La papelería Lozano liderada con sabiduría y entrega
por María Teresa Lozano Calero, más que una papelería, es un punto de referencia para Tomelloso. Su
fundadora, ha dedicado más de 40 años de su vida profesional no solamente a la
venta y el buen hacer diario con su clientela, sino también a fomentar la
cultura y el acceso a la lectura. A través de esta entrevista conoceremos más
en profundidad sus retos y el impacto que su labor ha tenido en la sociedad
hasta el día de hoy.
Corría el año 1984, cuando Mª Teresa decidió emprender
el negocio de una papelería sin grandes recursos, pero con una fuerte
convicción. Criada en una familia dedicada a la imprenta, vio una oportunidad de
negocio: Abrir una papelería y copistería en un pequeño local de la calle San
Pablo. Al año siguiente, anexionaron otro local al negocio que estaba en pleno crecimiento
y se trasladó a un local más amplio en la Glorieta Mª Cristina, dónde ha
permanecido hasta hoy.
"Los primeros años fueron de mucha ilusión y
aprendizaje",
recuerda María Teresa. El mayor desafío fue entender la gestión del negocio,
pero su pasión por el mundo del papel y los libros la impulsó a seguir
adelante. Tampoco tuvo ningún apoyo externo en sus comienzos, pero sí a nivel
moral, por parte de los padres, las madres y los niños y niñas.
Desde el principio, su visión fue clara: hacer
accesible la literatura infantil y los libros de texto. Trabajó con todas las
AMPAS del pueblo de Tomelloso y revolucionó la distribución del material
escolar al atender a todos los colegios sin exclusividad, tal y como ella misma
me explica: "Me di cuenta de que no era viable servir solo a un
colegio, así que abrimos el abanico y di servicio a todos los colegios e
institutos".
Desde un principio uno de los aspectos más destacables
de la librería Lozano ha sido el compromiso con su clientela y el empleo
femenino. "De forma natural, la mayoría de nuestras empleadas han sido mujeres",
comenta. Desde 1985, la plantilla ha crecido hasta contar con siete personas”.
Su marido, Antonio, se incorporó en 1991 para llevar
la gestión administrativa y ha sido una pieza clave en su empresa no sólo por
su labor de administración sino porque, como Mª Teresa confiesa: "Sin
él, no habría sido posible. Se ocupaba de los niños y me apoyaba
incondicionalmente. Era un padre buenísimo y nos complementábamos perfectamente".
Otro punto crucial ha sido la relación con los
colegios e institutos. "Los maestros han sido grandes aliados. Con el
tiempo, muchos se han jubilado, pero el vínculo sigue existiendo. Es bonito ver
cómo vuelven y preguntan por el negocio".
Evolución en el sector
—Desde que empezó, ¿cómo ha cambiado el sector del
libro y la impresión?
—La distribución en el sector del libro, antes era mucho más laboriosa, ahora tienes acceso más rápido y fluido al servicio de almacén. No se trabajaba con el ISBN, te decían que querían un libro con la pasta amarilla y era mucho más difícil de adquirirlos. La distribución es más fácil gracias a los avances tecnológicos, el servicio inmediato, la impresión ha cambiado mil por mil. Antes eran copias manuales y ahora son copias digitales, las cuales han facilitado el acceso, de forma más inmediata. Esos avances comienzan de forma progresiva y en poco tiempo han cambiado.
—¿Qué transformaciones ha vivido en la venta de libros de texto con el paso de los años? ¿Cómo ha influido la digitalización en tu negocio? ¿Ha sido una amenaza o una oportunidad?
—Ha sido una oportunidad aunque tiene esas dos caras,
es también una amenaza porque tienes más competencia pero es más fácil
trabajar, te puedes formar con un simple video. Es más positivo ya que te ayuda
a mejorar. La digitalización es una amenaza porque tienes mayor competencia, en
cualquier sitio puedes encontrar la información.
Simplemente adaptarte a la digitalización. En cuanto a
las RR.SS (Redes Sociales) adaptadas a las nuevas tecnologías, ya que influyen
en cuanto al marketing, se promueven nuevas formas de trabajar: El trabajo y la comunidad. Y siempre intentando mejorar.
Ahora podemos formarnos con un simple video tutorial, el acceso a la
información es inmediato. Para adaptarse a los nuevos tiempos, ha incorporado
las redes sociales y nuevas tecnologías en su estrategia de negocio, siempre
con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente.
