¿Qué es un lauburu?. Es posible que hayamos visto alguno en alguna ocasión, y seguramente ha pasado desapercibido porque solamente lo veamos como un elemento o figura decorativas.
El lauburu es una cruz con brazos curvos, y su forma geométrica representada con una cruz gamada, es un símbolo antiquísimo y común en muchas culturas, existiendo con formas similares desde el extremo oriente hasta las islas del Pacífico, pasando por el Tibet, y en gran parte de Europa (Finlandia, Austria, Francia, Alemania, Portugal, España) y en América del Norte.
Como la representación de esta cruz está difundida por todo el planeta es difícil determinar de donde procede exactamente, pero en cuanto a su significado, aunque en cada cultura tenga uno, se cree que es un símbolo que se utilizó en ritos solares, y que se fue transmitiendo de cultura a cultura hasta expandirse.
Y el lauburu vasco es en realidad una variación de la esvástica o de la cruz griega. Lauburu significa “cuatro cabezas”, en euskera, (lau: cuatro, buru: cabeza). Las cabezas de la vertical representan a la expresión femenina (emocional y perceptiva) ó a los elementos del fuego y del agua; y las cabezas horizontales simbolizan la energía masculina (mental y física) ó a los elementos aire y tierra.
Los vascos, desde la antigüedad, han considerado el lauburu como el principal símbolo del sol, y el lauburu representa un sol en movimiento, del cual estaba extendida la creencia de que el sol tenía el poder contra la influencia del mal.
El lauburu lo utilizaban principalmente los pastores como amuleto para hacer fuego, y por eso representa el fuego sagrado, la llama que siempre está viva para que actúe de protección; por eso lo utilizaban para protegerse de los lobos.
Pues en Tomelloso aparece este símbolo, un tanto oculto y por ello desconocido y desapercibido, y se encuentra en uno de sus edificios más emblemáticos e importantes (tanto por su ubicación como antigüedad): en la Posada de los Portales.
Se encuentran en la chimenea del edificio, en la planta baja, sobre sus pechinas. ¿Quién y cuando se realizaron?.
Hay que tener en cuenta que los canteros vascos eran muy valorados desde la Edad Media, y tenían gran movilidad para su desplazamiento allí donde les solicitaran sus trabajos.
Así, cerca de Tomelloso, en Villarta de San Juan, en la parroquia de San Juan Bautista, en su pila bautismal de 1816, aparece un lauburu, y por la documentación existente se sabe que fue grabado por canteros de origen vasco que trabajaban en Alcázar de San Juan.
Y unido a esto, existe la posibilidad que los lauburus aparecidos en el Molino de Pingazorras, de La Puebla de Almoradiel, estén vinculados con la presencia de estos canteros vascos. Las investigaciones realizadas en este molino estiman que los lauburus fueron realizados a finales del siglo XVIII ó principios del XIX, porque se grabaron en la capa más antigua del mortero, la correspondiente a la reconstrucción del molino en 1798.
Y con estos datos, y si la Posada de los Portales fue construida en 1778, no hay que descartar, y existe esa gran posibilidad, de que estos lauburus fueran obra de estos canteros vascos.
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Jueves, 13 de Febrero del 2025