Tomelloso

“He atendido a la gente como me hubiera gustado que me atendiesen a mí”

José Pérez Aranda, el hostelero que regentó el Rincón de Pepe y el Quinto Pecado, alcanza su jubilación tras más de más cuarenta años en el sector

Carlos Moreno | Miércoles, 30 de Julio del 2025
{{Imagen.Descripcion}} Pepe en su bar este miércoles Pepe en su bar este miércoles

Mañana jueves 31 de julio, después de 40 años en el sector hostelero de Tomelloso, será el último día laboral activo de José Pérez Aranda, conocido y entrañable hostelero de Tomelloso que alcanza su merecida jubilación. Tras trabajar dos años por cuenta ajena en el Alabama, emprendió más adelante sus propios proyectos, primero en el Rincón de Pepe y después en El Quinto  Pecado. Pepe será recordado por sus inigualables  tortillas, croquetas…y más recientemente por sus gofres y creps, talento culinario en el salado y dulce a partes iguales. Pepe deja una estela de buen hacer y cuidado servicio a su clientela, además de un encomiable afán por los más necesitados con sus comidas solidarias. 

El periodista de La Voz de Tomelloso, que lo conoce de largo, queda con Pepe a primera hora de la mañana. Confiesa, y de hecho se lo nota, estar muy emocionado estos días. Por el local pasa a gente a despedirse, a hacerse fotos, a recordar con él episodios de su larga andadura. Atiende a todo el mundo sin dejar de trabajar, como ha hecho toda la vida.

-¿Qué sensación le queda al alcanzar su jubilación después de 42 años trabajando?

-La sensación es que le he dado a mucha gente de comer, tanto pagando como sin pagar con este proyecto  tan bonito que hemos hecho de las comidas solidarias. Estoy muy satisfecho, sobre todo, por esa complicidad con la clientela a la que he atendido lo mejor posible.

-En muchas ocasiones se ha referido a lo sacrificado que es el sector hostelero ¿no es así?

-Este sector no lo quiere nadie y te tiene que gustar mucho. Es un sector de servicios muy exigente que, además, ha evolucionado mucho. Antes el abanico de bebidas y otros productos era mucho más reducido, ahora está la Coca Cola cero, la leche sin lactosa, productos con y sin azúcar…las referencias se han multiplicado y la exigencia ha ido creciendo. Y luego es un oficio de acabar tarde y  levantarse temprano. Con mi mujer habrá comida unas sesenta veces al año, solo los días de descanso. Recuerdo esos días que mis hijos se quedaban dormidos en la barra.

-Otros conocidos bares y restaurantes de Tomelloso no tienen asegurado el relevo…

-Comprendo el cansancio de otros compañeros del sector que llevan muchos años trabajando y pasando por los mismos sacrificios que he pasado yo. Ya no hay esa capacidad de aguante que teníamos antes, hay mucha competencia y no es fácil.

-¿Continuará el Quinto Pecado?

- Sí, lo hemos alquilado y continuará aunque con enfoque diferente centrado en la pizzería y cocina más tradicional. Me alegra que el local siga.

-¿Qué ha sido lo mejor de esta larga andadura?

- Lo más gratificante ha sido hablar con ese cliente que te dice, “que bueno estaba todo lo que nos has puesto”, es algo que te llena de orgullo y satisfacción. Esos comentarios de los clientes, ya sea a mi o mi mujer, me fueron animando a seguir adelante y a procurar hacer mi  trabajo cada vez mejor.

-Su trayectoria ha tenido dos etapas importantes, primero con el Rincón de Pepe y luego con el Quinto Pecado, que eran dos propuestas hosteleras muy diferentes…

-Los bares fueron distintos, es cierto. En principio, El Quinto Pecado era un proyecto para mi mujer y mis hijos que iban a enfocar en lo dulce, pero luego me vine yo para acá con el temor a que el mundo de lo dulce era desconocido para mí; yo soy más de calderetas, tortillas, ensaladillas…pero afortunadamente me adapté y las cosas han marchado bien.

-Los clientes son el mayor tesoro de un bar, también los trabajadores. Hábleme de unos y otros

-He tenido una clientela muy fiel, gente a que ha venido todos los días, y además de todas las edades, desde 15 a 85 años. Y algo curioso, a la misma familia le hecho el bautizo, la comunión, la despedida de soltero…Y, por supuesto, los trabajadores también han sido un valor importante. Yo solo no hubiera podido. He tenido la suerte de contar con gente trabajadora y formal. Mis trabajadores y yo siempre hemos tenido clara una premisa: atender a la gente como me gustaría que me atendieran a mí.

-Se ha distinguido también con esas comidas solidarias que ha realizado en los últimos años…

-Se nos encendió la bombilla hace seis o siete años y creo que hemos hecho una buena labor. Hemos estado con Ceres, Cruz Roja, Cáritas y todavía seguiremos porque estamos trabajando en un proyecto con el párroco de Los Ángeles, Antonio López, para enseñar a cocinar a gente. 

-Con todavía mucha vida por delante ¿cómo va a emplear su tiempo libre?

-Ya con menos estrés y prisas, voy a impartir un taller de cocina en un instituto de Tomelloso. La idea es enseñar a los chavales a cocinar platos típicos de Tomelloso. Se trata de potenciar nuestras gachas, migas, calderetas…En fin, hay cosas por hacer y creo que no me voy aburrir, aunque todo lo que haga a partir de ahora será con más tranquilidad y menos presión.


1432 usuarios han visto esta noticia
Comentarios

Debe Iniciar Sesión para comentar

{{userSocial.nombreUsuario}}
{{comentario.usuario.nombreUsuario}} - {{comentario.fechaAmigable}}

{{comentario.contenido}}

Eliminar Comentario

{{comentariohijo.usuario.nombreUsuario}} - {{comentariohijo.fechaAmigable}}

"{{comentariohijo.contenido}}"

Eliminar Comentario

Haga click para iniciar sesion con

facebook
Instagram
Google+
Twitter

Haga click para iniciar sesion con

facebook
Instagram
Google+
Twitter
  • {{obligatorio}}