“Estuvimos en primera línea ayudando todo lo que pudimos” ha empezado diciendo Cuadrado que ha documentado charla con sobrecogedores vídeos y fotografías. “En aquel fatídico 29 de octubre en Tomelloso también estábamos en alerta por tormentas y llegamos a realizar varias intervenciones por inundación en garajes. Pero poco a poco nos fue llegando información sobre lo que estaba pasando en Valencia. Ya sabíamos que el Barranco del Pollo se había desbordado y que también habían fallecido personas en Letur y Mira”.

No lo dudó en segundo, y ante la gravedad de la situación, Daniel Cuadrado pidió permiso a alcaldía para ir a Valencia a prestar ayuda. “Alcaldía nos dio todo  tipo de facilidades y antes de ir pusimos en marcha una campaña en Tomelloso y Argamasilla de Alba para recoger productos de primera necesidad. Inicialmente pensábamos ir con cinco o seis camiones, pero fuimos con ¡treinta! El mayor convoy de ayuda de todos los que se organizaron en la provincia. La gente se volcó y el Ayuntamiento también”.

Cuadrado, que ha llevado a la charla algunos de los aparatos que utilizó en las labores de ayuda, ha recordado las dificultades que supuso el viaje. “Hicimos varias rutas que luego tuvimos que descartar. Estaba previsto que nos recibieran en Torrent para allí descargar todos los camiones, pero nos redirigieron al campo de Mestalla en Valencia. Cuando llegamos allí nos lo encontramos cerrado y la gente se subía a los techos de los camiones buscando alimentos. Tuvo que intervenir la Guardia Civil”.

El panorama pintaba mal, pero Daniel recibió la llamada de Sonia, una concejala de Torrent que le dijo que podrían descargar allí. El responsable de Protección Civil todavía se emociona al describir el paisaje que tenía por delante “Vimos kilómetros y kilómetros de destrucción, personas llenas de barro, un olor terrible…sabíamos que encima del barro por donde circulábamos, a duras penas, había cadáveres de animales y personas. Veíamos también montañas de coches apilados y las poblaciones sin luz y sin agua. Un escenario similar al de una guerra. No pude evitar llorar ante lo que estaba viendo”.

También ha contado los saqueos que se produjeron por parte de quienes quisieron aprovecharse de la situación, pero lo contrapone con la inmensa generosidad “de personas que compartían con nosotros la comida y lo poco que tenían. Y si no aceptabas, casi se enfadaban. Querían ayudar a los que ayudábamos”. Después, hubo otras expediciones que ya se pudieron planificar y organizar mejor.

Así ha continuado su relato Daniel Cuadrado que también ha respondido a las preguntas que le han formulado los alumnos. “Las imágenes que he traído, no os dan un idea de lo que se experimenta estando allí.  Llevo nueve años como voluntario y nunca he vivido algo igual”.