Trabajo y Comunidad
—¿Fue Lozano la primera librería en Tomelloso?
—La primera librería fue la de Eugenio Serrano y la de
Cristóbal García, la papelería de La Moderna. Entonces, Cristóbal tuvo sucesión
y Eugenio Serrano nos traspasó el negocio y estuvieron unos años en la calle
Nueva, seis o siete años. Eso fue después de comenzar en la Calle San Pablo,
nº1. Al final la dejamos porque no nos resultaba rentable. Y abrimos otra en la
Calle Don Víctor.
La más decana de las papelerías es la de Cristóbal,
pero si se considera que es la persona que más años lleva en la papelería
podría ser yo, que llevo 41años. Y los de la papelería La Moderna, llevarían 60
años.
—Ha dado empleo a varias mujeres a lo largo de estos
años. ¿Qué significa para usted haber contribuido a su desarrollo profesional?
—Pues han surgido sin ninguna intencionalidad pero lo
cierto es que todas las empleadas han sido mujeres excepto dos hombres, mi
marido y José, un chico que estuvo con nosotros aunque los puestos de trabajo
se han ido creando para mujeres. Antes, el perfil de papelería era más para
mujer. En realidad todas han sido
mujeres menos dos hombres que han estado en nuestra empresa. Ahora, recientemente
se ha incorporado mi hijo, Abraham.
El perfil de papelería quizá fuera antes más de mujer
pero reconozco que hoy en día se han fusionado los perfiles y puede ser tanto
para mujer como para hombre. Empezamos a
trabajar en 1984 y a contratar a partir del año 1985, primero dos personas y
luego pues fue incrementando el número hasta 7 personas que tenemos actualmente
en la empresa.
—¿Cómo es la relación con los colegios e institutos
del pueblo? ¿Ha cambiado con el tiempo?
—La relación que mantengo con los maestros y los
colegios es excelente porque ya son muchos los años que llevo tratando con
ellos y atendiendo sus peticiones y necesidades; en muchos casos estos se
convierten en amigos. Quizá antes, el trato era mucho más cercano que lo es
ahora. Ya van pasando dos generaciones. Y muchos de esos maestros están
jubilados, pero a pesar del tiempo se han preocupado siempre por mi negocio, vuelven,
te preguntan. Después de todos estos años, seguimos manteniendo esos lazos de
amistad y siguen viniendo a la tienda.
—¿Cuál ha sido la clave del triunfo de papelería
Lozano?
—No sé si he triunfado, simplemente considero que la
clave ha sido trabajar, siempre mirar al frente y que lo único que quieres es
tener tu hueco para atender a los clientes, satisfacer sus necesidades. Y
reconozco que la papelería ha sido y sigue siendo mi vida.
—¿Siente que la librería ha sido un punto de
referencia para la sociedad de Tomelloso?
—Creo que después de 40 años ha
sido un punto de referencia. Pero nunca lo había imaginado ni pensado. Reconozco
que estar en un negocio tiene un precio muy alto, tienes que olvidarte de ti y
muchas veces se pierden muchas cosas, a nivel familiar sobre todo y a nivel de
amistades. No las he perdido pero sé que me he dejado la vida en el camino.
—¿Qué consejo le daría a quien quiere emprender un
negocio?
—A la gente que
quiere emprender le recomiendo que trabaje, y si no persigue con ímpetu e
ilusión un claro objetivo a cumplir, el negocio podría estar condenado al
fracaso. Y hoy en día, la gente piensa que se va a hacer rica enseguida pero
eso no es cierto ya que siempre estás invirtiendo en la empresa.
—Y a alguien que lo hiciese en el sector…
—Trabajar, trabajar y tener muy claro el objetivo. No
ser demasiado ambicioso y no tener el ego muy elevado. Hacer del trabajo una
actividad diaria que se compromete con los otros. No hay más secreto que el
trabajo que es el que te da las pautas.
Casi nunca planeo porque pienso que las cosas pueden
cambiar sobre la marcha. Y pienso que planear y planificar las cosas no siempre
salen exactamente a “raja tabla”. Creo que quizá mañana piense diferente y
tenga que cambiar de idea.
—¿Si tuviese que comenzar de nuevo con la empresa, lo
haría de la misma manera o cambiaria algo?
—Por mi forma de ser, volvería a cometer los mismos
errores y trabajaría de la misma manera conociéndome como me conozco. No creo
que mejorara.
—¿Alguna anécdota o proyectos que recuerde con
especial cariño?
