Todo
el mundo sabía que el Festival de Teatro Clásico de Almagro no empezaba hasta
que no llegaba Marchante. Era un enamorado del arte de Talía, pero ni mucho
menos con medias tintas, su amor por el teatro era una pasión que contagiaba a
todo el que se acercara a él. Javier Marchante nos dejó muy pronto, con apenas
66 años en 2020. Seguramente esa llama por la cultura y el teatro en quien más
ha prendido ha sido en su sobrino Javier Grande Marchante. Un joven estudiante
de Historia y un convencido hombre de letras que nos descubre a un Marchante
poeta; una faceta ignota para todos (y son muchos) los que conocían. Grande ha
editado “Al Sur de Marlene”, un volumen que recoge, entre otras cosas, los
poemas de juventud de su tío. Encontrados en un cajón después de medio siglo de
haberlos compuesto.
Editado
por el Instituto de Estudios Humanísticos de Castilla-La Mancha, también forman
parte del libro su montaje teatral “Layla-Quays el Magnun” y sus escritos para
las revistas Bisagra y El Festival, además de los textos para los premios Ágora
y Lorenzo Luzuriaga. El propio Javier Grande Marchante ha incluido algunos
textos suyos.
Javier
Marchante nació en 1954 en Alcázar, ciudad en la que murió. Fue profesor de
Frances en Alcázar, Tomelloso, Ciudad Real y Almería, donde estuvo más de
veinte años. Cubrió numerosas ediciones del Festival de Almagro con el Grupo
Surco y creo los premios Ágora y Lorenzo Luzuriaga del certamen de teatro
clásico de la ciudad encajera. En Almería creo con Antonio Serrano unas
Jornadas de Teatro del Siglo de Oro. Colaboró con Cruz Roja haciendo una gran labor
con las personas inmigrantes.
Javier
Grande Marchante está haciendo tercer curso de Historia en la UCLM, aunque está
un año en Granada «para los que estudiamos Historia esta ciudad es un
paraíso, con un ambiente cultural que roza el de Madrid». Su intención «es
dedicarme al mundo del patrimonio y la Arqueología, He hecho cursos y he
participado en excavaciones en Alarcos y en el Castillo de la Estrella». También
ha tocado académicamente la pasión de su tío Marchante, el teatro «he hecho
un curso en el Festival de Almagro». Tiene claro, como le decía Javier
Cepeda en un poema, «tocayo, en las letras está tu futuro»
Nadie sabía que Marchante era poeta
Grande
acaba de editar “Al Sur de Marlene”, un libro donde recoge textos inéditos de
Marchante «soy también autor ya que he añadido algunas cosas mías». Ha
recopilado nuestro interlocutor «la obra inédita de mi tío, algo que es muy
interesante». De hecho, Javier Grande ha hablado con poetas como Amador
Palacios o académicos como Antonio Serrano, que fue director de la Jornadas de
Teatro Clásico de Almería, «no tenían ni idea, no sabían que Javier
Marchante escribiese poesía». Eran conocidos sus textos para los Premios
Lorenzo Luzuriaga de UGT «o lo que escribió para el programa Clásicos 97 de
Radio Surco, esas famosas entrevistas con las berenjenas de Almagro a las que
invitaba a los más afamados visitantes del Festival de Teatro Clásico… Y, por
supuesto, sus escritos para los Ágora, creados por Rosana Torres y Andrés
Peláez junto a Marchante».
Señala
Javier Grande que la prologuista de “Al Sur de Marlene” es «Ángeles Sánchez
Infantes, periodista de Castilla-La Mancha Media que, por aquel entonces, se
dedicaba a presentar los premios Ágora junto a Javier Marchante». Recuerda
Grande la frase que hizo famosa Andrés Peláez en aquellos veranos de Almagro «ya
ha llegado Marchante, ya comienza el Festival».
Gracias
a la ayuda del Instituto de Estudios Humanísticos de Castilla-La Mancha «ha
podido ver la luz este libro». Y es que, señala, el Instituto «se ha
conformado como editorial. Ha sido una gran ayuda, imprescindible, que ha ido
desde como abordar el proyecto o desarrollar la maquetación del libro. Eduardo
Rubio, el presidente de IEHCAM, ha sido un pilar importante para poder llevar a
cabo este sueño. Así, todo se queda en Tomelloso». La ilustración de la
portada «ha corrido a cargo de Patricia Pedroche, que forma parte del grupo
Téchne del IECAM, del que yo también soy miembro». Grande agradece a todos
los que le han ayudado a que el libro sea una realidad, además del IECAM, da
las gracias «a mis padres, a Pepa Pedroche, a Amador Palacios, Ángeles
Sánchez, a una traductora y poeta belga, que se ha encargado del epílogo. Y
todos han ayudado a conformar este tesoro».
Un Marchante íntimo
“Al
Sur de Marlene” es básicamente un poemario «en el que descubrimos la parte
más íntima de Javier Marchante, que desgraciadamente, nos lo trae desde el
cielo». Los poemas que componen el libro llegaron a Javier Grande «por
un hallazgo fortuito, aparecieron en su biblioteca en Alcázar de San Juan. Más
de medio siglo en un cajón». El hecho de encontrarse «todo esto de
golpe, hizo que me preguntase, ¿qué hago con ello? ¿cómo lo hago?».
