En una semana marcada por los sonidos solemnes de la música
cofrade, Tomelloso encontró su contrapunto perfecto en las guitarras
eléctricas, las baterías vibrantes y las voces llenas de ilusión que
protagonizaron el IV Encuentro de Convivencia Musical del IES Airén,
celebrado el pasado 10 de abril. Un evento que va más allá del espectáculo para
convertirse en una declaración de intenciones: la educación también se
construye con música, emoción y comunidad.
Desde las seis de la tarde, el gimnasio del centro educativo
se transformó en un verdadero templo del rock, donde lo académico dio paso a lo
artístico y donde las diferencias de edad, estatus o experiencia se diluyeron con
la música. En esta cita, ya tradicional en el calendario cultural del centro,
no hay espectadores pasivos. Cada uno de los asistentes, ya sea desde el
escenario o desde el público, forma parte activa de un proyecto que reivindica
el poder de la cultura como herramienta educativa.
La tarde arrancó con la fuerza de la juventud. Los
Inesperados, una banda formada por alumnos de primaria acompañados por sus
propios padres, fue la encargada de romper el hielo. Su actuación estuvo
marcada por una sorprendente coordinación y entrega. Para muchos, era la
primera vez sobre un escenario, pero su desparpajo y complicidad dejaron una
huella imborrable entre los asistentes. Este primer concierto quedará en la
memoria porque simboliza el inicio de un camino artístico para muchos de ellos.
Le siguió Lo Que Diga Mi Mujer, una banda formada por
padres y alumnos de secundaria que ha ido ganando notoriedad en el panorama
musical local. Con un repertorio que abarcó desde temas actuales hasta
versiones de clásicos que hicieron las delicias de los más “carrozas” su
actuación demostró que la música puede ser el puente perfecto entre
generaciones. Sus versiones atrevidas, su simpatía sobre el escenario y el buen
ambiente que transmitieron lograron que el público no parara de bailar.
La tarde avanzaba, y con ella llegó el turno de Los
Presocráticos, grupo con una sólida trayectoria formado por docentes del
propio centro. Su presencia sobre el escenario impuso respeto, y no es para
menos: ofrecieron un repertorio cuidado al milímetro, con una calidad sonora
que reflejó años de experiencia. Su interpretación fue un auténtico recital de
profesionalidad y pasión.
Como colofón, subió al escenario CI 160, la banda
anfitriona del IES Airén, formada por profesores, estudiantes y un padre del
centro. Esta fusión de talentos y generaciones no solo representa el espíritu
del encuentro, sino que lo simboliza. Su actuación, cargada de fuerza, carisma
y complicidad, fue el punto álgido de la jornada. Versionaron grandes himnos
del rock y del indie, logrando levantar al público de sus asientos y
despertando el rockero interior de más de uno. La banda, que lleva una década
tocando junta, mostró una química envidiable y una entrega que convirtió su
actuación en una verdadera celebración del trabajo en equipo.
Con abrazos, risas y promesas de futuras ediciones, el IV
Encuentro Interbandas llegó a su fin. Más allá de los acordes y aplausos quedó
claro que la música une, enseña, transforma. Y entre abrazos y
felicitaciones mutuas los participantes se despidieron con ganas de volver a
unirse para una próxima edición. “Que el buenrrollismo continúe entre nuestros
centros educativos a través de la música. Show must go on!”
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Sábado, 19 de Abril del 2025
Miércoles, 16 de Abril del 2025
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Domingo, 20 de Abril del 2025
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