El salón de actos de la Biblioteca Francisco García Pavón de
Tomelloso se llenó este viernes con motivo de la presentación del primer
poemario de la joven Inés de Limburg Stirum. “Contando las olas” es el
debut literario de una autora que sorprendió al público por su madurez poética
y su sensibilidad. La expectación era alta y el acto congregó a familiares,
amigos, autoridades y numerosos aficionados a la literatura.
Presentado por la directora de la Biblioteca, Carmen
Labrador, el acto fue conducido por el editor del libro, Jaime Quevedo, que
estuvo acompañado por la propia autora, el prologuista —su tío Elías López
Montero— y la concejala de Cultura, Inés Losa. Entre el público se encontraban
numerosas caras conocidas, como la teniente de alcalde Eloísa Perales.
Una edición cuidada, fruto de la emoción y del tiempo
Jaime Quevedo, editor y también periodista, agradeció a Inés
su confianza para llevar adelante este proyecto editorial. Reconoció que “Contando
las olas” le ha supuesto “rejuvenecer y aprender muchísimo. Del lenguaje, de su
expresión, y de la inocencia de la juventud de la autora”. Afirmó que la
sensibilidad de Inés “sorprende y desborda” y destacó que “las circunstancias
extraordinarias han ayudado a la publicación y el paso del tiempo ha serenado
el estilo, haciéndolo más puro”.
El editor puso en valor las ilustraciones que acompañan al
poemario, calificándolas de “fantásticas”. Son obra de Javier Perales, Ester
Quevedo y la abuela paterna de la autora, Helene D’Orleans. “Se trata de una
primera obra que merece la pena, especialmente por el contenido”, concluyó
Quevedo, visiblemente satisfecho con el resultado final.
La poesía y el vino: un símil emocional
Elías López Montero agradeció a su sobrina la oportunidad de
“compartir este momento y formar parte de la obra”, y admitió que salir de su
zona de confort no le ha resultado fácil: “Estoy acostumbrado a refugiarme creando
vinos, pero por una sobrina se hace lo que sea”.
Elías López, que se confesó “aficionado a la literatura”,
trazó un bello paralelismo entre la métrica poética y el mundo del vino: “La
poesía es el arte que más se parece al vino”. Destacó que “Contando las olas”
fue fácil de prologar, ya que “el interior de Inés es un libro abierto”. Según
apuntó, el poemario deja ver “la gran fortaleza” que hay “dentro de una
apariencia delicada”. Naturaleza, recuerdos, desengaño, amor e incluso ironía
son los temas que atraviesan la obra, escrita con un ritmo muy conseguido. “Me
ha gustado mucho leerlo”, confesó.
Cuatro actos, una dedicatoria y una voz poética propia
Inés de Limburg Stirum, que fue desgranando el proceso de
creación del poemario, explicó que el libro se divide en cuatro actos: Recuerdos
en el mar, El viaje de las hojas, Tiempo en el olvido y Mapas
sin destino. Está dedicado a su prima María. En su intervención, la autora
demostró una sorprendente y poética madurez afirmando que “en la vida, los
giros inesperados llegan sin aviso y hay que acostumbrarnos a ellos, pero la
felicidad siempre aparece después de la tormenta”.
Durante una conversación con Jaime Quevedo, la joven poeta
reveló que se siente “a partes iguales de Tomelloso y de Bruselas”. “Es difícil
—dijo— pero son dos mundos que forman parte de mi vida”. Habla cuatro idiomas,
lo que le ha abierto muchas puertas, aunque escribe en español y en francés.
“La música me ha influido mucho a la hora de escribir”, reconoció. “Me hubiera
gustado saber cantar. Pero como no he logrado aprender, escribo”. También
compartió que fue su madre quien le abrió el mundo de las palabras, y que tiene
claro que “es más divertido buscar rimas que resolver ecuaciones”.
Una danza entre el mar y la palabra
La concejala de Cultura, Inés Losa, fue la encargada de
cerrar el acto. Trasladó los saludos del alcalde y de la poeta Natividad
Cepeda, y en su intervención subrayó que “hay libros que se escriben para ser
leídos, y otros para ser sentidos y recordados. Es el caso de este”. Calificó
el poemario como “una ofrenda a la memoria y al misterio de la ausencia”, y
destacó que María —la prima fallecida de la autora— “está presente en cada
verso, no como una sombra triste, sino como una luz que nos guía desde el
cielo”.
Losa alabó la edición del poemario, que definió como “un
canto a la esperanza”. Y expresó que “Contando las olas” es “una danza entre el
mar, el recuerdo y la palabra”, presentado con un “bello y delicado prólogo”.
Afirmó que Inés escribe “con voz joven, pero sabia”, y añadió que “la poesía es
un acto de valentía”. Concluyó su intervención agradeciendo a todos los presentes
y dirigiéndose a la autora con una última imagen cargada de belleza: “Hoy el
mar está en calma y María sonríe. Tú le has devuelto el nombre en forma de
poema”.
La música como homenaje
Durante el acto, María Perales interpretó tres conocidas
canciones que acompañaron con emoción la presentación: Quiero ser, de
Amaya Montero; Y busqué, de Rozalén y Aquellas pequeñas cosas, de
Joan Manuel Serrat. La música se entrelazó con las palabras en una velada
íntima, bella y emotiva.
La presentación de Contando las olas fue, en
definitiva, un acto de homenaje, de memoria y de afirmación. Inés de Limburg
Stirum inicia su andadura literaria con una obra que nace desde lo más hondo y
que, como las olas, avanza serena y firme, dejando huella.
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Sábado, 17 de Mayo del 2025
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