—No recuerdo ninguna anécdota en especial. He conocido
a muchas personas. Han pasado muchas cosas pero no pienso que haya habido nada
extraordinario.
Los proyectos, quizá “La feria del libro solidario”
durante 3 o 4 años con la colaboración del Ayuntamiento y la ayuda de la
directora de la biblioteca, Rocío Torres. Nos ponían las casetas y los libros
en la avenida de las Moreras. Contactaban con las AMPAS y en cada colegio se
recogían libros que no usaban, les ponían sus carteles correspondientes a los
colegios y vendían los libros al precio que consideraban. Recogían muchos
libros de segunda mano y los vendían. Elegían una asociación a la que donar el
dinero y con todo el dinero que recogían se lo donaban a distintas entidades,
como Cáritas, a alguna asociación de animales, etc. Se hacía durante tres días
en la Plaza de toros. La gente colaboraba, se hacían las pegatinas. Ahora
recordándolo, me encantaría retomarlo.
Aparte de la venta, el AMPA reunía a los alumnos/as y hacían lecturas de Gloria Fuertes, leyendo poesía, algunos capítulos del Quijote. Ponían unas sillas con un micrófono en un escenario y presentaban a los niños/as de los distintos colegios e institutos de los que venían. Era para fomentar la lectura. Lo hacían al aire libre. Fue en el año 2015 cuando lo hicieron.
Las actividades hay que hacerlas en la calle, son actividades del pueblo. A mí me gusta la
calle, porque en un sitio cerrado, está muy bien pero no es igual. La parte de la Glorieta es
un sitio ideal donde la gente puede realizar multitud de actividades con el
Museo de López Torres y le darían mucha vida a esa zona. Es una zona del pueblo
muy bien situada.
Otro proyecto fue poner casetas en el Paseo de las
Moreras donde estaban los libreros para vender libros durante una semana. Era
en el mes de abril y con el apoyo de las AMPAS. Un año incluyeron un concurso
de dibujo y los llevaban a la papelería y les daban unos premios educativos.
Pusieron unas cuerdas en el Paseo de las Moreras con todos los dibujos de todos
los niños que habían participado. Se les daban sus premios y había mucha
afluencia de personas, de padres, madres, familias.
Estaría muy bien realizar una actividad escenificando algún
capítulo del Quijote, el autor, el contexto del libro, coger una parte y que
ellos suban a leer es muy importante y sería muy interesante para fomentar la
lectura. Aprenderían mucho vocabulario en el Quijote, proponer hacer un
diccionario del Quijote, elegir capítulos relacionados con nuestros parajes,
Ruidera.
Todo lo hemos hecho con la ayuda de la Biblioteca.
Angelines de la biblioteca, iba siempre a ayudarnos. Ahora hay más personal en
la biblioteca. Y tampoco se puede implicar a tanta gente. Es un gran esfuerzo
lo que supone a nivel humano.
—¿De qué se siente más orgullosa en su trayectoria?
—Lo que más me enorgullece es el aprendizaje que he
tenido a lo largo del tiempo. Todo hay que hacerlo con toda la ilusión del
mundo pero nunca se queda satisfecha con lo que hago ni tampoco pienso que es
algo extraordinario. Y por eso me maravillo cuando veo que la gente piensa que
todo lo que hace es excelente.
Mirada al Futuro
—¿Cómo ve el futuro del negocio con las nuevas tecnologías?
¿Las librerías tradicionales seguirán teniendo un papel importante?
—Lo veo muy bien, hay que avanzar conforme avanzan los
tiempos. Hay que profesionalizarse y sobre todo mantener el espíritu de
servicio. Fidelizar a los clientes porque les estás dando el mejor servicio que
puedas dar. Y con respecto a las nuevas tecnologías y la IA, nos lo van a dar hecho y entonces es algo
bueno que tienes que aprender y todo hay que modelarlo. También pienso que va a
traer cosas negativas y habrá que aprender.
—¿Cómo resumiría en una frase su trayectoria?
—“He conseguido hacer lo que me gusta”, que eso no todo el mundo lo consigue. Esa sería mi frase. Para mí, el trabajo es así, trabajar no supone un esfuerzo, para nada. Hay días mejores o peores en función del estado de ánimo. Y trabajo porque tengo cosas que hacer y lo prefiero antes que irme a tomar un vino. Porque considero que tengo que cumplir mis objetivos, contar con mi público y atender a mis clientes.
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Viernes, 25 de Abril del 2025
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