En la introducción al concierto, Arturo Sánchez se refirió al olvido, y muchas veces el anonimato, de mujeres compositoras a pesar de que hicieron grandes aportaciones a la música. De talento andaba más que sobrada la compositora a la que se dedicó el concierto, Anna Isabella Leonarda, una religiosa y compositora italiana del período barroco. Fue una de las compositoras más renombradas de su tiempo y sus sonatas son las primeras publicadas por una mujer. Hablamos de una compositora hábil y versátil cuyas aproximadamente doscientas composiciones incluyen ejemplos de casi todos los géneros sagrados, principalmente de motetes, misas y salmos. Además es considerada la mujer más productiva de su época por la cantidad de obras y publicaciones.

Con la buena acústica de la sala (no es la primera vez que este recinto acoge una actuación musical), la magistral interpretación de Arturo Sánchez al violín y de Mariely Blanco al piano, las alumnas fueron tocando obras de hace trescientos años que siguen plenamente vigentes y que demuestran la genialidad de su creadora.  

El piano y el violín son dos instrumentos que se complementan perfectamente en la música clásica. Su combinacion produce una rica variedad de sonidos y tonos, muy emocionantes de escuchar. Quedó demostrado en este delicioso concierto con marcado protagonismo de las mujeres.