Este sábado, a las 8 de la tarde, el blanco va a teñir el
Colegio Santo Tomás–La Milagrosa de Tomelloso. No solo por el color de la ropa
que se pide para acceder, sino porque se celebrará una edición muy especial de La
Noche Blanca. Se trata de un evento de evangelización contemporánea enmarcado
dentro de los actos por el 450 aniversario de la parroquia de la Asunción. Con
entrada libre, música en directo y adoración, esta cita espiritual en la
vigilia de Pentecostés, lleva por lema “Vive la esperanza” y en Tomelloso
adopta el título “La revolución del amor”. Es, nos cuentan sus protagonistas, una
invitación a dejarse transformar desde la fe.
En medio del ajetreo propio de los últimos retoques y de los
ensayos definitivos hemos conversado con dos de los principales nombres de la
velada, Guelmis Tavarez, creador de La Noche Blanca, y Jesús Cabello, músico y
comunicador cristiano. Ambos comparten no solo escenario, también la misma
convicción, “la fe puede vivirse con alegría, libertad y sencillez”
Un cielo que se toca con las manos
“La Noche Blanca es una noche que une el cielo con la
tierra. Jesús se hace presente y su luz brilla”, afirma con entusiasmo Guelmis
Tavarez. Explica este cantautor dominicano afincado en España que, nacida en
2010 en su país como una respuesta a una inquietud personal —“¿cómo hacer ver a
los jóvenes que seguir a Jesús no es aburrido?”—, la Noche Blanca se ha
convertido en un fenómeno de alcance internacional, Colombia, EE. UU., y desde
2019, también España. “Tuve un sueño en el que veía a todos los jóvenes
vestidos de blanco en una noche… y ahí nació todo. Fue un regalo de Dios”.
En sus palabras late una espiritualidad carismática y
cercana, capaz de interpelar incluso al más escéptico. “Hay que desaprender para
venir a la Noche Blanca. Dejar atrás nuestros conceptos preconcebidos de Dios y
venir con la mente en blanco y el corazón dispuesto. Dios es muy sencillo, pero
nosotros lo complicamos todo”, señala.
Tavarez ha sido testigo de numerosas historias de conversión
y hasta de sanaciones físicas durante estos encuentros. Pero, por encima de
todo “el mayor milagro es ver a jóvenes rotos por dentro encontrar paz y
alegría verdadera”, confiesa.
Un puente entre generaciones y culturas
Jesús Cabello, músico cordobés y uno de los primeros en
introducir esta experiencia en España, comparte el mismo entusiasmo. “En 2019,
durante el Jubileo de los jóvenes en Córdoba, invitamos a Guelmis. Aquello
superó todas las expectativas. Fue un antes y un después. Y este noviembre
volveremos a repetirla en mi diócesis”.
Cabello destaca el valor transformador de la experiencia, “la
fe no es una filosofía ni un sistema moral; es una relación personal que nos
desborda por dentro. Y creo que en España necesitamos dejarnos tocar más el
corazón. Somos muy racionales, muy hijos de la Ilustración, y a veces nos
cuesta entregarnos con sencillez”. En este sentido, subraya que iniciativas
como La Noche Blanca “nos ayudan a vivir la fe de forma más encarnada, más
pasional, como la viven en América Latina”.
Para Cabello, lo más poderoso no es solo el momento del
evento, sino lo que ocurre después, “muchos jóvenes se llevan una semilla que
empieza a germinar. Hay lágrimas, decisiones, reconciliaciones… Es el Espíritu
el que actúa, y lo hace con una ternura que no se olvida”.
Una celebración que une generaciones
El cartel lo completan Aisha Ruah, joven promesa de la
música cristiana contemporánea, y Praystation, grupo local que representa el
alma joven y creyente de Tomelloso. Para Tavarez, su participación es clave: “tienen
un talento increíble y un corazón muy generoso. Son luz”.
El evento culminará con un momento de adoración al
Santísimo, integrando así la música, el testimonio y la liturgia en una
experiencia completa. “La Noche Blanca no está fuera de la Iglesia, sino en el
corazón de la fe. Como dice el Apocalipsis, es esa multitud vestida de blanco
adorando al Cordero”, recuerda Guelmis.
Al despedirse, el cantautor resume con una frase que bien
podría ser el espíritu del acto, “Jesús nunca trajo una mala noticia, eran
buenas… pero eran nuevas. Lo nuevo siempre cuesta, pero es ahí donde Dios está
haciendo algo”.
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Sábado, 7 de Junio del 2025
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