La calle principal de entrada a Riópar viniendo del puerto de las Crucetas o la
aldea vieja se llama Paseo de los
Plátanos.
Este nombre se debe, sin duda a las dos filas, una a cada lado, de plátanos
de sombra centenarios en una distancia de 1 kilómetro.
Que estos gigantes lleven aquí un siglo o más ya nos dice
que los vecinos de este pueblo aprecian un árbol en lo que vale.
Pero en donde más se aprecia la estima que les tienen
las autoridades y los vecinos de esta
localidad a sus gigantes verdes es en el lado sur de la vía.
En este lado hay una urbanización que es mucho más reciente
que el paseo de los plátanos. Para entrar a estas casas, en el centro de la
entrada hay un grueso platanero.
Los que entran a las
casas tienen que hacerlo por un lado del árbol y los que salen por el
otro.
Podemos imaginar lo que les costaría a las autoridades de la época conservar todos los árboles intactos, sobre todo el situado en medio de la entrada de la urbanización.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Domingo, 25 de Mayo del 2025