Blade Runner es un clásico de culto de la ciencia ficción dirigida por Ridley Scott. Es muy difícil continuar la historia teniendo en cuenta que su director dejó el listón muy alto. Para esta secuela se optó por Denis Villeneuve quien dirigió La Llegada e hizo que el propio Scott se fijara en este.

En esta continuación seguimos al agente K, interpretado por Ryan Gosling, un replicante que se dedica a cazar a otros. En cierto momento K se topa con una investigación vinculada con Rick Deckart, de nuevo interpretado por Harrison Ford. Este descubrimiento podría cambiar el curso de la humanidad tal y como la conocemos.

Como pequeño aviso, si queréis enteraros de esta película, es obligatorio ver antes el film de Ridley Scott. En su día casi cometí el fatal error de ver 2049 sin haber visto la original, pero por suerte la visualicé de nuevo ver para no perderme.

Cuando fui en su día al cine a ver Blade Runner 2049 quedé asombrado, sobre todo en lo que se refiere a nivel técnico. Villeneuve es un maestro y en aspecto técnico es una maravilla sobre todo a lo que se refiere en puesta en escena sumándole la increíble fotografía de Roger Deakins con ese juego de colores y uso de luz. El director también utiliza efectos prácticos que ayudan a que este mundo sea real y el uso de pantalla verde y CGI está muy logrado y llega a ser natural.

Respecto a la historia el guion está muy conseguido y el ritmo, pese a ser una película que dura dos horas y media, va como un tiro. Es una cinta lenta y requiere paciencia y mucha atención al detalle y si bien la primera hora es muy parecida a la original de Ridley Scott, llegado a cierto punto Villeneuve la hace propia y le da su toque personal, aunque también tiene alguna que otra escena de acción. No hay muchos diálogos y se basa más en miradas y pequeños gestos y detalles sutiles para enganchar al espectador y aportar más contexto a la trama.

Ryan Gosling no es mi actor favorito y muchas veces no soporto sus papeles, pero aquí está que se sale, y bueno, Harrison Ford es impresionante y se nota que tiene un rol no como icono sino como actor. No esperéis verla pensando que veréis Star Wars o Indiana Janes.

Ana de Armas hace de Joi, una IA que hace de interés amoroso de K pero en sí es el corazón de la cinta. De Jared Leto me parece que hace de muy buen villano y quizá es uno de sus mejores papeles y aunque no puedo decir mucho de Nyander Wallace, diría que es un magnate en busca de la perfección.

Hay muchos temas que trata la cinta y al igual que la primera el tema fundamental es que nos hace ser humanos pero también habla sobre el amor, si el propio fin justifica los medios y a replantearse quien eres. Teniendo en cuenta que los replicantes son el futuro la pregunta es: ¿son más humanos que los propios humanos?

Quizá lo único malo es que en su momento pasó desapercibida e incluso se tildó de larga y aburrida pero el tiempo le ha dado su razón y actualmente es una secuela digna y una obra de arte.

Por todo esto tenéis que ver Blade Runner 2049, es una secuela increíble y creo que permitió que Villeneuve se pusiera a dirigir Dune además de aportar más a este universo creado por Ridley Scott.

Como una conclusión de este encuentro diría que tanto Nolan como Villeneuve son quizá los grandes autores contemporáneos cada uno con su estilo pero siempre enganchando al espectador. Como fan de estos directores ojalá y hagan una película juntos, quien sabe a lo mejor y adaptan Ubik, también de Philip K. Dick.

A lo largo de los años ambos directores intentaron coincidir. En 2020 casi llegan a la par Dune y Tenet pero la pandemia impidió y en 2023 casi se estrena Oppenheimer y Dune Parte 2 con el resultado del retraso de la segunda parte de la novela de Frank Herbert hasta que por fin llegó en 2024.

Por suerte en 2026, si llegamos, se producirá un nuevo encuentro entre ambos creadores y con 2 peliculones que sí o sí estaré ahí para disfrutarlos: La Odisea y El Mesías de Dune