Le costó al Atlético Tomelloso en una primera parte de escaso fútbol por parte de los dos equipos. El Carrión se parapetó bien en la mitad de su campo y fió sus salidas a base de balones largos, imposibles de cazar para su delantero Paco que gasto en vano su energía con carreras imposibles y siempre en inferioridad ante los centrales locales.

Morales puso en el medio al retornado, Loren Molinero, que trato de ensanchar el campo con balones a las bandas, pero al equipo le costó progresar, asociarse y generar ocasiones. Sólo una, pero muy clara, tuvo el Atlético. Se equivoco un zaguero del Carrión al ceder el balón a su portero, lo adivino Antonio Espinosa que se precipitó en una jugada que debió apurar mucho mas la conducción. El gol de haberse producido hubiese sido un bálsamo porque era justo antes del descanso.

Tuvo la suya el Carrion en Un gran disparo de Paco desde fuera del área que Monreal desvío a corner en una gran intervención. El Carrión fue ese equipo rocoso y duro que se esperaba, peleando las segundas jugadas y llevándose por garra muchas pelotas divididas

Mejoró el Atlético en la segunda, dominó territorialmente y disfrutó de las mejores ocasiones. Abraham generó mucho juego por la izquierda y estuvo cerca del gol en varios disparos con mucha intención. Lo intentó también Jorge Delgado tras recortar hacia dentro y el Carrión pudo marcar también en una de sus pocas llegadas con un tiro bombeado de Kiernans que apunto estuvo de sorprender a Monreal.

Arriesgó Morales dando entrada a Joaquín por Agustín y a Froilán por Berlanga. y el juego auriverde se tornó mas fluido con las apariciones de David Sevilla entre líneas, pero la expulsión de Espinosa, que él solo se buscó, obligó a jugar los últimos quince minutos, más el añadido de siete, con un hombre menos. Con diez siguió siendo superior el Atlético que tuvo su gran ocasión en un precioso remate de cabeza de Abraham que el portero Marcos salvó con una estirada felina. Reclamó el extremo que el balón había entrado, pero dio la impresión de que lo sacó sobre la misma línea. El gol hubiera premiado al equipo que más buscó la victoria, pero el maleficio casero se sigue alargando.