Respondiéndose preguntas, consultando con personas cercanas a su tío, Grande
decidió que era importante que se conociese esta faceta de Marchante.
La
datación de los poemas fue complicada «entre finales de los años 70 del
siglo pasado, en los últimos coletazos de la dictadura que iba decayendo y los
primeros compases de la nueva era que se vislumbraba, la transición y la
democracia». Pero no se pueden datar exactamente, «ni hay fecha, ni
ningún documento que señale cuando fueron escribidos. He tenido que acotar una
franja temporal de unos diez o doce años».
Javier
Grande, ha leído muchas veces los poemas inéditos de su tío y ha visto muchas
películas referidas en ellos «es que el cine le podía. De hecho, el título,
“Al Sur de Marlene”, tiene que ver con la famosa película de Marlene Dietrich,
Der blaue Engel, El ángel azul». Para un joven sin apenas formación en cine
clásico «toparse con esto fue un acicate para ver películas de la época
dorada. Se lo agradezco mucho, dado que son preciosas, me han encantado y, al
fin y al cabo, hemos ganado todos».
Y
es que, recalca Javier Grande «nadie, absolutamente nadie sabía que
Marchante escribía poesía. Se conocía lo que hizo en Almería, su teatro, los
premios Lorenzo Luzuriaga, sus colaboraciones en la revista Bisagra». Sus
compañeros de la Escuela Oficial de Idiomas «no conocían tampoco su faceta
como poeta. Tampoco la directora de Lanza, Julia Yébenes, que era gran amiga
suya. Nadie sabía absolutamente nada».
Antonio Serrano, «su mejor amigo y a quien académicamente consulto
muchas cosas, me animó a la publicación de los textos, “nadie sabemos de esto”,
me dijo». Ha sido también una sorpresa para Carlos Hipólito cuando Javier
Grande le comunicó la existencia de los poemas al actor, «eso mismo ha
pasado con la gente del teatro, como el director del Festival de Mérida, Jesús
Simarro o Manuel Canseco».
Había que sacarlo a la luz
El
volumen también incluye «escritos que he denominado, más académicos, para
conocer “la otra literatura” que hacía». Los poemas que conforman “Al Sur
de Marlene”, «son muy interioristas, muestran como veía el, desde su
juventud, el momento que le tocó vivir. Es algo bonito y también un homenaje.
Marchante era un escritor al uso y situar estos poemas en su obra es difícil». Javier
Marchante «era una persona que mostraba su amor por la cultura y la
educación. Lo mismo se tiraba mucho tiempo sin escribir, que volvía a hacerlo. O
incluso rompía lo que no le gustaba». Son muchas las incógnitas que le
quedan a Javier Grande sobre su tío «pero es bueno que se queden preguntas
sin contestar».
Se
podría pensar que Javier Grande ha desvelado un secreto que su tío no quiso que
se conociera, dado que lo tenía oculto, aunque el editor considera que «si
lo dejó escondido, seguramente fuera por las circunstancias. España, y el mundo
gracias a Dios, han cambiado. Y yo creí necesario —no puedo saber lo que opina
él— sacarlo a la luz, que la gente lo cocínese». En “Al Sur de Marlene”
descubrimos a un Marchante libre, más que la época en la que compuso los
poemas, mostrando su amor, su condición, con alegría, sencillez y humanidad. «Ya
que la gente conocía su labor en Almería con la Cruz Roja, hacer teatro con
inmigrantes que no sabían español. Esto también tenía que salir a conocer,
tenían que conocer esta faceta de Javier Marchante».
Además
de colaborar con el Grupo Surco, Marchante estuvo dando clases de Francés
durante un curso en el Eladio Cabañero, apunta su sobrino, a finales de los
años 80. Hay un consenso en todos quienes le conocieron «era muy querido por
todos, fue una gran persona que ayudaba a quien le hacía falta. El trato con
sus amigos y con el mundo de la cultura era siempre muy bueno, tanto a nivel
personal como a la hora de involucrarse en proyectos solidarios». Este
libro «es un regalo para todos que a él le hubiese hecho ilusión. Y seguro
que le gusta, allá donde esté, que haya incluido algunos poemas míos que firmo
como Marchante Junior», dice Javier Grande, que no puede disimular su
emoción.
Luis Ballesteros también estaría orgulloso
«Mi tío me inculco mi afán investigador, mi amor por la cultura,
me enseñó a no estarme quieto. También me recomendada que escribiese
continuamente, que me cultivas, que fuera al teatro, a los museos. Que siempre
estuviese andado, por mí o por las musas», nos
confiesa Marchante Junior. Otro maestro «tenía que ver esto», señala
emocionado, «Luis Ballesteros, del que hace unos días hizo un año de su
muerte». Sus dos mentores no se conocieron «a Luis le hablaba de Javier
y a Javier le hablaba de Luis. Seguro que los dos me están viendo y están
orgullosos del camino que estoy recorriendo. Este libro también es un regalo
para Luis… para los dos».
El
libro va a ver la luz el próximo 21 de febrero «tanto en formato físico como
online». La puesta de largo de “Al Sur de Marlene” va a ser en Tomelloso «luego
lo presentaremos en Alcázar de San Juan y, por supuesto en Almería». Para
acabar, Javier Grande Marchante reitera su agradecimiento «a todos los que
me han aguantado en este proyecto».
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Viernes, 7 de Febrero del 2025
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