefinición de la Atención Primaria para que permita el seguimiento de los pacientes, ahorrando costes al sistema y evitando la aparición de procesos crónicos de enfermedad.

Faltan 5.000 enfermeras en la región

Según los informes que baraja el Colegio de Enfermería, en Castilla-La Mancha faltan más 5.000 enfermeras y enfermeros para alcanzar las ratios europeas “y así atender de forma óptima a los pacientes”. Ya que, tal y como la entidad colegiada asegura en nota de prensa, “la falta de enfermeras aumenta la carga asistencial”, somete a las profesionales “a un volumen de trabajo excesivo en su día a día” y a su vez “empeora los cuidados de las personas”. En concreto, en la provincia de Ciudad Real, el “Estudio sobre el impacto de la presión asistencial en la profesión enfermera” revela que más del 95% de los profesionales considera que tiene un volumen de trabajo alto o excesivo y un 88,3% reconoce que esta presión en el trabajo les ha afectado psicológicamente mucho o bastante.

De hecho, las enfermeras castellano-manchegas son, junto con las de Andalucía, Canarias, Galicia, Madrid y Ceuta, las que declaran sufrir más las consecuencias emocionales y en su salud mental. Casi 9 de cada 10 enfermeras de la región, un 88,3%, reconoce que la carga de trabajo les afecta psicológicamente. El 86,1% declara haber sufrido episodios de estrés, el 66,6% de ansiedad, el 60% de insomnio y el 27,2% ha padecido depresión. Además, según el estudio del Consejo General de Enfermería, más de la mitad de las profesionales en activo de Castilla-La Mancha, el 56,9% del total, considera que su situación laboral y sus condiciones de trabajo “son peores que las que tenían en la época de la pandemia de Covid-19”.

Más allá de la sobrecarga asistencial, los estudios del Ministerio de Sanidad y del Colegio General de Enfermería valoran en conjunto las condiciones laborales y de la profesión. A este respecto, una demanda unánime es el reconocimiento de la categoría A. Algo que el 96,8% de los encuestados considera muy o bastante importante. Otros parámetros sobre los que los encuestados ponen el acento, como susceptibles de mejorar, tienen que ver con el desarrollo de las especialidades, la conciliación de la vida familiar y laboral y el reconocimiento del desarrollo profesional.

A propósito de las conclusiones del estudio del estado actual de la profesión, el presiente del Colegio de Enfermería de Ciudad Real, Carlos Tirado, valora de forma positiva la encuesta realizada por el Ministerio de Sanidad “porque sin duda es reveladora de su interés de hacer una radiografía fiable del sector para, a partir de ahí, tomar decisiones encaminadas en solucionar los problemas existentes. De lo que se trata, -explica-, es de tomar medidas y los mecanismos de actuación necesarios para mejorar resultados”.