Este 5 de junio, Día
Mundial del Medio Ambiente, desde el PSOE de Castilla-La Mancha reafirmamos
nuestro compromiso con la sostenibilidad. Y lo hacemos desde la
responsabilidad, la convicción y los hechos. La protección de nuestro entorno
natural y la lucha contra el cambio climático es uno de los pilares de la
acción política del Gobierno regional de Emiliano García-Page. En este sentido,
la reciente aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía por las Cortes
regionales ha decidido ir más allá de ser solamente un nuevo texto legislativo:
desde la expresión de nuestra capacidad de autogobierno, y en sintonía con el
proyecto común de España y el compromiso global con el planeta, el nuevo texto
incorpora por primera vez como derecho la protección del medio ambiente y la
obligación de defender nuestros recursos naturales frente a la amenaza del
cambio climático.
Pocas veces un texto
legislativo recoge de manera tan clara el compromiso que se quiere adquirir con
el futuro de nuestra tierra y con las siguientes generaciones. En un contexto
global marcado por la emergencia climática, el nuevo Estatuto de Autonomía reconoce
expresamente el deber de las instituciones de proteger el medio ambiente,
mitigar el cambio climático y fomentar un desarrollo que sea a la vez
sostenible, equitativo y justo. Pero no se queda en las intenciones: establece
competencias claras, derechos de ciudadanía y deberes individuales para una
acción transversal que abarque a toda la sociedad.
El compromiso de
Castilla-La Mancha con el medio ambiente forma parte de una trayectoria
coherente que en los últimos años ha cobrado impulso bajo el liderazgo del
Gobierno de Emiliano García-Page. Nuestra región se ha consolidado como
referente nacional en la producción de energías renovables, en la protección de
la biodiversidad y en políticas activas frente a la despoblación rural, con una
visión que integra el respeto a la naturaleza con el desarrollo económico y
social de la región.
Un ejemplo concreto lo
encontramos en el plan de desarrollo de las energías renovables. Castilla-La
Mancha ha consolidado su liderazgo como una de las comunidades que más energía
renovable produce en España. En 2024, alrededor del 70% de la electricidad generada
en la región tuvo origen en fuentes renovables, lo que sitúa a Castilla-La
Mancha a la vanguardia de la transición energética. Esta apuesta no solo
contribuye a combatir el cambio climático; sino que también sirve para crear
empleo de calidad, fijar población en zonas rurales e impulsar nuestro sector
industrial.
Así mismo, la
preservación de espacios naturales como el Parque Nacional de las Tablas de
Daimiel, el Parque Nacional de Cabañeros o nuestros siete parques naturales no
es solo un deber moral y ecológico, sino una inversión en identidad y futuro.
Castilla-La Mancha es uno de los pulmones naturales de nuestro país, con 114
espacios naturales protegidos. Somos una tierra donde conviven especies únicas,
ecosistemas frágiles y paisajes que son parte de nuestras raíces y alma de
nuestro pueblo. Estos entornos son patrimonio colectivo; y no solo por su valor
medioambiental, sino porque nos conectan con nuestros orígenes y nos enseñan la
necesidad de vivir en equilibrio con la naturaleza.
La defensa del agua
como bien público y derecho esencial forma parte del compromiso firme del PSOE
de Castilla-La Mancha con un modelo de desarrollo sostenible y justo. Nuestra
región, históricamente solidaria en materia de agua, ha defendido siempre una
gestión responsable y equilibrada de los recursos hídricos. En esa defensa, el
Gobierno de Emiliano García-Page ha liderado con determinación la exigencia de
caudales ecológicos y la prioridad de los intereses de Castilla-La Mancha en el
aprovechamiento del agua para garantizar el consumo humano, sostener nuestra
agricultura y ganadería, y potenciar la actividad industrial. Por eso, el nuevo
Estatuto de Autonomía consagra el derecho al agua como un principio
irrenunciable para el desarrollo económico y social de nuestra tierra.
La voluntad política
es clave en la lucha contra el cambio climático y en el impulso de un modelo de
desarrollo sostenible. Pero ese compromiso no se construye solo desde ahí.
Requiere también de una sociedad consciente e implicada, que interiorice ese compromiso
como parte de nuestra forma de vida. Y esto es algo cada vez más arraigado en
la ciudadanía, por supuesto entre los y las castellanomanchegas, donde
entendemos con mayor claridad que cuidar nuestro entorno natural es también
cuidar de nosotros mismos y del futuro que compartimos. Esa convicción
colectiva es la base de un compromiso intergeneracional muy presente en nuestro
día a día.
La crisis climática ya
no es una advertencia lejana. Sus efectos están aquí y ahora: en la escasez de
agua, en los incendios forestales, en la pérdida de biodiversidad, en fenómenos
meteorológicos extremos que sufrimos. Frente a ello, la inmensa mayoría de la
sociedad se muestra comprometida, consciente y activa. Frente a los discursos
negacionistas de una minoría que intenta desacreditar y deslegitimar el amplio
consenso, prevalece una ciudadanía que quiere construir un futuro habitable y
sostenible.
La lucha contra el
cambio climático sigue estando en nuestras manos. La ciencia lo dice con
claridad, y la conciencia colectiva lo empieza a asumir con firmeza. Esto es
algo que refleja bien la docu-serie “Hope. Estamos a tiempo”, cuyo mensaje
principal nos dice que la esperanza no es una emoción pasajera, sino una
decisión valiente y transformadora. Elegir la esperanza es elegir actuar, desde
lo grande hasta lo pequeño, desde lo individual hasta lo colectivo. En
Castilla-La Mancha queremos formar parte de ese impulso que mira al futuro con
responsabilidad, con confianza y con la certeza de que cada gesto cuenta.
Porque proteger el planeta es proteger la vida, presente y futura.
Por tanto, este Día Mundial del Medio Ambiente
nos recuerda la importancia de seguir creando conciencia y reforzando nuestro
compromiso con el planeta. En Castilla-La Mancha, ese compromiso adquiere rango
de ley a través del nuevo Estatuto de Autonomía, que consagra por primera vez
la protección del medio ambiente como un derecho esencial. Desde el PSOE de
Castilla-La Mancha defendemos con orgullo este camino transformador. Nuestra
región opta por el camino de la responsabilidad y la convicción. Apostamos por
un desarrollo que no agote el territorio, sino que lo regenere. Que no
destruya, sino que cuide. Queremos una Castilla-La Mancha más justa, más
sostenible y más próspera. Y sabemos que, con esperanza y con compromiso,
estamos a tiempo.
Francisco Barato
Portavoz de Desarrollo Sostenible del Grupo
Socialista en las Cortes de CLM
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Sábado, 7 de Junio del 2025