Volvió a la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid,
nuestra activa embajada en la capital de España, a reconocer los méritos de sus
paisanos con la entrega de los Tomelloseros del Año. Este año, los galardones
recayeron en dos asociaciones que son emblema de la romería tomellosera —la Asociación
de Carreros de Tomelloso y la Asociación Cultural Carreros Virgen de las Viñas—,
en el histórico y entrañable Horno La Esperanza, y en una figura imprescindible
del panorama cultural local como es Rocío Torres Márquez. Como siempre, unos
reconocimientos justos, bien elegidos y, por supuesto, muy merecidos.
El Auditorio López Torres acogió una gala que, por cuarta
vez, se celebraba en nuestra ciudad y que ha pasado a formar parte del
calendario emocional del verano tomellosero. Una cita esperada que reúne a
representantes del tejido asociativo, cultural, empresarial y político en torno
a una idea tan sencilla como poderosa: dar las gracias. Además de los
galardonados y sus familias, estuvieron el acto el presidente de la Asociación
Cultural de Tomelloso en Madrid, José Vicente Cepeda, y su junta directiva; el
alcalde de Tomelloso, Javier Navarro; la concejala de Cultura, Inés Losa y los
ediles del Grupo Socialista, Consuelo Perona e Iván Ramírez.
La velada estuvo conducida por el periodista Carlos Moreno,
que, con su habitual equilibrio entre naturalidad y rigor, dio ritmo al acto
sin perder de vista lo esencial, que los protagonistas eran ellos, los
premiados. Supo además arrancar sonrisas con su fino sentido del humor, dejando
claro que hay galas que no necesitan excesos para brillar. La Coral Lux Aeterna,
dirigida por Antonio Javier Rodrigo, puso con sus interpretaciones la
solemnidad musical a un acto de gratitud y reconocimiento.
Una gala con voz propia
Abrió el acto José Vicente Cepeda, presidente de la
Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid, que recordó el origen madrileño de
estos premios, pensados en su día para unir a los tomelloseros que viven fuera,
y cómo, con el tiempo, han arraigado también en la ciudad que les da sentido.
“Esta es ya una gala con identidad propia”, dijo, valorando especialmente el
carácter participativo que permite a los homenajeados celebrar junto a sus
vecinos y familias.
Cepeda elogió la elección de los premiados y tuvo palabras
especialmente sentidas para Rocío Torres, quien ya fue reconocida en 2007 y
cuya trayectoria al frente de la Biblioteca Municipal ha dejado una huella
profunda. También reivindicó la labor de los carreros, que mantienen viva una
tradición única como son las reatas engalanadas. Y puso en valor la
continuidad, casi artesanal, del Horno La Esperanza, ejemplo de empresa
familiar que, sin hacer ruido, ha estado siempre ahí, aportando calidad,
cercanía y sabor.
Citó Cepeda a Víctor Hugo —“la grandeza de un pueblo se mide
por las personas que lo componen”—, una frase que podría haber firmado
cualquier tomellosero orgulloso de su gente.
Tres galardones que definen Tomelloso
El primer galardón fue compartido por las asociaciones Carreros
de Tomelloso y Carreros Virgen de las Viñas. La primera, con más de veinte años
de trayectoria, representa a uno de los colectivos más activos en las romerías
y fiestas tradicionales. La segunda ha devuelto el protagonismo a las mulas en
la romería de la Patrona, rescatando una imagen entrañable del pasado y
logrando que nuevas generaciones se sientan parte de ese legado.
El Horno La Esperanza es mucho más que un obrador. Fundado
por Esperanza Martín y Ángel Lucendo, es historia viva de Tomelloso. Cuatro
generaciones dedicadas a la repostería tradicional han convertido este
establecimiento en una referencia de calidad y de cariño bien hecho.
Por último, se celebró la trayectoria de Rocío Torres
Márquez —que fue soprendida en directo con un vídeo de su hijo Mario y una
carta de su amiga Emma Cueva—, incansable promotora cultural que, desde la Casa
de Cultura y la Biblioteca Municipal, impulsó durante más de cuarenta años la
literatura, el arte y la memoria histórica de Tomelloso, dejando un legado tan
vasto como admirable. Moreno, en su ineludible papel de periodista, formuló
preguntas a los galardonados que sirvieron para conocerlos mejor.
El valor de los que construyen Tomelloso
Cerró el acto el alcalde, Javier Navarro, quie agradeció a
la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid su labor constante y generosa.
Destacó la figura de los galardonados como “reflejo de nuestra esencia” y
señaló que “el gran valor de Tomelloso son sus hijos”.
Tuvo palabras de admiración para Rocío Torres, a quien
definió como una mujer incansable; elogió el espíritu de sacrificio del Horno
La Esperanza, y felicitó a los carreros, verdaderos guardianes de una tradición
tan peculiar como querida.
Navarro recordó además que el Ayuntamiento sigue trabajando
para que la Romería de Tomelloso obtenga la declaración de Fiesta de Interés
Turístico Nacional, un reconocimiento que sería también para quienes —como los
premiados— hacen que esa fiesta siga viva.
El broche musical lo puso la Coral Lux Aeterna con el Himno
a Tomelloso. Durante la gala, la agrupación interpretó distintos números: “Una
caria en el mar”, “Alma, corazón y vida”, “Vita Nostra”, “1492 la conquista del
Paraíso”, “Lucha de gigantes”, “Ama, ama y ensancha el alma” y “Ojalá que
llueva café en el campo”.
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Domingo, 29 de Junio del 2025
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