De nuevo la artista vuelve a colgar su obra en Tomelloso, “regreso con colores, dibujos y, sobre todo, con emociones”. Maru, que ya mostro su arte hace unos meses en El Rinconcito, centra la obra que enseña en El Cafetín “en la figura y en las emociones humanas”. Aseguraba la artista que se mantiene en su línea de trabajo, mirando profundamente lo que le rodea y mostrándolo a través de la abstracción. En la muestra “hay una gran variedad de dibujos, con distinta complejidad que muestran al público un juego entre lo real y lo imaginario; entre la forma y lo vacío; entre lo visible y lo que se esconde en los márgenes de la percepción”. Una percepción que hace que, aunque las impresiones de cada espectador sean parecidas, “las emociones son distintas. Hay emociones de diversas formas, en el mirar más allá de lo evidente”. Es por ello que Maru agradece al espectador “que se sumerja en mi universo y se atreva a mirar más allá”.

Cuelga la pintora treinta y tres obras en El Cafetín, ha utilizado “la técnica del bolígrafo, en blanco y negro, jugando con los colores para darle intensidad y fuerza, y acentuar lo que busco destacar”. No faltan los colores vivos en las acuarelas que enfatizan lo que la artista quiere decir, forzando a que “quien venga pueda sumergirse en la historia que cada uno quiere ver”. Ha llevado Maru a la exposición las obras que fueron seleccionadas en el pasado Certamen Artístico de la Fiesta de las Letras de Tomelloso “para que el público vea de donde parten muchas de las cosas que conforman mi estilo”.