La muestra, que reúne piezas cargadas de lirismo, memoria e intensidad emocional, se convierte así en un puente entre el arte y la solidaridad. La iniciativa parte de Mónica Pon, gerente de Claumar y paisana del pintor, quien ha querido canalizar la ayuda hacia un centro educativo muy afectado por las inundaciones. “Tenía claro que la recaudación de esta nueva muestra pictórica debía ir a parar a algún colectivo afectado por la desastrosa dana que asoló a varios municipios muy cercanos a nosotros. Y qué mejor que donar este dinero al colegio María Inmaculada, que ha sufrido graves destrozos”, ha declarado.

La gerente del colegio, Carmina Guerola, ha expresado su agradecimiento a Claumar por este gesto que permitirá reconstruir la biblioteca, reponer estanterías y renovar las alfombras donde los niños y niñas se sientan a leer. Durante la visita de Pon al centro, Guerola le mostró la escalera en la que figuran escritos distintos valores. “El agua llegó hasta el quinto escalón, donde figura la palabra ‘AGRADECE’, que sin duda es lo que hacemos, agradecer a todas las personas que colaboran para que nuestro colegio recupere la normalidad”, recordó.

Para Pepe Carretero, esta exposición es también un reencuentro con sus orígenes y una oportunidad para compartir su obra en un nuevo enclave. Con una trayectoria sólida y reconocida a nivel nacional e internacional, su pintura se sumerge en lo onírico y autobiográfico, evocando escenas íntimas que oscilan entre lo acogedor y lo inquietante, lo telúrico y lo conmovedor. La muestra, por tanto, promete no solo una experiencia artística de primer nivel, sino también una poderosa llamada a la empatía y la cooperación.