El portavoz de Sanidad de VOX, Iván Sánchez, ha centrado su intervención en la situación del transporte sanitario, al que calificó de “espejo de una sanidad colapsada”. Sánchez denunció casos como el de la UVI móvil de Torremocha del Campo (Guadalajara), utilizada para traslados ordinarios a Madrid o Toledo, lo que —según afirmó— la deja inoperativa hasta doce horas al día para atender emergencias locales. El diputado también apuntó a la falta de unidades en Talavera de la Reina y a la carencia de transporte secundario en la región.

Por su parte, el diputado por Ciudad Real, Luis Blázquez, trasladó al pleno la situación del Hospital General de Tomelloso, donde —según expuso— “llevamos veinte años esperando una unidad de hemodiálisis”. Blázquez criticó que los pacientes renales del área sanitaria deben desplazarse tres veces por semana hasta Alcázar de San Juan, acumulando más de 200 kilómetros semanales para acceder a un tratamiento vital. “El hospital tiene capacidad. Lo que no tiene es voluntad política”, sentenció.

Desde VOX se reclamó que esta unidad esté operativa antes de que finalice 2025, dotada de personal cualificado y con financiación incluida en los presupuestos de 2026. Según Blázquez, la situación del hospital refleja “el desprecio del PSOE por la España rural”.

El grupo parlamentario denunció que Castilla-La Mancha encabeza los peores indicadores sanitarios del país, con listas de espera quirúrgicas que superan los 100 días y demoras de hasta seis meses en consultas de especialidades. Además, acusaron al Ejecutivo regional de “precarizar a los profesionales sanitarios” y priorizar “la propaganda” sobre los servicios públicos.

“Castilla-La Mancha no necesita más políticos, necesita más médicos”, concluyeron.