La puesta en escena de esta película es monumental, todo ello sumado a un apartado fotográfico sublime. Cada plano destaca belleza exuberante. Berger utiliza el escenario y decorado como un elemento más para destacar la presencia de Dios. Pese a que la cinta sea todo diálogo, el director no se limita únicamente al uso de plano contraplano, más bien gracias a planos medios y un gran manejo de la simetría puedes ver la confrontación entre los personajes y también hay algún que otro plano secuencia para seguir a Ralph Fiennes. La banda sonora de Volker Bertelmann recuerda en parte a lo que han hecho compositores como Nicholas Britel l en Succession o Hildur Guonadóttir en Joker sobre todo por ese arreglo de cuerdas. Pero si algo destaca son las increíbles actuaciones del elenco, no solo de Ralph Fiennes como el decano Lawrence, sino también de Stanley Tucci como su fiel amigo y posible candidato a próximo Papa y de lsabella Rossellini como la hermana Agnes, quien a pesar de salir poco, su papel es clave para la trama.

Hablando de la trama, el guion no podría ser más perfecto. Berger podría haberse metido en un cenagal sin fondo por tocar temas delicados, pero por suerte lo ha atravesado sin dificultades. Toda la película gira en torno a quien de los cardenales puede ser elegido como Sumo Pontífice, cada uno con sus ideales lo que origina bandos para dicha elección. Como dice el propio Stanley Tucci: "es una guerra y hay que elegir". Me recuerda un poco a Succession cuando los hermanos Roy deben elegir a modo de votación si Logan, padre de estos, debe seguir o no en la empresa.

Pese a que la cinta toque temas como el poder, la ambición y las diferentes posturas religiosas, también toca el tema de la Fe. La fe para quien no lo sepa es el conjunto de creencias y pese a que en general siga habiendo escándalos con los sacerdotes, la propia Iglesia sigue avanzando y velando por el futuro, quiero pensar eso. Como bien dice Fiennes en su discurso previo al cónclave: "Pido porque haya un Papa que peque y que sepa perdonar".

En resumen, tenéis que ver Cónclave. No solo por las actuaciones sino por el tema que trata y aunque seáis o no creyentes, no va a dejar indiferente a nadie. Y si sois fans de Succession creo que encontrareis similitudes.