Aproximándome a tu esencia literaria,
me he emocionado con el amor de tus palabras
a nuestra tierra manchega
y sus gentes.
He bailado en la rúbrica
de tu barca.
Solo faltaría la “u” de
universal en tu nombre
pero me sabe a variedad
y a alegría que mece el alma.
En tu apellido está la “ñ”
de España y en ella se
contiene nuestro querido Tomelloso
en pleno centro de la Mancha.
Si la “ñ” juguetona
troca en “ll”
pues se disfraza,
encontramos un quijote
cuya lanza es la palabra
y su dama Dulcinea
troca su nombre por
el de Marisa, sabia.
Tu palabra, Eladio,
me huele a añoranza,
a cueva labrada,
a corazón de campesino,
a surco de tierra y calma,
a lumbrera y a tinaja,
a niño jugando al “güa”,
a madre de amor y bata,
delantal enamorado
centro de la familia enamorada;
a campesino valiente
que ama su tierra y labra;
a terreras hacendosas,
a hombres de pico y pala
con poleas de sacrificio
que barruntan
progreso y un mañana
que, en su devenir cansino,
giran y giran con calma
sacando sudor y lágrimas,
desde la oquedad, su entraña
preparando, como vientre
de una madre
que amorosa gestara
el caldo que en vino fermentara.
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Sábado, 22 de Marzo del 2025
Sábado, 22 de Marzo del 2025
Domingo, 23 de Marzo del 2025