No hay nada más británico que un asesinato, ni más
londinense que una muerte en extrañas circunstancias. Y, por supuesto, la
parodia es el género español por antonomasia. El genio de Miguel Mihura mezcló
ambos ingredientes (con acierto y en las proporciones justas) y le salió “Carlota”.
Pasada por el tamiz de Platea, este sábado se estrenó en el Marcelo Grande,
dentro de la 32 Muestra Local de Teatro José María Arcos, esta “rara comedia”
de asesinatos (ma non troppo) que gustó mucho al numeroso público que acudió al
teatro. La compañía cosechó una sonora y prolongada ovación del respetable.
Penúltima jornada de la Muestra Local de Teatro de este año.
Gran ambiente en el Marcelo Grande con la platea prácticamente llena. La verdad
es que ha sido la tónica de la muestra (generalmente lo es siempre), el público
apoya a los grupos locales que considera suyos. Con dirección de Alberto Palacios,
Platea puso en escena “Carlota”, de Miguel Mihura. Una obra que el genial
dramaturgo estrenó en los años 50 del siglo pasado, cuando las comedias policiacas
estaban de moda —como “La ratonera” de Christie, por ejemplo—, parodiando el género
y, como no, con un toque (un lingotazo, más bien), de humor negro.
Charlie Barrington, Raúl Zatón, se encuentra en una calle,
junto a su casa, hablando con el sargento Harris (Alberto Montañés), mientras
esperan al detective Douglas Hilton, Alberto Palacios. Escuchan a Carlota (Noelia
Muñoz), la esposa de Charlie, tocar el piano dentro de la casa. Al llegar el
detective, llaman a la puerta, pero la tardanza de Carlota en abrir les
preocupa y la fuerzan. Al entrar la encuentran muerta. Pero nadie salió ni
entró a la casa, ellos estaban abajo. Durante la siguiente hora y media
acompañamos a Platea a descubrir quien mató a Carlota y como lo hizo.
No hay duda con la escenografía: estamos en el piso de Carlota,
en el Londres victoriano. Es la planta alta de la farmacia de Carlota. A través
de la investigación del asesinato, en clave de humor, lógicamente, Platea recorre
(de forma muy bien resulta escenográficamente) las diversas situaciones vividas
por los personajes. Por supuesto que, absolutamente todos, son sospechosos.
Los actores aportan un acertado toque “british” a sus
personajes. Alberto Palacios le da a Douglas Hilton la ironía y desconfianza
que necesita; Raúl Zatón sabe vestir con resignación, caballerosidad y “savoir-faire”
al sufrido marido de la farmacéutica. Noelia Muñoz imprime a su personaje la
calculada locura de una pizpireta británica con posibles; Alberto Montañés nos
enseña un sargento Harris enamoradizo y sensible; Pilar Requena muestra una
Velda Manning que tras la sobriedad y distancia de un ama de llaves inflexible
esconde una sirviente fiel y Ana Molina es capaz de crear una Miss Margaret
alocada y pueril. El resto del elenco, Carlos González, da vida al particular
Fred Sullivan y a un policía; Jaime Peco hace del doctor Wata y de Bill y María
Montañés interpretó a Miss Lilian, también nos ofrecen notables
interpretaciones.
Durante la obra se señala que “el aburrimiento y la tristeza
son malos”, algo que no ocurrió durante la representación de “Carlota”. Los diálogos
entre Charlie y Carlota o entre Hilton y Barrongton fueron verdaderos duelos
interpretativos, aderezados en muchas ocasiones por el buen hacer de Pilar Requena,
Alberto Montañés o Ana Molina.
Cuando cayó el telón (no vamos a desvelar quien es el
asesino), Platea recibió una gran ovación del público. Y la Muestra Local nos
ofreció otra gran tarde.
Insistimos, ¡viva el teatro aficionado!
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Domingo, 6 de Abril del 2025
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Lunes, 7 de Abril del 2025
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