Hace escasas fechas, con no pocas sensaciones de compleja inquietud, por ordenar los “alrededores” de las “cercanías” y “lejanías” de mi entorno; sintiendo impresiones de verdades y mentiras del TODO neblinoso de la humanidad, elaboramos y publicamos un opúsculo titulado “Lugares Enigmáticos en las Lagunas de Ruidera”. Al respecto, una persona,  probable guía turística “ilustrada” que, presumiblemente, ejerce de manera esporádica en el ámbito del Parque Natural Lagunas de Ruidera, estaría “largando” por estos lares que el vocablo y lugar de Ruidera que figura en la publicación, data de la época de la construcción de los Molinos de la Pólvora en el siglo XVIII y no de lo descrito en nuestro trabajo, cuando hablamos de la aldea donde se hospedó Cervantes camino de la cueva de Montesinos. Le dice la “ilustrada” guía a buen amigo nuestro de Ossa de Montiel: “dile al tal Salvador si es amigo tuyo, que cuando Cervantes vino por aquí, Ruidera no existía; que Ruidera es desde cuando los Molinos de la Pólvora…”. Solo disponemos de un ratillo para ordenar y aportar estos poquillos datos: El topónimo RUIDERA, antiguamente, en tiempos de la Alta y también de la Baja Edad Media, (largo y tedioso entrar en periodos de la protohistoria) no abarcaba todo el conjunto de lagunas… De las radicadas en el término de Ossa de Montiel, se decía: “…se hacen en el término unas lagunas, grandes piélagos de agua,… y hondos tanto que las andan con barquetes…”. Hay tratados geográficos antiquísimos, hoy perdidos en los se decía que el vocablo RUIDERA abarcaba todo el Alto Guadiana, hasta alcanzar la confluencia con el río Záncara.

  

En tiempos del Medievo, el nombre RUIDERA, “…la Roidera de Guadiana…”, con toda probabilidad se refería al ruido que producía la corriente del agua al “despeñarse” por la enorme “cortina” travertínica de lo que hoy se conoce como “El Hundimiento” y “El Borbotón”. 

A un lado reliquias ibérico-romanas (y otras) aparecidas hace décadas en lo que hoy es el casco urbano de Ruidera, existen crónicas o anales que dicen de un torreón romano junto a la laguna del Rey; luego musulmán, tal vez, y al final cristiano. Culminada la Reconquista, en el Concejo de Alhambra constaba un privilegio del Maestre Cárdenas (1476-99), que mandaba al “alcayde del Castillo de la Roydera, para que prefiriera en la molienda a los vecinos de dicho pueblo…”. Son varias las crónicas que hacen referencia a otro privilegio de 1215, en el cual el Rey Enrique I, concedió a la Orden de San Juan varios castillos rodeados de dehesas, entre ellos RUIDERA.

También creemos conveniente reseñar, los datos del Mercator aquél que, tras estudiar en la universidad de Lovaina, se dedicó a la fabricación de diversos instrumentos…, y tuvo relación con la corte de Carlos V. En Duisburgo instaló un taller de cartografía, en 1552; trabajando desde 1564, como cosmógrafo oficial del duque de Julich, Ceres y Berg. Elaboró mapas de Flandes, Gran Bretaña, Tierra Santa, Europa; un atlas moderno, globos terráqueos, esferas celestiales y en 1569, confeccionó un Mapamundi. Si bien, en los mapas, se suelen “enredar” la lengua vulgar y el latín. En lo correspondiente al Campo de Montiel=”AGER LAMINITANUS”, RUIDERA  aparece con el nombre de “Rueda”.

En “Apuntamientos Legales de Órdenes Militares…”; respecto de privilegios y donaciones a las Órdenes Militares, en 1275 y 1237, consta: “… se partieron términos con la orden de San Juan, quedando para la de Santiago a Mora, con su Término, y a Criptana con su Sierra contra Consuegra, derecho a la cabeza de Lillo, y a la carrera que va de Almuradiel a Quero, y a Santa María de Guadiana, dividiendo su término por la mitad y a la Ruidera, y de allí a Abeyazat, (Socuéllamos)… que confina con las Mesas-Rubias…”.

 

En los privilegios despachados en el capítulo general del año 1440 (Orden de Santiago), en la villa de Uclés y su común de la Mancha, entre otras concesiones, se otorga:”…que pudiesen pacer, y cortar leña en Montizón pagando cierto derecho, que tuviesen comunidad y aprovechamiento en los términos de Alhambra y Ruidera…”.

En el siglo aquél, como en otras épocas, “La Roidera de Guadiana…”, suele aparecer despoblada por paludismo y otras epidemias; emigrando los pobladores a otros territorios… Véase el caso de la primitiva Argamasilla de Alba.

-En las Relaciones de Alhambra de 1575, aparece: “A los trece capítulos de la dicha vida de Alhambra hacia el nacimiento del sol cae la villa de la Osa, cinco leguas della que no son grandes por camino derecho yendo a los Molinos del Heredamiento de Ruidera que son de la hacienda de S. M. y de su Mesa Maestral e que la dicha villa de la Osa está derechamente hacia donde sale el sol, la cual dicha villa de la Osa es de la Orden de Santiago en el dicho partido del Campo de Montiel”.

Tedioso sería continuar…

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Aspirantes a Quijotes, por momentos vencidos, entregada gran parte de su vida a investigar con su “jornal”, detalles, reliquias…, “pataleadas” y hechos de la vida real y también de ficción, de “viajeros” sin camino, piensan que todo su hacer ha sido y es como una esperanza perdida y, casi, vencidos dan por inútil so “obra”.

“Luengos siglos, si presuntuosos y malandrines (…) no te descuelgan para profanarte”.

Tengo ante mis ojos EL LINAJUDO Y EL CIEGO DE Juan E. Hartzenbusch: “No se envanezca de su ilustre raza quien pudo ser melón y es calabaza”.