Fundación Kirira ha celebrado este sábado en Tomelloso su reunión anual con voluntarios y socios. En la primera parte del encuentro se ha informado del reciente viaje a Kenia. Y posteriormente se ha informado del estado de cuentas de la ONGD. Charlamos con la presidenta de la fundación, Estrella Giménez, momentos antes de la asamblea, los proyectos que la ONGD —que cumple 10 años— tiene en marcha funcionan muy bien, nos dice, pero queda mucho por hacer para acabar con la lacra de la mutilación genital femenina.

En los prolegómenos de la reunión, Estrella Giménez, explicaba a este periódico que en Kenia han permanecido durante tres semanas haciendo el seguimiento de las campañas que llevan a cabo e identificando, sobre el terreno, las necesidades que han surgido. La presidenta de la ONGD  ha señalado que se han construido nuevas aulas; letrinas, gracias a la Diputación de Ciudad y al Ayuntamiento de Tomelloso y se han instalado tanques de agua “que nos donaron en Casares, Málaga”.

El viaje ha permitido constatar “que la campaña va bien” y se han visitado los tres proyectos de la ONGD, Tangulbei, Tharaka y Abakuria. “Hemos visto que con el dinero que hay las cosas marchan”, ha explicado Giménez y que los clubes antiablación funcionan. En ese sentido, la presidenta ha mostrado su alegría porque han encontrado como maestras a quienes fueron niñas apadrinadas y ayudadas por Kirira. La casa de acogida de Tharaka funciona muy bien, ha señalado Estrella Giménez, aunque tomo es mejorable, ha matizado.

Y es que hay una resistencia a dejar de mutilar genitalmente a las niñas, nos contaba, que en Tharaka “donde llevamos 18 años” es de un 10 por ciento. También han podido constatar que en la zona de Tangulbei las niñas que no van a la escuela son mutiladas en un 90 por ciento, que son el 60 por ciento de la región. Es una zona “donde hacen mutilaciones salvajes, cosen labios mayores y menores y extirpan el clítoris; en la noche de bodas el marido abre para poder penetrar”.  En Tangulbei muere el 5 por ciento de las niñas a causa de la mutilación genital.

Nuevas necesidades

Pero, además, —y así se ha informado en la reunión— surgen la necesidad de un nuevo tipo de apadrinamiento. Si hasta ahora eran huérfanos los apadrinados, explicaba Estrella Giménez, hay niñas que huyen de la ablación y se refugian en los colegios donde hay  dormitorios y se quedan allí a vivir. “Entre la comunidad y nosotros estamos luchando para que esas niñas no salgan de allí. “Pero claro necesitamos padrinos para ellas, para ayudarlas a vivir”.

En Abakuria Fundación Kirira lleva tres años trabajando y ya hay 18 escuelas. A pesar de que los proyectos funcionan muy bien, “es una zona muy dura”. La tribu que habita la zona, los kurias, “son muy duros y están gobernados por consejos de ancianos que son los que gobiernan la vida de la comunidad y deciden cuando se mutila”. Se llevan a cabo semanas de ablación, sigue contándonos Estrella Giménez. Se forman procesiones que sacan a las niñas de sus casas para mutilarlas “una cosa tremenda” y los clanes se llevan un tanto por ciento del importe de la ablación.     

Junto con las escuelas católicas y cristinas de la zona “queremos hacer un viaje de rescate”. “Queremos conseguir dinero para unos días antes de ese festival de ablaciones sacar a las niñas con un autobús grande, previa autorización del defensor del menor y los colegios, y llevarlas a otro lugar”.

75 por ciento de donaciones privadas

Fundación Kirira depende de los fondos que recibe, “el año pasado un 75 por ciento de ellos salió de donaciones privadas”, explicaba Estrella Giménez. “Tenemos muy pocas ayudas públicas, la Diputación de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Tomelloso y poco más”.  La ONGD está esperando que el Gobierno regional “que ha hecho el protocolo de actuación y dando dinero para que se implante en Castilla-La Mancha” les ayude en los proyectos sobre el terreno.

Fundación Kirira tiene 250 socios, ahí están los colaboradores y los padrinos. Estrella Giménez explica que “nuestras cuentas son públicas y está muy bien estirado el dinero que nos llega”. La presidenta ha dado las gracias a los voluntarios, colaboradores y empresas  “Tomelloso es una ciudad muy solidaria y el proyecto de Kirira no podría haber salido adelante en otro lugar”.