Opinión

Ciri prefiere la cruz al pez

Joaquín Patón Pardina | Jueves, 17 de Abril del 2025
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Un viaje de Ciri el viernes pasado fue la causa de faltar a la reunión semanal.  Situados, como estamos, en plena Semana Santa volveremos a faltar a la reunión del viernes. Con un mensaje por el teléfono nos hemos puesto de acuerdo al instante, para adelantar el encuentro a hoy, como excepción altamente justificada, lo que no anula el manteamiento de la costumbre.

Como incienso, en una celebración litúrgica, es el aroma del café en esta tarde para mi gran amigo. Se traslada al monte Parnaso en el instante, en que el camarero deposita las tazas ante nosotros. Huele el café inclinando la cabeza hasta un determinado grado, como enseña el budismo, en la percepción sensorial, a posteriori las magdalenas en sus lechos oleados de papel. 

—¡Qué gran delicia! —comenta más cerca del susurro que de la locuacidad.

—¿Cómo se presenta la Semana Santa?

—Muy  bien, han venido mis hijos y me paso el día disfrutando de su compañía y de los nietos  —responde mi amigo alegrando lo ojos.

—Ciri, una pregunta comprometida: ¿Tú eres más de pez o de cruz?

—Si te refieres a guardar la abstinencia, o sea, no comer carne los viernes de cuaresma, te digo que no me inquieta demasiado. Bien es cierto que mi mujer consigue que guardemos casi todos.

—No, amigo, no me refiero a comer pescado, me refiero a los símbolos del pez y de la cruz. Estoy planteándome algunos asuntos interesantes, ya que estamos en tiempos religiosos fuertes para los cristianos,  retrotrayéndonos a los primeros tiempos.

—El símbolo de la cruz lo entiendo perfectamente, desde que me lo explicaron en la escuela al estudiar el catecismo. En cuanto al pez no sé qué clase de símbolo es, —responde el compañero enfrascado en cortar un tajo de suculenta magdalena.

Pienso que Ciri tiene un valor añadido, puede estar aparentemente abstraído con algo y al mismo tiempo hacer un seguimiento a una conversación, en ocasiones me ha participado cierto comentario del vecino de mesa.

—Los primeros cristianos descubrieron que la palabra pez en Griego: ΙΧΘΥΣ (puede leerse como IJZYS en Español) era un acróstico de las afirmaciones que ellos hacían de Jesús, cada letra corresponde a una de ellas, así decían: Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador. Cuando estallaron las persecuciones en que los apresaban, torturaban, despojaban de sus bienes o incluso los mataban, utilizaron este símbolo para descubrir los posibles espías, que intentaban entrar en sus reuniones.

—Qué curioso, pero… no termino de entender. ¿Preguntaban la palabra al desconocido a modo de contraseña y debería responder acertando? De lo contrario estaba descubierto.

—No. Utilizaban un bastón o una vara y dibujaban en la tierra una línea curvada con el final hacía arriba. Si el desconocido era cristiano concluía el dibujo en el que aparecía la silueta del pez, si no  la dibujaba, desconfiaban inmediatamente. Este símbolo lo utilizan todavía algunas asociaciones cristianas. Incluso puedes descubrirlo en muchas pinturas religiosas o vidrieras en catedrales o templos.

—Es muy interesante. Yo creía que intentaba recordar la multiplicación de los panes y los peces, para dar de comer a una multitud de personas. Y  ¿Por qué no usaron la cruz desde el primer momento como ahora? —pregunta Ciri muy interesado en el tema.

—Porque la cruz llevaba consigo, además de la muerte del condenado, una lección para los espectadores asistentes al momento de la crucifixión: «Esto les ocurre a los que incumplen la ley». Para mayor publicidad, tales penas se ejecutaban en algún monte cercano a la ciudad o en intersecciones de caminos. 

—Sería horroroso tanto para el condenado como para los familiares y amigos —interviene Ciri con cierta congoja.

—Así era. Se intentaba terminar con el ajusticiado, así como con el modo de comportarse o de las enseñanzas que había impartido. En los momentos de las crucifixiones casi siempre eran varias las personas ejecutadas; con Jesús fueron otros dos, a los que, por error de traducción, se les ha llamado ladrones, pero no es así, a los sentenciados por ladrones se los vendía como esclavos, mientras que la cruz se reservaba para causas más graves (asesinos, terroristas, sicarios). Pienso que con Jesucristo la utilizaron por mayor sadismo, te recuerdo que a los profetas los apedreaban y Jesús era tenido por profeta. También, y es el colmo, recordar el anatema de la religión Judía en el Antiguo Testamento: « … maldito el que cuelga entre el cielo y la tierra» (1). Esto incluía a los ajusticiados en cruces, así  como los ahorcados, por ejemplo, Judas. 

—Evidente, ahora sí comprendo a aquella gente. Cómo iban a tener por símbolo un patíbulo que para su cultura era vergonzoso y de escarnio. Debió pasar mucho tiempo, para que se interpretara de otro modo.

—Hasta el siglo IV y con la aquiescencia y recomendación de Constantino I el Grande no se utilizó la cruz como símbolo cristiano. Dice la leyenda que el emperador tuvo un sueño en el que vio una cruz en el cielo y un letrero que decía:  “ἐν τούτῳ νίκα" (en Griego),  y que de inmediato se tradujo al Latín:   “in hoc signo vincis”; la traducción es bien sencilla.

—Claro, “en este signo vencerás”. ¿Has visto? Aunque no he estudiado Latín sé traducirlo.

—Necesito decirte que se tardó demasiado tiempo, y pienso que aún no han entendido muchos clérigos que la muerte de Jesús en la cruz fue el colofón de una persona totalmente fiel a Dios, manifestando su amor a todos los hombres y mujeres del mundo hasta la muerte, pero no la exigencia de un Dios cruel y despiadado  que demanda la muerte, de modo tan vilipendioso, a su Hijo para poder perdonar los pecados de la humanidad. Lo mataron las autoridades religiosas y políticas que veían en Él un peligro para su modo fundamentalista de entender la Ley y la Voluntad de Dios sin descartar los pingues beneficio que esto reportaba a sus bolsillos.

—Oye compañero, necesitamos más tiempo para charlar de este tema, es demasiado trascendental e importante…

Veo en la despedida que Ciri mantiene el semblante compungido, preocupado y con algún tinte de tristeza, debo aclararle bien que «A Jesús lo mataron, pero no le quitaron la Vida, porque  Dios es la Vida». 1 (Dt. 21, 22-23)

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